28 de agosto de 2019

Dynamite; Explosive: Body Language - Parte 3



3. El cuerpo quiere lo que quiere


Jeno hab铆a regresado de trabajar, estaba ba帽ado en l谩grimas, algo que preocup贸 en demas铆a a Renjun.

-¿Qu茅 pas贸? – pregunt贸 el chino.

-Jaemin… 茅l— - Jeno no pudo continuar pues se ech贸 a llorar amargamente.

Renjun no sab铆a si preguntar m谩s o dejar el tema por la paz, pues ten铆a una leve sospecha de lo que hab铆a pasado.

-Me dijo que se acost贸 con otra persona.

El chino sinti贸 que el alma se le iba del cuerpo.

-¿C-c贸mo? – murmur贸.

-Renjun… estoy muy triste. Jam谩s imagin茅 que Jaemin me har铆a algo as铆.

-¿Est谩s seguro?

-¡S铆! Se le sali贸 al muy s铆nico mientras discut铆amos.

-Quiz谩s s贸lo lo dijo sin pensar.

-No, 茅l no es as铆 – Jeno abraz贸 con fuerza al mayor, quien sin saber qu茅 hacer, regres贸 el gesto.

-Lo resolver谩n, ya ver谩s.

-No lo s茅. Creo que comet铆 un grave error al aceptar que tengamos una relaci贸n.

De pronto, Jeno rompi贸 el abraz贸 y tom贸 con suavidad el rostro del chino.

-Me arrepiento de no haberte escogido – dicho esto, bes贸 profundamente a Renjun.

El mayor estaba m谩s que confundido; por un lado, se sent铆a feliz porque se mor铆a de ganas por volver a besar a Jeno, pero por otro, se sent铆a mal pues se estaba aprovechando de su estado.

-Creo que no deber铆amos— - intent贸 decir el chino, pero nuevamente los labios del menor interrumpieron sus palabras.

Ambos se dirigieron a la habitaci贸n del coreano, mientras que con desesperaci贸n retiraban sus ropas. Renjun hab铆a desistido tras varios intentos para detener aquello; no pod铆a negarlo, en verdad quer铆a sentir a Jeno.

El menor ten铆a al chino debajo de su cuerpo; maldec铆a a su novio por haber sido el primero en su vida, pues Renjun ya no demostraba verg眉enza al estar desnudo frente a alguien. Una vez que lo sinti贸 relajado, comenz贸 a masajearle el miembro. Sonri贸 cuando vio c贸mo la piel del mayor se erizaba. No hac铆an falta las palabras; sus respiraciones agitadas y miradas cargadas de deseo y algo de nerviosismo, eran m谩s que suficientes para hacer excitante aquel momento.

Jeno comenz贸 a adentrarse en Renjun, quien no dud贸 en plantarle un hambriento beso. Empuj贸 las caderas para tener por completo al menor en su interior, el cual sonri贸 y entendi贸 que ya pod铆a comenzar a moverse.

La cabecera de la cama golpeaba con fuerza contra la pared, algo que trajo recuerdos a Renjun, quien extra帽amente se excit贸 a煤n m谩s; en esos momentos tambi茅n deseaba tener a Jaemin en la cama.

El menor not贸 algo distra铆do al chino, as铆 que cambi贸 de posici贸n, dej谩ndolo boca abajo; entr贸 en 茅l sin avisar a lo cual Renjun no se quej贸, s贸lo solt贸 un lascivo gemido y apret贸 la almohada. Jeno sent铆a que estaba a punto de terminar, lami贸 y bes贸 la espalda del mayor y se detuvo en su oreja. Gimi贸 suavemente su nombre un par de veces, provocando que Renjun se viniera.

-Me encantas – jade贸 Jeno para luego besarlo ferozmente y venirse.

Ambos descansaron algunos minutos sin mirarse ni decir palabra alguna. La culpa golpe贸 a Renjun, quien hizo por salir de la cama, pero Jeno le tom贸 de la mu帽eca.

-Duerme conmigo.

-P-pero—

-Por favor – suplic贸.

Renjun suspir贸 y asinti贸. Jeno lo abraz贸 y al poco tiempo el sue帽o los venci贸.








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Renjun fue el primero en despertar; sonri贸 de oreja a oreja tras ver a su lado a Jeno, quien dorm铆a pl谩cidamente.

-Ir茅 a prepararme algo de desayunar – susurr贸 en el o铆do del coreano.

-Aj谩 – murmur贸 Jeno.

Con dificultad, Renjun sali贸 de la cama. Su espalda baja no dol铆a tanto como la primera vez que… nuevamente, las im谩genes del cuerpo desnudo de Jaemin, comenzaron a invadir su mente.

-Basta, Renjun – dijo para s铆 mismo.

Tras prepararse un caf茅 cargado, se dispuso a hacer unos huevos, pero apenas puso la sart茅n sobre la estufa, alguien toc贸 la puerta.

-J-jaemin – exclam贸 asustado.

-Vine a ver a Jeno – empuj贸 a Renjun para ingresar al departamento.

-Espera, es que—

Y antes de que Renjun terminara la frase, Jaemin ya se encontraba en la habitaci贸n de su novio.

-Jaemin, pens茅 que vendr铆as m谩s tarde – dijo Jeno, quien ya se encontraba listo para ir a la universidad.

-Olvid茅 avisarte.

Renjun estaba confundido; ambos actuaban como si no hubieran discutido.

-Hey, ¿a d贸nde vas? Necesitamos hablar – dijo Jaemin luego de ver que el chino se daba la media vuelta para salir de la habitaci贸n.

-¿Sobre qu茅? – Renjun fingi贸 demencia.

Jaemin sonri贸 de manera aterradora. Al fin hab铆a llegado el momento de hacerle la dichosa propuesta a Renjun.

-¡¿O sea que todo lo que pas贸 fue parte de un plan?! – pregunt贸 Renjun.

-S铆 – contest贸 como si nada Jaemin.

-¡Son unos cerdos! – grit贸 el chino completamente ofendido y humillado -¡Me dan asco!

-Vamos Renjun, ser谩 algo nuevo – dijo Jeno refiri茅ndose a la propuesta.

-¡¿Qu茅 no fue suficiente lo que este imb茅cil me hizo?! – se帽al贸 a Jaemin.

-Hagamos algo, dejar茅 que Jeno te coja y si te gusta, hacemos el tr铆o.

-¿Qui茅n dijo que quiero estar contigo? – buf贸 Renjun.

-Tu cuerpo – se acerc贸, Renjun se alej贸 r谩pidamente -Me sorprende que no me hayas denunciado como dijiste.

-¿Crees que este pa铆s har铆a algo por un chino?

-Buen punto.

-Am… Jaemin… Renjun y yo— - intervino Jeno cuando vio que la discusi贸n no ten铆a planes de finalizar.

-¡¿Qu茅?! – grit贸 el aludido.

-Perd贸n— es que… 茅l y yo—

Jaemin mir贸 con el ce帽o fruncido a Renjun, quien se cruz贸 de brazos y le sonri贸 con orgullo.

-¡Me lleva un carajo! – Jaemin quiso lanzarle un pu帽etazo al chino, pero Jeno lo impidi贸.

-Vi la oportunidad y decid铆 aprovecharla – dijo Renjun.

-Mierda, ¡su茅ltame Jeno! ¡Le voy a partir la cara!

-Ahora, ¡fuera del departamento! No quiero verlos – orden贸.

Jeno acept贸 sin decir nada y se llev贸 a rastras a Jaemin para tranquilizarlo.









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-¿Por qu茅 no me avisaste? – reclam贸 Jaemin una vez que estuvieron fuera del condominio.

-T煤 tampoco lo hiciste cuando decidiste desvirgarlo.

-P-pero—

-¿Por qu茅 yo s铆 tengo que decirte todo y t煤 a m铆 no?

-¡Est谩 bien! Tienes raz贸n – buf贸 -Pero me las va a pagar el muy maldito.

-Creo que tenemos algo m谩s importante en qu茅 pensar.

-¿C贸mo qu茅?

-No acept贸 hacer el tr铆o.

-No te preocupes, lo har谩.

-¿Qu茅 acaso piensas volver a acostarte con 茅l?

-No te molestes – Jaemin tom贸 entre sus manos el rostro de su novio -Sabes que soy completamente tuyo.

Jeno rod贸 los ojos y suspir贸.

-Lo s茅, pero… j煤rame que s贸lo ser谩s activo con 茅l.

-Por supuesto que s铆, mi amor. Mi trasero te pertenece.

-M谩s te vale – Jeno apret贸 con fuerza uno de los gl煤teos del mayor -Ya me tengo que ir – con dificultad, rompi贸 el abrazo de su novio.

-De acuerdo, nos vemos en la noche.

-Te quiero – Jeno le dio un fugaz beso.

-Yo igual.

-Conv茅ncelo s贸lo como t煤 sabes hacerlo – le gui帽贸 un ojo.

-Lo s茅, baby.

-Tengo condones de sabor por si te interesa.

Jaemin solt贸 una carcajada y se despidi贸 del menor con un vaiv茅n de manos.

-Mierda, me trae loco – suspir贸 para s铆 mismo.

Una vez que Jeno se subi贸 al autob煤s, Jaemin moj贸 sus labios y sonri贸 para s铆 mismo.

-De esta no te salvas, chino caliente - ingres贸 a su auto y se fue de ah铆. Dejar铆a que el cuerpo de Renjun descansara por algunos d铆as.









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Jaemin ten铆a a Renjun contra la pared, le ten铆a cubierta la boca y de paso la nariz, el chino forcejeaba para escapar. Jaemin introdujo tres dedos a la boca del otro

-¿Con que muy experto no? “Vi la oportunidad y decid铆 aprovecharla” - paus贸 -Pobre de ti que me muerdas.

Renjun no pod铆a hablar pues el jugueteo de los dedos de Jaemin en su boca hab铆a comenzado a excitarlo.

-Es hora de que pagues por lo que hiciste – dijo Jaemin detr谩s de su oreja izquierda, para luego darle la media vuelta, enredarle las piernas en su cintura y besarlo con hambre.

Sus ropas no tardaron en terminar regadas por el departamento y ellos en la habitaci贸n del chino.

-Rel谩jate – dijo Jaemin mientras entraba en Renjun.

-Despacio…

-Lo s茅.

Jeno acaba de regresar de la escuela. Jaemin le hab铆a enviado un mensaje en donde le dec铆a que ya ten铆a todo listo. Tras ingresar al departamento, vio ropa en el piso y la puerta de la habitaci贸n de Renjun abierta. Asom贸 la cabeza y sinti贸 una punzada en su entrepierna al ver a su novio embistiendo con fuerza al chino.

Jaemin se percat贸 de la presencia del menor y le hizo una se帽a con la mano para que entrara a la habitaci贸n. Jeno no lo pens贸 dos veces y comenz贸 a quitarse la ropa con rapidez.

Renjun sinti贸 unos brazos rodear su cintura, dio peque帽o brinco cuando vio de qui茅n se trataba.

-¿J-jeno?

-Hola – le dijo al o铆do y luego le bes贸 la mejilla.

-¿Qu茅 est谩—? Esperen, no, yo no acced铆 a— - comenz贸 a tratar de separarse de ambos chicos.

-Demasiado tarde – dijo Jaemin.

Jeno comenz贸 a masturbarse para dejar erecto su miembro y continuar con su plan.

-Jeno… por favor… - suplic贸 Renjun al ver que el aludido le acercaba el miembro a la boca.

-Por favor, ¿qu茅? Estoy accediendo que te coja MI novio, as铆 que hazlo.

Renjun trag贸 fuerte y abri贸 la boca, Jeno introdujo su miembro por completo, disfrutando de aquella c谩lida sensaci贸n.

-Espero que valga la pena, tuve que inventar que estaba enfermo – reclam贸 Jeno a Jaemin.

-No discutamos… estoy… ah ocupado – respondi贸 el otro agitado.

Renjun estaba en cuatro. Jaemin penetr谩ndolo por detr谩s, mientras que Jeno por delante.

-Hey, cuidado con los dientes – exclam贸 Jeno.

El chino no parec铆a estar completamente entregado al momento, as铆 que Jeno retir贸 su miembro y lo tom贸 de la barbilla.

-Disfr煤talo – murmur贸 para luego besarlo, Jaemin iba a reclamar, pero al darse cuenta de que las paredes de Renjun se contrajeron, apretando su miembro, decidi贸 dejar que Jeno continuara con su convencimiento.

-Voy a cambiar de posici贸n – se帽al贸.

Jaemin sent贸 a Renjun en sus piernas, dejando que su pecho rozara con la espalda del chino. Jeno se puso de pie sobre la cama para que Renjun pudiera continuar haciendo el blowjob que dejaron pendiente.

-Parece que… sus pezones son su punto d茅bil – murmur贸 Jaemin mientras jugaba con ambos -Ah… me est谩 apretando m谩s que cuando lo besaste.

-Hmn… no… - gimi贸 Renjun.

-Vaya, aguantaste bastante – dijo Jaemin.

Jeno continu贸 embistiendo la boca del chino hasta venirse dentro de esta. Tanto Jaemin como Jeno se quedaron quietos para ver qu茅 har铆a Renjun.

-Vaya… vaya… se lo bebi贸 completo - exclam贸 Jeno -Jaemin, yo sigo.

-Espera, ya casi termino.

Jaemin volvi贸 a ponerlo en cuatro.

-Renjun.

El aludido le mir贸 con dificultad.

-B茅same – orden贸.

El chino obedeci贸. Aquel beso provoc贸 que el miembro de Jeno volviera a ponerse erecto.

-R谩pido – exigi贸 a su novio.

Jaemin aument贸 el ritmo de sus caderas, terminando dentro de Renjun.

-¡¿No usaste cond贸n?! – grit贸 un hist茅rico Jeno tras percatarse del estado de la entrepierna del chino.

-Apres煤rate, que se va a desmayar – prefiri贸 cambiar de tema, no quer铆a discutir en un momento as铆.

-Jeno… - llam贸 Renjun.

-Dime.

-S茅 gentil – pidi贸.

Jaemin abri贸 los ojos de par en par, aquello hab铆a sonado tan sensual y excitante. Esper贸 a que Jeno entrara en el chino para acercarse a este y dedicarse a succionar, estrujar y lamer sus pezones a la vez que lo masturbaba.

-N-no… basta… deten—

Jeno lo bes贸, no pod铆a concentrarse, no s贸lo porque el chino se ve铆a demasiado apetitoso sino porque su novio tambi茅n estaba ah铆, ba帽ado en sudor y con el miembro erecto.
Jaemin detuvo sus movimientos y bes贸 a Jeno con lascivia, los sonidos de este beso, ocasionaron que Renjun contrajera el cuerpo y se viniera.

-Resultaste todo un animal, Renjun – exclam贸 Jaemin.

Jeno continu贸 penetr谩ndolo hasta acabar, pero a diferencia de Jaemin, 茅l s铆 hab铆a sido cuidadoso de colocarse un cond贸n.

Renjun cay贸 exhausto en la cama, estaba sumamente agitado y con el coraz贸n bombeando a mil por hora.

-Bien hecho – dijo Jaemin, acarici谩ndole el cabello -Ahora descansa. No te haremos nada mientras duermes.

Renjun estaba m谩s dormido que despierto, as铆 que s贸lo asinti贸 y cerr贸 los ojos, dej谩ndose vencer por el cansancio.

-Mierda, podr铆a decir que fue uno de los mejores tr铆os que hemos hecho, ¿no crees? – pregunt贸 Jaemin a Jeno.

-S铆… pero no me gust贸 que lo hayas hecho con 茅l sin cond贸n. Es peligroso.

-¿Desde cu谩ndo te importa eso? Para m铆 que est谩s celoso.

-No.

-Lo est谩s, te conozco.

-Ya, vamos a dormir, estoy cansado.

-¿A tu habitaci贸n?

-Obviamente, Renjun necesita descansar.

Jeno tom贸 la mano de Jaemin y ambos se dirigieron a la habitaci贸n del primero. Luego de un par de veces, cayeron dormidos.








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-Mierda, ¡la escuela! – exclam贸 exaltado Jeno.

-Hey, tranquilo. Es s谩bado – dijo Jaemin, quien estaba terminando de vestirse. 

Jeno solt贸 un suspiro de alivio.

-Creo que tenemos un problema.

-¿Qu茅?

-Renjun no est谩 y sus cosas tampoco.

-¡¿Qu茅?!

Jeno sali贸 corriendo de la cama sin importarle estar desnudo, ingres贸 a la habitaci贸n de Renjun, encontr谩ndose al chino sec谩ndose el cabello.

-¿Pasa algo? – pregunt贸.

-N-no es que… ¡Jaemin!

-Lo siento, s贸lo bromeaba – sonri贸 -Por cierto, hay algo que debes saber.

-Dime que no es otra tonter铆a.

-No, para nada.

-¿Qu茅 es?

-Renjun acept贸 ser nuestro tercer elemento.

-¿Es eso cierto? – Jeno mir贸 a Renjun, el cual se encogi贸 de hombros.

-Siempre y cuando yo est茅 soltero – advirti贸.

-Como dice la canci贸n: el cuerpo quiere lo que quiere – dijo Jaemin.

-Es el coraz贸n quiere lo que quiere – corrigi贸 el chino.

-Duh, ya s茅.

-Bueno, basta. Desayunemos algo, yo invito – dijo Jeno.

-Renjun, ¿c贸mo est谩s para otra ronda en la noche? – coment贸 con lascivia Jaemin.

-¡Ni lo piensen! – amenaz贸 con lanzarle la secadora de cabello a Jaemin.

Jeno arrastr贸 a Jaemin a su habitaci贸n.

-Ustedes terminar谩n mat谩ndose.

-Nah, lo dudo.

-¿C贸mo lograste convencerlo? Renjun es muy cerrado en sus decisiones.

-Como alguna vez te dije, utilic茅 mi encanto – le gui帽贸 un ojo a su novio.

-Ya me imagino cu谩l encanto.

-No te pongas celoso. Sabes que te quiero – lo abraz贸 y le dio un beso en la mejilla -En las buenas aventuras y en las malas.

Jeno rod贸 los ojos.

-Lo s茅 – lo bes贸.

Y s铆, Jaemin hab铆a utilizado su encanto y un poco de manipulaci贸n mental para convencer al chino; pero, lo que pas贸 en la regadera, en la regadera se queda.




F I N

(si quieres saber lo que pas贸 en la regadera, lee el cap铆tulo extra)

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