1 de junio de 2021

Call U Mine - Capítulo 4 (final)


Capítulo 4. Disculpa y recompensa

 

-¡¿En qué estabas pensando?! – regañó Taeil.

-Es un beta, no debe pasar nada, ¿o sí? – respondió Doyoung, sobándose la parte afectada, la cual había sido atendida por Taeil, la persona en la quien más confiaba.

-¡No lo sé! Nunca había escuchado ni visto algo así – respondió el otro, guardando lo utilizado en el botiquín de primeros auxilios.

-Bueno, tomaré las pastillas por si acaso—

-No – Taeil le arrebató el frasco -Creo que tienes un problema más grande.

-Pero, ¿qué tal si quedé embarazado?

-Has estado tomando demasiadas pastillas, prácticamente diario, estás poniendo en riesgo tu salud por no querer usar condón.

-Sí he usado, pero… – pausó, tratando de encontrar las palabras correctas para explicarse -Esta vez, Taeyong—

-¿Taeyong? ¿Te estás acostando con el chico al que tanto humillabas?

Doyoung asintió.

-¿Qué demonios…? ¿No me digas que él fue—

-Sí, fue él. Espera, ¿a dónde vas? – cuestionó apenas vio a Taeil tomar la perilla de la puerta de su habitación, dispuesto a abandonarla.

-Tu padre tiene que saber esto – contestó el aludido, girando la perilla.

-¡No! Sería decepcionarlo aún más. Soy su único hijo y resulté ser un omega – murmuró con tristeza.

-Sabes que no le interesa, sólo quiere lo mejor para ti – explicó Taeil.

No era mentira, el padre de Doyoung adoraba a su hijo; lo había criado solo luego de una desagradable relación con un alfa, quien únicamente se había fijado en él por su dinero. Doyoung pensaba que, por haber resultado omega, su padre se sentiría avergonzado, pero eso era una idea errónea que él se había creado en la cabeza.

-No digas nada, Taeil. Por favor – suplicó.

-¿Y qué piensas hacer? No hay forma de deshacer el vínculo.

-S-sólo deja que hable con Taeyong, ¿sí?

Taeil suspiró y asintió.

-Ahora, dame el frasco que no quiero más problemas, por favor – extendió la mano.

El chofer hizo una mueca y le dio el frasco y luego le sirvió un vaso con agua.

 

 

 

ʚɞ

 

 

 

Taeyong se encontraba en la sala de espera de aquella clínica. Estaba nervioso y ansioso; el cargo de consciencia por haber mordido a Doyoung le estaba comiendo vivo, pues no lo había visto en días, no había asistido a clases y tampoco tenía cómo contactarlo. Estaba realmente preocupado.

-Aquí están los resultados – anunció la enfermera.

-G-gracias.

-Debo confesar que muy pocas veces he visto casos así, pero me alegro por ti. Aunque sé que no suena bien, pero ahora tendrás más oportunidades – explicó la mujer.

Taeyong asintió y sin más salió de la clínica y se sentó en una de las sillas que había afuera.

 

Resultado:

Beta con reasignación a: α (alfa)

 

Con fuerza, estrujó el papel contra su pecho.

Luego de aquella situación con Doyoung, fue directo a una clínica para realizarse el segundo análisis que los betas debían hacerse a los 20 años para comprobar si había algún cambio, pues no se le hacía normal aquella insana atracción que tenía hacia las feromonas de Doyoung, además de que su madre le había estado presionando con ello.

Ahora, una pregunta no podía dejar de rondar su mente, ¿cuándo volvería a ver a Doyoung?

 

 

 

ʚɞ

 

 

 

Tras llegar a casa, luego de la jornada escolar, Taeyong lanzó su mochila al suelo; nuevamente Doyoung no había asistido a clase y la dirección se había negado a darle su dirección, a pesar de haber puesto de pretexto que la necesitaba para un trabajo en equipo.

De pronto, sonó el timbre. Desganado, la abrió, pensando que serían su madre y su hermano. Su corazón dio un vuelco cuando vio de quién se trataba.

-Ya sé que me dijiste que no era bienvenido, pero—

-Entra – Taeyong prácticamente jaló a Doyoung hacia dentro de la casa.

-¿Qué pasa?

-No sé cómo vas a tomar esto, pero… - suspiró -Me hice los segundos análisis de los betas, sabes cuáles son, ¿no?

Doyoung asintió.

-Resultó que soy un alfa.

-¿Qué? – exclamó Doyoung, tratando de procesar aquella información.

-Por eso me traes loco con tus feromonas, por eso te sentías raro cada vez que teníamos relaciones, por eso te mordí – lo último prefirió susurrarlo.

Doyoung le lanzó un puñetazo.

-Bueno, supongo que me lo merecía – dijo Taeyong, sobándose la barbilla.

-En verdad que estoy jodido – bufó, estaba furioso.

-¿Alguna vez lo sentiste?

Doyoung negó con la cabeza.

-Pensé que era tu hermano – contestó, sentándose en uno de los sillones de la sala. Estaba mareado.

Taeyong se sentó junto a Doyoung.

-Hay algo que debo confesar—

-¡¿Hay más?! – gritó Doyoung.

El ahora alfa se aclaró la garganta.

-Jaehyun… - tragó fuerte -Tiene un raro padecimiento que no le permite sentir las feromonas de los omegas.

-¡¿Ah?! ¿Y por qué hasta ahora me lo dices?

-No tengo idea, estaba muy confundido y sólo pensaba en… bueno, tu cuerpo.

Doyoung no dijo nada, ni hacía contacto visual, desesperando en demasía al nuevo alfa.

-Creo que los cambios comenzaron aquel día en el que me estabas golpeando y llegó Jaehyun, probablemente lo notaste y pensaste que era mi hermanito, cuando en realidad era yo.

Doyoung levantó la mirada. Taeyong sintió su pulso acelerarse, aquel omega en verdad le tenía atrapado.

-¿Quieres decir que todos los encuentros que tuvimos fueron porque tú—

Taeyong lo tomó de la barbilla.

-Porque yo soy quien te hace entrar en celo, no…espera - se acercó más a él -Porque yo soy eso que llamas pareja destinada.

-¿No que no creías en eso? – levantó un ceja.

-No lo hago, pero ya no hay vuelta atrás. Ya te mordí.

Doyoung rodó los ojos y quiso alejarse, pero Taeyong se lo impidió.

-Cuando te dije que me gustabas, fue en serio.

-¿Cómo puede gustarte alguien que te trató mal desde que te conoció?

-No lo sé, simplemente pasó – y sin más, terminó acabando con el espacio que les separaba para besarlo lentamente.

Doyoung no correspondió al principio, Taeyong profundizó el beso y ahí fue cuando el omega le siguió el ritmo.

-¿Podemos al fin hacerlo en una cama? Estoy cansado de lugares raros – se quejó Doyoung apenas Taeyong le recostó en el sofá.

El alfa sonrió y se quitó de encima del otro, para después extenderle la mano.

-Vamos a mi habitación. No te preocupes, no hay nadie.

Doyoung sonrió y lo tomó de la mano.

 


 

ʚɞ

 

 

 

-Así que… te acostabas con alfas para ocultar tus feromonas de omega – comentó Taeyong, mientras envolvía en un posesivo abrazo a Doyoung.

Ambos estaban recostados en la cama del alfa. Doyoung quiso “escapar” tras haber culminado con sesión de sexo, pero Taeyong no se lo permitió.

-Era eso o ser descubierto – comentó el omega, no muy cómodo con aquel abrazo.

-¿Y cómo es que ninguno habló?

-El poder del dinero y una que otra amenaza – Doyoung continuó moviéndose, tratando de soltarse.

-Y ahora, ¿qué harás? Todo el mundo podrá ver la marca en tu nuca – agregó Taeyong, divertido con las acciones de Doyoung.

-Ya no hay porqué ocultar que soy un omega, estoy unido a ti quiera o no – bufó con molestia.

Taeyong no pudo ocultar su sonrisa.

-Sobre eso… – pausó -En verdad lo siento, fue muy egoísta de mi parte – explicó, acariciando con suavidad la mejilla de Doyoung.

El aludido detuvo sus movimientos y le miró fijamente.

-Demasiado diría yo.

-Lo lamento – insistió Taeyong -No tomé en cuenta tus sentimientos y—

Las palabras del alfa fueron interrumpidas por los labios del omega; fue un beso suave y lento, en el ambos disfrutaron de la boca del otro.

-Acepto tus disculpas – dijo Doyoung apenas se separó de los labios de Taeyong- Ahora… déjame dormir.

El alfa asintió y lo abrazó aún más fuerte, dejando que el sueño venciera a ambos.

Y como dicen por ahí: “del odio al amor hay un paso” o… ¿una mordida?

 

F I N

 

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