25 de agosto de 2020

trigger - capítulo 11

 

Capítulo 11. Regresa a mí

 

-Demonios… Mark – suspiró Johnny con melancolía y decepción, ya que el mencionado nuevamente se encontraba entre botellas y latas de alcohol, colillas de cigarro, comida podrida y un desastre de casa.

Tras aquella llamada carente de explicaciones, Mark nuevamente cayó en aquel hoyo negro del que había logrado salir, pero esta vez había sido peor. No se comunicó con nadie, ni con su hijo, quien, preocupado, avisó a Johnny suplicándole que fuera a ver a su papá.

-Déjame… quiero estar solo – se quejó Mark buscando separarse del agarre del alto.

-¿Qué mierda te pasó ahora? Pensé que ya te habías ido.

-¡Me engañó! ¡Todo fue una mentira! – comenzó a llorar.

Johnny no podía creer lo que el otro decía. Optó por obligarlo a que se diera un baño, comiera algo ligero y descansara un poco para después hablar tranquilamente con él.

 

 

 

  🥀 

 

 

 

-¿Alguna vez te dije lo mucho que adoro tus labios? Son… deliciosos.

Lucas besó con hambre a Donghyuck, quien correspondió mientras una lágrima recorría su mejilla.

-Vamos… gime… más fuerte – ordenó el otro.

Donghyuck no podía negar que Lucas era bueno en la cama, pero no le tocaba de la manera en la que Mark lo hacía. No era lo mismo.

-Hoy usaremos tu favorito – sonrió espeluznantemente.

Lucas le mostró un vibrador, mientras se relamía los labios; Donghyuck tragó fuerte y se abrió de piernas.

-Así me gusta.

 No veía el fin a su tortura.

 

 

 

  🥀 

 

  DÍAS DESPUÉS  

 

 

A pesar de la enorme decepción que le consumía, Mark se había obsesionado con el pensamiento de que había algo raro con aquella llamada; sentía que ese no había sido el Donghyuck que él conocía, por lo que para salir de dudas se dirigió al departamento donde solía vivir el moreno.

-Desde que el amigo del abogado se fue, nadie ha ingresado al departamento – explicó un vecino -Y ya van meses de eso.

-¿Y no ha visto o escuchado algo raro?

-Nada.

-Entiendo. Gracias.

-Suerte – el señor cerró la puerta.

Mark suspiró y dio unos pasos hasta ubicarse frente a la puerta del departamento.

-A la mierda – murmuró para sí mismo y utilizó su viejo truco para ingresar de manera sigilosa a propiedades privadas.

Lo primero que vio fueron recibos de pagos en el piso, los cuales pateó sin darles mucha importancia; levantó la mirada y encontró el lugar intacto, como si el tiempo se hubiera detenido. Todo estaba lleno de polvo y con olor a humedad. Recorrió el departamento en busca de alguna pista que pudiera darle algo de esperanza.

-No hay nada… - exclamó con decepción mientras caminaba hacia la puerta -Un momento.

Entre el montón de recibos que había en el piso, notó que había un post-it pegado en uno de ellos.

 

 

“Lucas sospecha de este lugar, ya no podré venir a verte.”

 

Y el corazón de Mark comenzó a bombear con fuerza. Ahí estaba la pista que necesitaba. Rápidamente sacó su celular, le tomó una foto a la nota y luego le llamó a Jaehyun.

 

-Necesito que me investigues algo, es urgente.

 

-¿Sobre Donghyuck?

 

-Así es.

 

-Pff – bufó y soltó una risilla -Ya te habías tardado. Tengo algo de tiempo ahora, puedes pasarte.

 

-Enseguida voy – cortó.

 

 

 

  🥀 

 



-La ubicación de su última conexión a internet marca que está en Suiza. El celular del que te marcó está encriptado y no he podido rastrearlo – pausó -Si tan sólo contestara alguna de tus llamadas… - suspiró.

-No hay día en que no le llame, pero siempre me manda a buzón – dijo desanimado, pero luego su mirada se iluminó -¡Espera! Por alguna razón no eliminé el registro de la última llamada de Lucas, ¿crees que sirva de algo?

Jaehyun le miró no muy convencido.

-Ruega porque no esté protegido.

-Iré por el celular y te lo traigo – indicó.

 

 


  🥀 

 


 

Donghyuck aprovechó que Lucas estaba durmiendo para salir sigilosamente de la cama y dirigirse hacia el baño, en donde guardaba un celular detrás de una de las losetas de la pared.

-Funciona, por favor – suplicó en voz baja mientras esperaba a que el celular se encendiera.

Arropó con fuerza el aparato contra su pecho para evitar que emitiera el típico sonido de “encendido”. Rápidamente tecleó el segundo número de Mark, el cual se había aprendido de memoria por si algo pasaba.

-Contesta – las lágrimas amenazaban por salir de sus ojos.

 

 


  🥀 

 

 


Mark registraba por toda su casa y no podía encontrar el dichoso celular; de pronto, escuchó una cancioncilla. Sintió como si todo en su ser se moviera. Había olvidado la existencia del teléfono de emergencia.

 

-¿Hola?

 

-Mark…


El aludido cayó al piso tras escuchar aquella voz que tanto extrañaba.


-¡Donghyuck! ¿En dónde estás? ¿Necesitas ayuda? ¡Contesta, por favor!

 

-…

 

Mark comenzaba a desesperarse, el moreno no decía nada.

 

-Dong—

 

-¡Donghyuck! ¿Qué haces ahí? Abre la puerta.

 

La llamada se cortó al minuto exacto.


-¡Mierda! – gritó con todas sus fuerzas y estuvo a punto de lanzar el celular lo más lejos posible, pero un pensamiento cruzó su mente.

Rápidamente regresó con Jaehyun y le explicó lo que había pasado.

-¡Dime que puedes hacer algo! Cortó al minuto, se supone que las llamadas pueden ser rastreadas así.

-Lo intentaré—

-Hola, hola, ¿por qué esas caras largas? – preguntó Doyoung quien recién ingresaba al negocio con un café en cada mano y un cigarrillo en la boca.

-Necesito que me hagas un favor – exclamó Mark.

-Vaya, debes estar demasiado desesperado como para pedirme ayuda.

-Lo estoy, así que… te lo suplico – suspiró derrotado.

Doyoung le pasó un café a Jaehyun, le dio una calada a su cigarrillo y expulsó el humo en el rostro de Mark.

-Soy todo oídos – sonrió.

 

 

Continuará…

20 de agosto de 2020

trigger - capitulo 10

 

Capítulo 10. Corazón roto

 

  MESES DESPUÉS  

 

-Tengo que decirle a Johnny – suspiró Mark.

 

-¿Estás seguro? No creo que sea lo mejor – contestó Donghyuck desde el otro lado de la línea.

 

-No quiero irme y dejar las cosas así.

 

-Está bien, haz lo que consideres.

 

Mark miró la hora en su celular.

-

Ya tengo que irme… nos hablamos la próxima semana, ¿si? – dijo Donghyuck.

 

-Misma hora, mismo lugar.

 

-Sí.

 

Un incómodo silencio se hizo presente, como si ambos estuvieran buscando las palabras correctas.

 

-Adiós – dijo Donghyuck.

 

-Nos vemos – contestó Mark, quien esperó a que el moreno cortara la llamada. Después de esto, lanzó un largo suspiro, regresó el teléfono a su lugar, acomodó su chaqueta y salió de la caseta de teléfono a la vez que encendía un cigarrillo.

Donghyuck se había ido un par de meses atrás y debido a la situación con Lucas, optaron por comunicarse vía teléfono público a cierta hora, cierto día. Sus conversaciones aún eran algo banales y de vez en cuando caían en lo incómodo. Mark moría por decirle cuánto lo extrañaba, cuánto necesitaba abrazarlo y besarlo, pero no quería abrumarlo; no después de todo lo que había pasado.

-Tú puedes, Mark. Sólo unas semanas más – se dijo a sí mismo, ya que, para no levantar sospechas, se quedó en Corea con el fin de terminar trámites y dejar todo listo para su partida.

 

 

 


  🥀 

 

 

 


-¡¿Estás loco?! ¡¿Desde cuándo estás así con él?! – reclamó Johnny una vez que Mark le contó su situación.

-Unos meses.

 -¡Necesitas un psiquiatra! ¡Olvidas quién es, qué te hizo!

-Yo igual le hice cosas y eso ocasionó otras. Ambos nos hicimos daño.

-¿Y por eso se van juntos a otro país? ¿Qué demonios es esto? Lo de ustedes es carnal.

-No – Mark se sorprendió con su propia respuesta. Suspiró -Va más allá de eso… no sé qué nombre ponerle, ni sé si podría tener uno, pero entre nosotros hay algo especial, diferente.

-Qué asco me das.

Johnny pagó su parte de la comida y abandonó el restaurante. Mark suspiró cansado; no le daría más vueltas al asunto, necesitaba estar enfocado para ver a su hijo partir a estudiar a Estados Unidos. Su corazón se partía, pero sabía que era lo mejor para su futuro, además de que contaba con el apoyo incondicional de sus padres adoptivos.

 

 

 

 

  🥀 

 

 

 


Donghyuck se había mudado a Suiza. Vivía en una casa bastante modesta, la cual había conseguido luego de haber hablado y convencido a sus tíos para darle cierto dinero y propiedades a cambio de los hoteles Lee. Al fin había encontrado la estabilidad que tanto había buscado, sólo faltaba que Mark se mudara con él.

De pronto, alguien comenzó a tocar insistentemente la puerta de la casa. Donghyuck se levantó con pesadez del sillón en el que estaba recostado y fue a abrir sin pensar mucho. Palideció apenas vio de quién se trataba.

-¿Creíste que nunca te encontraría?

Donghyuck quiso cerrar la puerta, pero Lucas venía con sus guardaespaldas, así que le fue imposible si quiera intentar huir.

-Después de todo, torturar a Jaemin sirvió de mucho. Era un buen abogado – comentó Lucas, luego de que Donghyuck fuera atrapado por un guardaespaldas -Una pena, ¿no crees? - Lucas le mostró una foto del trozo de piel que tenía el tatuaje del dragón.

Donghyuck apretó los ojos con fuerza.

-Nadie nunca escapa de mí - Lucas le apuntó con su arma en la sien a lo que Donghyuck sostuvo la respiración -No te preocupes, no voy a asesinarte aún… vendrás conmigo.

-¡No! – el moreno comenzó a jalonearse buscando soltarse del agresivo agarre del guardaespaldas.

-Escucha, si no quieres que Mark sufra lo que tú, termina todo con él – ordenó Lucas.

-¿Q-qué?

-Tengo un coche bomba fuera de su casa, es sólo cuestión de dar la orden.

Donghyuck comenzó a lagrimar.

-Dile que todo fue un engaño, que planeabas asesinarlo en Suiza con ayuda de Jaemin – pausó y una enorme sonrisa se dibujó en su rostro -Que no vuelva a buscarte nunca más.

-¡¿Por qué eres tan cruel conmigo?! ¡Mis padres eran los culpables, yo no tengo nada que ver! – gritó Donghyuck.

Lucas se acercó a él y lo tomó fuertemente de la barbilla.

-Me perteneces, Donghyuck – dicho esto, lo besó con hambre -Ahora, será mejor que termines todo con él o si no… ¡boom! – Lucas comenzó a reírse a carcajadas.

Un guardaespaldas le entregó un celular a Donghyuck.

-No hace falta que digas que no sabes su número porque ya lo tengo grabado en ese teléfono.

Donghyuck tomó el aparato. Respiró profundo y trató de relajarse para sonar convincente, ¿qué acaso nunca podría ser feliz?

 

-¿Hola?

 

-¿M-mark?

 

 

 

Continuará…

14 de agosto de 2020

trigger - capítulo 9

 

Capítulo 9. Tira del gatillo

 

Mark despertó a consecuencia del aroma a huevos revueltos que inundaba el departamento. Con algo de pesadez, salió de la cama, tomó sus bóxers y caminó hacia la cocina en donde Donghyuck estaba preparando el desayuno.

El ambiente se sentía extraño, pero no incómodo.

-Hay café, por si quieres – comentó Donghyuck.

Mark asintió y bostezó. Tomó la cafetera y se sirvió un poco de su contenido en una taza que Donghyuck le dio.

-Estoy haciendo suficiente para ambos – indicó el moreno.

El mayor dirigió la vista hacia la sartén y luego a Donghyuck y nuevamente asintió para después dar un sorbo a su café. Regresó a la mesa.

-Sobre tus padres… - Mark intentaba buscar las palabras indicadas.

-Sospechaba de Lucas, pero igual sospechaba de ti. Jaemin, el abogado, me lo confirmó en cuanto te fuiste aquel día – pausó -Quise asesinar a Lucas primero y luego ir a por ti, pero descubrió mis planes y me mandó a matar. Jaemin fue el escogido para hacerlo únicamente porque estaba presente durante “mi juicio”. Al final se compadeció de mí.

-¿Se compadeció de la nada?

Donghyuck negó con la cabeza.

-Nuestras familias se conocían.

-Pareciera que no te afectó la muerte de tus padres – comentó Mark mientras comía algo de los huevos revueltos.

-Claro que sí, pero… Jaemin me explicó acerca de sus negocios con gente perturbada. Eso me hizo perder el poco cariño que les tenía.

-¿Y quién dirige los hoteles ahora?

-Mis tíos, supongo. La verdad no me interesa.

Continuaron desayunando en silencio. Cualquiera diría que nada había pasado entre ellos años atrás.

-Entonces, Jaemin y tú, ¿son…? – Mark no pudo contener más aquella pregunta.

-Nada, nos ayudamos mutuamente – pausó -¿Por qué viniste anoche?

Mark suspiró.

-Estaba estresado y con muchas cosas en la cabeza.

-¿Y tu novia? Digo, pudiste habértela cogido o buscado a alguien más; Johnny por ejemplo.

Mark soltó una risilla melancólica.

-Dejé a Chae Yeon, me estaba engañando con uno de mis ex empleados – suspiró -Y Johnny… no puedo, sólo es un amigo.

-Hasta que al fin se dignó a confesar sus sentimientos, qué pena que no sean correspondidos.

-S-sí… eso creo.

La tensión era evidente, al menos por parte de Mark, quien no dejaba de jugar con su desayuno.

-Donghyuck—

-No – interrumpió el otro -No digas nada. Escúchame.

Mark asintió algo confundido.

-Pronto me iré de Corea, es un riesgo seguir aquí. Lucas podría encontrarme en cualquier momento – pausó -Lamento todo lo que pasó, nunca quise que las cosas terminaran así. Sé que fue un terrible accidente, pero ambos hemos pagado por nuestros actos. Somos adultos y es momento de dejar el pasado en el pasado. Me disculpo por la idiotez de Jaemin, no tenía idea que haría algo así.

Mark seguía aturdido.

-¿A dónde irás? – era como si todo lo que Donghyuck le hubiera dicho no le importara.

-No pienso decirte.

-Entiendo. Pues… supongo que aquí nos despedimos.

-Así es.

Una vez que Mark terminó de vestirse, salió del departamento.

Ambos sabían que no sería la última vez que se verían. Lo que había pasado la noche anterior les había confundido demasiado, pero Donghyuck no quería profundizar más, así que prefirió cortar las cosas de tajo.

 

 

 

  🥀 

 

 

  DÍAS DESPUÉS  

 

Los días habían servido a Mark para reflexionar sobre su situación actual. Una idea descabellada rondaba su mente, pero no sabía si debería continuar con ella o desecharla.

No había vuelto a ver a Donghyuck, no sabía si ya se había ido o no y la duda ya no le dejaba descansar.

-¿Está Donghyuck? – preguntó Mark tras ser recibido por el abogado.

-¿Qué quieres con él? Ya déjalo en paz.

-Lo haré hasta que sea él mismo el que me lo pida.

El ambiente entre ellos se estaba tensando.

-¿Qué quieres, Mark? – la presencia de Donghyuck no logró destensar el ambiente.

-Necesito hablar contigo.

-Pero yo no… ya te dejé las cosas en claro – dijo mientras caminaba hacia el mayor.

-¿Cuándo te vas?

-Ven más tarde, como a las 12 am – susurró luego de haberse acercado a Mark -Déjame tranquilo – dicho esto, cerró la puerta.

Mark se quedó estático durante casi un minuto, tratando de carburar lo que Donghyuck le había dicho.

-Falta como 2 horas – bufó tras ver la hora en su celular.

Decidió quedarse por el rumbo, fue por algo de cenar. Mientras lo hacía, su mente daba vueltas con lo mismo. Luego de haber analizado su situación, había llegado a la conclusión de que se encontraba completamente solo.

Su hijo estaba a punto de irse a Estados Unidos a estudiar, además de que contaba con sus padres adoptivos en todo momento; su novia se había ido y Johnny… no podía corresponder sus sentimientos, así que no quería lastimarlo más.

Todo en su vida había girado en torno a Donghyuck, jurando vengarse de él cuando a pesar de las oportunidades que había tenido no había querido tirar del gatillo. Al contrario, había tomado una decisión más peligrosa, que sabía le confundiría tarde o temprano. Sabía que desarrollaría una enfermiza atracción hacia Donghyuck, pero aun así decidió continuar.

Estaba seguro que el moreno también sentía lo mismo, sino ya le hubiera puesto un alto y no le hubiera dicho que regresara, ¿no?

 

 

 

  🥀 

 

 


La mesa de la cocina fue testigo de sus besos y atracción incontrolable. De pronto, Donghyuck separó a Mark de sus labios, le tomó de las mejillas y le miró directamente a los ojos.

-Ven…vente conmigo – dijo agitado el moreno.

Mark le miró sorprendido. No respondió, simplemente le besó con pasión y continuó embistiéndolo hasta acabar.

-¿Fue en serio? – preguntó mientras ambos acomodaban sus ropas.

-Sí – contestó como si nada Donghyuck.

-Pero… ¿qué? ¿Cómo? Es decir—

Donghyuck suspiró.

-¿Qué sientes por mí?

Mark le miró con terror y confusión. ¿A dónde quería llegar con aquella pregunta?

-Es… no—

-Está bien, yo primero – interrumpió el menor -Quizás tanto tiempo en aquella clínica para enfermos mentales me dejó mal, pero… - suspiró -Me atraes demasiado, me provocas una excitación que nunca había sentido. La manera en la que me tocas, el control que tienes sobre mí... Me has causado dolor, pero igual placer y quiero más de eso porque sé que sólo tú puedes dármelo.

Mark estaba estupefacto. La sinceridad y seriedad de Donghyuck eran envidiables.

-¿Me estás tendiendo una trampa o–? – llevó una mano hacia el arma que traía sujeta al cinturón de su pantalón.

-Aquella noche en la mansión de Lucas fui yo quien le suplicó que te llamara, en verdad necesitaba sentirte otra vez y sabía que no optarías por asesinar a un chico desconocido. Luego acudí a Jaemin para hallar tu dirección y regresar a tu vida. Si en verdad no sintieras nada por mí, me hubieras asesinado desde hace mucho tiempo atrás.

Mark tardó algunos segundos en terminar de comprender lo dicho por Donghyuck. Sonrió y se acercó a él.

-Aún pienso en lo que me dijiste aquella noche en la mansión: “cuando se trate de ti, yo siempre tendré el control” – agregó el moreno.

-Mierda, cómo puedes hablar así, sin vergüenza – lo tomó con fuerza de las mejillas -Somos un par de enfermos. Nos hemos arruinado la vida tantas veces.

-El caos nos define.

Ambos se sumieron en una profunda guerra de besos que casi termina en otra sesión de sexo sino hubiera sido por Donghyuck.

-Entonces… ¿qué dices? – cuestionó el menor.

 

 

Continuará…

6 de agosto de 2020

trigger - capítulo 8


Capítulo 8. Tocando fondo

 

Llegó a su casa cerca de las 8 de la noche; se le hizo extraño ver un auto deportivo estacionado cerca de la entrada. Luego de meter su auto al garaje, ingresó a su propiedad y fue directamente a su habitación, quería hablar con su novia.

De pronto, se detuvo cuando escucho unos gemidos provenir del lugar; abrió lentamente la puerta y, efectivamente, su novia estaba en la cama con uno de sus ex empleados del restaurante.

Y la bomba de tiempo que Mark era en esos momentos, explotó. Le dio un fuerte puñetazo al chico, dejándolo casi inconsciente; luego lo arrastró hasta sacarlo de la habitación. Después, tomó con fuerza del brazo a su novia y también la sacó del cuarto.

Ambos estaban desnudos, pero poco le importó a Mark. Estaba que se lo llevaba el mismísimo demonio.

Lanzó las pertenencias de la chica por el balcón y a punta de pistola les amenazó para que se fueran de la casa.

No quería escuchar explicaciones ni excusas. Sabía que su ex empleado y Chae Yeon eran cercanos y llegó a sospechar algo ente ellos, pero eligió confiar en su novia. Qué tonto había sido.

Fue al sótano y sacó las botellas que había escondido para no tener problemas con la chica. Se dispuso a beber y fumar hasta no poder más.

Sentía que había tocado fondo y no sabía cómo salir…

 

 

  🥀 

 

 

  DÍAS DESPUÉS  

 

-Mierda, Mark, ¿cuánto tiempo llevas así?

La voz de Johnny despertó al desastre que Mark era.

-Has te tener una resaca del demonio – agregó el alto -Además de apestar a uno.

-¿Qué haces aquí? – murmuró Mark intentado incorporarse. Se había quedado dormido en el suelo entre botellas de alcohol, latas de cerveza, colillas de cigarro y algunas envolturas de frituras a medio comer.

-Estaba cansado de tu tonta ley del hielo, así que intenté contactar a Chae Yeon, y me dijo que… terminaron.

-Es una puta – exclamó -La cabeza me está matando...

-Ve a darte un baño, te ayudaré con esa resaca.

-Thanks, man – murmuró Mark tambaleándose hacia el baño.

Johnny le miró con tristeza.

-Basta, Johnny, tienes que seguir adelante – se dijo para sí mismo y luego se dispuso a recoger el tiradero de su amigo.

 

 

 

  🥀 

 


 

-Pero, ¿cómo demonios escapó de Lucas? – cuestionó Johnny luego de que Mark le contara lo que había averiguado tras ir al departamento de Donghyuck.

-No tengo idea… - bufó.

-¿Y qué piensas hacer? ¿Dejarlo en paz?

-Siento que cada vez que me acerco a él, todo en mi vida pierde balance, todo se arruina.

-Entonces ya es momento de dejar el pasado en el pasado. Los dos ya sufrieron y pagaron por sus errores.

-Lo sé – Mark se soltó del agarre que Johnny tenía en sus manos -Te dije que no te enamoraras de mí.

Johnny soltó un suspiro y luego sonrió.

-Ya lo estaba desde mucho antes de aquella noche…

El más alto cortó la distancia y depositó sus labios sobre los de Mark, el cual no correspondió a su beso, causando que el otro se separaba incómodamente.

-Perdón, Johnny.

-No te preocupes – murmuró el aludido -Bueno, creo que… mejor me voy. Hablamos luego.

Mark se limitó a asentir.

Luego de que su amigo se fuera, se recostó en el mueble y miró al techo; no sabía por dónde comenzar a pensar.

-Soy un caso perdido… - murmuró para después tomar las llaves de su auto y salir de la casa.

 

 

 

  🥀 

 

 

 

Mark había llegado al condominio donde vivía Donghyuck. Dirigió la mirada hacia la ventana de su habitación; la luz estaba apagada.

De pronto, un auto se estacionó en la puerta del edificio y de este bajó Donghyuck.

El pulso de Mark se aceleró al verlo. Rápidamente apagó su cigarrillo para no llamar la atención. Esperó a que el moreno ingresara al edificio.

La luz de la habitación se encendió y esa fue la señal que Mark estaba esperando para salir de su auto y entrar al lugar.

Tocó la puerta y una vez que Donghyuck abrió, le cubrió la boca e ingresó a la fuerza al departamento.

-¿Está el abogado? – le preguntó una vez que lo tuvo acorralado entre la puerta y su cuerpo.

Donghyuck negó con la cabeza.

-¿Q-qué quieres? – cuestionó Donghyuck apenas Mark liberó su boca.

El aludido no dijo más, lo tomó con fuerza del rostro y lo besó con hambre. Donghyuck comenzó a luchar para separarlo de su cuerpo.

-Hueles bien… demasiado bien – susurró el mayor en el oído del otro para después lamerlo con lascivia.

Donghyuck sintió sus piernas flaquear. Su piel comenzó a erizarse y su respiración a acelerarse.

-¿Por qué haces esto? ¿Qué buscas? – preguntó el moreno.

-Tener el control. Tenerte en mis manos - dicho esto, Mark volvió a besarlo.

Ambos se dirigieron a la habitación, dejando la ropa a su paso. Era como si sus cuerpos se recordaran. El momento era diferente a los demás, este tenía algo distinto; una intensidad y emociones inexplicables.

Por primera vez, Mark estaba preocupado por el placer de Donghyuck, no quería apresurar nada. Necesitaba disfrutar plenamente de aquella situación.

-Ah… tienes… más tatuajes – comentó Donghyuck entre jadeos.

-Qué observador – dijo Mark aumentando el ritmo de sus caderas.

-C-cómo olvidarme de ellos – tomó el rostro del otro y besó sus labios con dedicación.

Una lluvia inesperada comenzó a caer, haciendo el momento aún más emotivo. La lujuria, atracción y algo más perduró durante parte de la madruga, hasta que sus cuerpos quedaron saciados.

 

 

Continuará…