Cap铆tulo 8. Tocando fondo
Lleg贸 a su casa cerca de las 8 de la noche; se le
hizo extra帽o ver un auto deportivo estacionado cerca de la entrada. Luego de
meter su auto al garaje, ingres贸 a su propiedad y fue directamente a su
habitaci贸n, quer铆a hablar con su novia.
De pronto, se detuvo cuando escucho unos gemidos
provenir del lugar; abri贸 lentamente la puerta y, efectivamente, su novia
estaba en la cama con uno de sus ex empleados del restaurante.
Y la bomba de tiempo que Mark era en esos momentos,
explot贸. Le dio un fuerte pu帽etazo al chico, dej谩ndolo casi inconsciente; luego
lo arrastr贸 hasta sacarlo de la habitaci贸n. Despu茅s, tom贸 con fuerza del brazo
a su novia y tambi茅n la sac贸 del cuarto.
Ambos estaban desnudos, pero poco le import贸 a
Mark. Estaba que se lo llevaba el mism铆simo demonio.
Lanz贸 las pertenencias de la chica por el balc贸n y
a punta de pistola les amenaz贸 para que se fueran de la casa.
No quer铆a escuchar explicaciones ni excusas. Sab铆a
que su ex empleado y Chae Yeon eran cercanos y lleg贸 a sospechar algo ente
ellos, pero eligi贸 confiar en su novia. Qu茅 tonto hab铆a sido.
Fue al s贸tano y sac贸 las botellas que hab铆a
escondido para no tener problemas con la chica. Se dispuso a beber y fumar
hasta no poder m谩s.
Sent铆a que hab铆a tocado fondo y no sab铆a c贸mo
salir…
— 馃 —
— D脥AS
DESPU脡S —
-Mierda, Mark, ¿cu谩nto tiempo llevas as铆?
La voz de Johnny despert贸 al desastre que Mark era.
-Has te tener una resaca del demonio – agreg贸 el
alto -Adem谩s de apestar a uno.
-¿Qu茅 haces aqu铆? – murmur贸 Mark intentado
incorporarse. Se hab铆a quedado dormido en el suelo entre botellas de alcohol,
latas de cerveza, colillas de cigarro y algunas envolturas de frituras a medio
comer.
-Estaba cansado de tu tonta ley del hielo, as铆 que
intent茅 contactar a Chae Yeon, y me dijo que… terminaron.
-Es una puta – exclam贸 -La cabeza me est谩
matando...
-Ve a darte un ba帽o, te ayudar茅 con esa resaca.
-Thanks, man – murmur贸 Mark tambale谩ndose hacia el
ba帽o.
Johnny le mir贸 con tristeza.
-Basta, Johnny, tienes que seguir adelante – se
dijo para s铆 mismo y luego se dispuso a recoger el tiradero de su amigo.
— 馃 —
-Pero, ¿c贸mo demonios escap贸 de Lucas? – cuestion贸
Johnny luego de que Mark le contara lo que hab铆a averiguado tras ir al
departamento de Donghyuck.
-No tengo idea… - buf贸.
-¿Y qu茅 piensas hacer? ¿Dejarlo en paz?
-Siento que cada vez que me acerco a 茅l, todo en mi
vida pierde balance, todo se arruina.
-Entonces ya es momento de dejar el pasado en el
pasado. Los dos ya sufrieron y pagaron por sus errores.
-Lo s茅 – Mark se solt贸 del agarre que Johnny ten铆a
en sus manos -Te dije que no te enamoraras de m铆.
Johnny solt贸 un suspiro y luego sonri贸.
-Ya lo estaba desde mucho antes de aquella noche…
El m谩s alto cort贸 la distancia y deposit贸 sus
labios sobre los de Mark, el cual no correspondi贸 a su beso, causando que el otro
se separaba inc贸modamente.
-Perd贸n, Johnny.
-No te preocupes – murmur贸 el aludido -Bueno, creo
que… mejor me voy. Hablamos luego.
Mark se limit贸 a asentir.
Luego de que su amigo se fuera, se recost贸 en el
mueble y mir贸 al techo; no sab铆a por d贸nde comenzar a pensar.
-Soy un caso perdido… - murmur贸 para despu茅s tomar
las llaves de su auto y salir de la casa.
— 馃 —
Mark hab铆a llegado al condominio donde viv铆a
Donghyuck. Dirigi贸 la mirada hacia la ventana de su habitaci贸n; la luz estaba
apagada.
De pronto, un auto se estacion贸 en la puerta del
edificio y de este baj贸 Donghyuck.
El pulso de Mark se aceler贸 al verlo. R谩pidamente
apag贸 su cigarrillo para no llamar la atenci贸n. Esper贸 a que el moreno
ingresara al edificio.
La luz de la habitaci贸n se encendi贸 y esa fue la
se帽al que Mark estaba esperando para salir de su auto y entrar al lugar.
Toc贸 la puerta y una vez que Donghyuck abri贸, le
cubri贸 la boca e ingres贸 a la fuerza al departamento.
-¿Est谩 el abogado? – le pregunt贸 una vez que lo
tuvo acorralado entre la puerta y su cuerpo.
Donghyuck neg贸 con la cabeza.
-¿Q-qu茅 quieres? – cuestion贸 Donghyuck apenas Mark
liber贸 su boca.
El aludido no dijo m谩s, lo tom贸 con fuerza del
rostro y lo bes贸 con hambre. Donghyuck comenz贸 a luchar para separarlo de su
cuerpo.
-Hueles bien… demasiado bien – susurr贸 el mayor en
el o铆do del otro para despu茅s lamerlo con lascivia.
Donghyuck sinti贸 sus piernas flaquear. Su piel
comenz贸 a erizarse y su respiraci贸n a acelerarse.
-¿Por qu茅 haces esto? ¿Qu茅 buscas? – pregunt贸 el
moreno.
-Tener el control. Tenerte en mis manos - dicho
esto, Mark volvi贸 a besarlo.
Ambos se dirigieron a la habitaci贸n, dejando la
ropa a su paso. Era como si sus cuerpos se recordaran. El momento era diferente
a los dem谩s, este ten铆a algo distinto; una intensidad y emociones
inexplicables.
Por primera vez, Mark estaba preocupado por el
placer de Donghyuck, no quer铆a apresurar nada. Necesitaba disfrutar plenamente
de aquella situaci贸n.
-Ah… tienes… m谩s tatuajes – coment贸 Donghyuck entre
jadeos.
-Qu茅 observador – dijo Mark aumentando el ritmo de
sus caderas.
-C-c贸mo olvidarme de ellos – tom贸 el rostro del
otro y bes贸 sus labios con dedicaci贸n.
Una lluvia inesperada comenz贸 a caer, haciendo el
momento a煤n m谩s emotivo. La lujuria, atracci贸n y algo m谩s perdur贸 durante parte
de la madruga, hasta que sus cuerpos quedaron saciados.
Continuar谩…
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