6 de agosto de 2020

trigger - cap铆tulo 8


Cap铆tulo 8. Tocando fondo

 

Lleg贸 a su casa cerca de las 8 de la noche; se le hizo extra帽o ver un auto deportivo estacionado cerca de la entrada. Luego de meter su auto al garaje, ingres贸 a su propiedad y fue directamente a su habitaci贸n, quer铆a hablar con su novia.

De pronto, se detuvo cuando escucho unos gemidos provenir del lugar; abri贸 lentamente la puerta y, efectivamente, su novia estaba en la cama con uno de sus ex empleados del restaurante.

Y la bomba de tiempo que Mark era en esos momentos, explot贸. Le dio un fuerte pu帽etazo al chico, dej谩ndolo casi inconsciente; luego lo arrastr贸 hasta sacarlo de la habitaci贸n. Despu茅s, tom贸 con fuerza del brazo a su novia y tambi茅n la sac贸 del cuarto.

Ambos estaban desnudos, pero poco le import贸 a Mark. Estaba que se lo llevaba el mism铆simo demonio.

Lanz贸 las pertenencias de la chica por el balc贸n y a punta de pistola les amenaz贸 para que se fueran de la casa.

No quer铆a escuchar explicaciones ni excusas. Sab铆a que su ex empleado y Chae Yeon eran cercanos y lleg贸 a sospechar algo ente ellos, pero eligi贸 confiar en su novia. Qu茅 tonto hab铆a sido.

Fue al s贸tano y sac贸 las botellas que hab铆a escondido para no tener problemas con la chica. Se dispuso a beber y fumar hasta no poder m谩s.

Sent铆a que hab铆a tocado fondo y no sab铆a c贸mo salir…

 

 

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  D脥AS DESPU脡S  

 

-Mierda, Mark, ¿cu谩nto tiempo llevas as铆?

La voz de Johnny despert贸 al desastre que Mark era.

-Has te tener una resaca del demonio – agreg贸 el alto -Adem谩s de apestar a uno.

-¿Qu茅 haces aqu铆? – murmur贸 Mark intentado incorporarse. Se hab铆a quedado dormido en el suelo entre botellas de alcohol, latas de cerveza, colillas de cigarro y algunas envolturas de frituras a medio comer.

-Estaba cansado de tu tonta ley del hielo, as铆 que intent茅 contactar a Chae Yeon, y me dijo que… terminaron.

-Es una puta – exclam贸 -La cabeza me est谩 matando...

-Ve a darte un ba帽o, te ayudar茅 con esa resaca.

-Thanks, man – murmur贸 Mark tambale谩ndose hacia el ba帽o.

Johnny le mir贸 con tristeza.

-Basta, Johnny, tienes que seguir adelante – se dijo para s铆 mismo y luego se dispuso a recoger el tiradero de su amigo.

 

 

 

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-Pero, ¿c贸mo demonios escap贸 de Lucas? – cuestion贸 Johnny luego de que Mark le contara lo que hab铆a averiguado tras ir al departamento de Donghyuck.

-No tengo idea… - buf贸.

-¿Y qu茅 piensas hacer? ¿Dejarlo en paz?

-Siento que cada vez que me acerco a 茅l, todo en mi vida pierde balance, todo se arruina.

-Entonces ya es momento de dejar el pasado en el pasado. Los dos ya sufrieron y pagaron por sus errores.

-Lo s茅 – Mark se solt贸 del agarre que Johnny ten铆a en sus manos -Te dije que no te enamoraras de m铆.

Johnny solt贸 un suspiro y luego sonri贸.

-Ya lo estaba desde mucho antes de aquella noche…

El m谩s alto cort贸 la distancia y deposit贸 sus labios sobre los de Mark, el cual no correspondi贸 a su beso, causando que el otro se separaba inc贸modamente.

-Perd贸n, Johnny.

-No te preocupes – murmur贸 el aludido -Bueno, creo que… mejor me voy. Hablamos luego.

Mark se limit贸 a asentir.

Luego de que su amigo se fuera, se recost贸 en el mueble y mir贸 al techo; no sab铆a por d贸nde comenzar a pensar.

-Soy un caso perdido… - murmur贸 para despu茅s tomar las llaves de su auto y salir de la casa.

 

 

 

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Mark hab铆a llegado al condominio donde viv铆a Donghyuck. Dirigi贸 la mirada hacia la ventana de su habitaci贸n; la luz estaba apagada.

De pronto, un auto se estacion贸 en la puerta del edificio y de este baj贸 Donghyuck.

El pulso de Mark se aceler贸 al verlo. R谩pidamente apag贸 su cigarrillo para no llamar la atenci贸n. Esper贸 a que el moreno ingresara al edificio.

La luz de la habitaci贸n se encendi贸 y esa fue la se帽al que Mark estaba esperando para salir de su auto y entrar al lugar.

Toc贸 la puerta y una vez que Donghyuck abri贸, le cubri贸 la boca e ingres贸 a la fuerza al departamento.

-¿Est谩 el abogado? – le pregunt贸 una vez que lo tuvo acorralado entre la puerta y su cuerpo.

Donghyuck neg贸 con la cabeza.

-¿Q-qu茅 quieres? – cuestion贸 Donghyuck apenas Mark liber贸 su boca.

El aludido no dijo m谩s, lo tom贸 con fuerza del rostro y lo bes贸 con hambre. Donghyuck comenz贸 a luchar para separarlo de su cuerpo.

-Hueles bien… demasiado bien – susurr贸 el mayor en el o铆do del otro para despu茅s lamerlo con lascivia.

Donghyuck sinti贸 sus piernas flaquear. Su piel comenz贸 a erizarse y su respiraci贸n a acelerarse.

-¿Por qu茅 haces esto? ¿Qu茅 buscas? – pregunt贸 el moreno.

-Tener el control. Tenerte en mis manos - dicho esto, Mark volvi贸 a besarlo.

Ambos se dirigieron a la habitaci贸n, dejando la ropa a su paso. Era como si sus cuerpos se recordaran. El momento era diferente a los dem谩s, este ten铆a algo distinto; una intensidad y emociones inexplicables.

Por primera vez, Mark estaba preocupado por el placer de Donghyuck, no quer铆a apresurar nada. Necesitaba disfrutar plenamente de aquella situaci贸n.

-Ah… tienes… m谩s tatuajes – coment贸 Donghyuck entre jadeos.

-Qu茅 observador – dijo Mark aumentando el ritmo de sus caderas.

-C-c贸mo olvidarme de ellos – tom贸 el rostro del otro y bes贸 sus labios con dedicaci贸n.

Una lluvia inesperada comenz贸 a caer, haciendo el momento a煤n m谩s emotivo. La lujuria, atracci贸n y algo m谩s perdur贸 durante parte de la madruga, hasta que sus cuerpos quedaron saciados.

 

 

Continuar谩…

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