29 de diciembre de 2019

Dynamite: Flammable - Capítulo 6 (final)



Capítulo 6: Quemados


-Creo que es lo mejor, para ambos – explicó Jungwoo.

Yuta dejó sus cubiertos sobre el plato. Habían salido a cenar pues ambos coincidieron en que necesitaban platicar sobre su “relación”.

-Es por Lucas, ¿verdad?

Jungwoo asintió sin mirar a los ojos al mayor.

-Sabía que pasaría tarde o temprano. Es de tu edad, era obvio que cubriría lo que yo no.

-No digas eso – interrumpió Jungwoo -Si estoy terminando contigo es porque—

-¿Ya estás con él? – Yuta se atrevió a preguntar.

El menor le miró sorprendido.

-Lo estás – murmuró Yuta con una sonrisa algo melancólica.


|Flashback|

Una noche, Lucas había ido a visitar a Jungwoo. Luego de una intensa sesión de sexo, encendieron a chimenea, Jungwoo preparó algo de chocolate caliente con malvaviscos y se dispusieron a disfrutar de la tranquilidad que les causaba escuchar cómo se quemaba la leña.

-¿Puedo preguntarte algo? – cuestionó Lucas.

Jungwoo asintió, dándole un sorbo a su chocolate.

-¿Qué pasó con tu mamá?

El mayor cambió su expresión a una cargada de tristeza.

-Murió cuando yo era un niño. Fue un accidente de auto; estaba regresando de hacer unas compras cuando un sujeto ebrio invadió el carril y chocó de frente contra el auto en el que iba mi madre. Tanto ella como el chofer fallecieron en el hospital.

-Lo siento – murmuró.

-Sufrí muchísimo su partida. Éramos muy unidos – pausó -Luego de eso, mi papá se deprimió por muchos años y fui enviado a estudiar a un internado en el extranjero. Cuando regresé, ya estaba casado con Hyoyeon. De inmediato supe que era una víbora, pero el ver a mi papá sonreír de nuevo, hizo que pasara por alto todas sus infidelidades y mentiras.

-Tu papá… ¿nunca ha sospechado?

-Jamás. Está cegado por ella. A veces me arrepiento por haber callado tantas cosas.

-Pues ya puedes desenmascararla – exclamó -Y… a mí también.

-No diré nada sobre ti.

-¿Por qué?

-Con una condición – interrumpió el mayor.

-¿Cuál?

-Te quedas conmigo y SÓLO conmigo.

-¿Estás proponiendo que tengamos una relación?

-El tiempo lo decidirá, pero mientras nos conocemos sólo quiero que estés conmigo. ¿Quedó claro?

-¿Y Yuta?

Jungwoo suspiró.

-Hablaré con él.

-Bueno, en ese caso, estoy de acuerdo – le extendió la mano.

Jungwoo se acercó y le besó la frente. Lucas quedó sumamente sorprendido por aquel gesto; lo tomó de las mejillas y lo besó suavemente; aquel beso se fue intensificando poco a poco, se recostaron lentamente en la alfombra en la que estaban sentados y sellaron aquel extraño “contrato” con otra sesión de sexo más.

|Fin del flashback|


-Sí, lo estoy – respondió Jungwoo, observando su comida, sin muchas ganas de querer probar bocado.

-Está bien, después de todo lo de nosotros nunca hubiera sido posible.

-Por mi papá, lo sé.

La conversación cambió a una más casual y menos tensa. Tras terminar de cenar, se despidieron con un fuerte abrazo y cada quien partió hacia su destino en su respectivo auto.
Jungwoo se sentía más tranquilo al saber que ya no tendría que ocultar más lo que sentía por Lucas, porque sí, el moreno poco a poco le estaba robando el aliento.





💘






-¿Qué está pasando? – preguntó Lucas tras ingresar a la agencia y ver a varios policías.

-No lo sé, joven. Pero es algo serio, llegó un detective y los abogados de la empresa; llevan horas encerrados en la oficina del jefe – explicó un guardia.

-Se llevarán a Hyoyeon.

-Jungwoo – exclamó Lucas tras dar la media vuelta y ver al mencionado -Espera, ¿qué?

-Hice lo mejor para mi familia.

Lucas lo abrazó.

-Estoy orgulloso de ti – dijo con alegría -Dime que no me metiste en líos – murmuró en su oído.

-No lo hice, siempre y cuando cumplas con la condición que te puse.

-Lo haré, lo prometí.

Mientras se separaban, la puerta de la sala de juntas se abrió. Los tiburones de la empresa salieron primero, luego los abogados y por último el detective acompañado por un par de policías que llevaban a Hyoyeon esposada.

Todo el personal de la empresa quedó atónito ante la escena.

Jungwoo y Hyoyeon chocaron miradas; la chica tenía el maquillaje corrido por tanto llorar.

-¡Eres un maldito! – gritó la mujer forcejeando para escapar y lanzarse sobre su hijastro.

-¡Si tocas a mi hijo te irá peor! – gritó el padre de Jungwoo.

La mujer fue sacada a rastras de la agencia y metida casi a la fuerza a una patrulla. Estaba en calidad de detenida por fraude y desvío de fondos.

-Papá – Jungwoo llamó al señor -¿Estás bien?

-No, estoy decepcionado y me siento un idiota por haber confiado en ella, pero tendrá su merecido; de eso estoy seguro. Gracias por haberme contado todo, hijo. Entiendo la posición en la que estabas y no quiero que te sientas mal ni te eches la culpa de nada.

-Gracias, pá.

-Esa mujer está loca, mira que seguía insistiendo con que Yuta y tú tenían una relación, y que Lucas era su cómplice.

-Es una mentirosa.

-Lo sé, siempre te tuvo envidia.

-Señor, necesitamos que nos acompañe para comenzar a tramitar el divorcio – interrumpió un abogado.

-Claro, ya voy. Nos vemos luego, chicos – se despidió.

Jungwoo lanzó un largo suspiro de alivio.

-Hay secretos que es mejor que permanezcan escondidos, ¿no crees? – comentó Lucas.
Jungwoo asintió.

-Muero de hambre, ¿te parece si vamos a desayunar? – propuso el menor.

-¿Tú invitas?

-Claro, pero tú pagas la cena.

-Trato hecho.

Lucas lo tomó de la mano y ambos caminaron hacia el estacionamiento.

Uno había encendido el fuego, otro había jugado con él y ambos habían terminado quemados.



F I N

Copyright © 2019 Kang. Prohibida su copia, adaptación y/o redistribución.

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Gracias por leer.

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¡Feliz año 2020!

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Dynamite: Flammable - Capítulo 5



Capítulo 5: Venganza


[Al día siguiente]

Jungwoo estaba bajando de su auto cuando vio que el de Lucas se estacionaba a toda prisa junto al suyo.

-¡¿Lo disfrutaste?! – gritó Lucas mientras salía de su auto.

-¿De qué hab—? ¿Nos viste? ¿Te gustó?

Lucas lo tomó de la camisa.

-Aún tengo el vídeo. Puedo destruirte en cualquier momento.

-No me das miedo.

Lucas abrió la puerta trasera de su auto y lanzó a Jungwoo dentro de este.

-¿Qué? ¿Te pone mal saber que no fuiste suficiente para tu minita de oro? – preguntó el mayor.

Lucas lo besó con fiereza. Jungwoo correspondió con la misma intensidad. Sus labios ardían, pero poco les importaba. Jungwoo se puso sobre las piernas del moreno.

-Hazme gritar de placer – susurró en el oído del menor.

Tras escuchar aquello, Lucas comenzó a desabrocharle el pantalón a toda prisa. Jungwoo sonrió enormemente.







💘







El celular de Hyoyeon comenzó a sonar. La chica se despertó con pesadez y miró la pantalla; era su hijastro.


-¿Qué quieres? Apenas son las 10 de la ma—


-¡Ah… Lucas! Unh… sí… más… fuerte.

-J-jungwoo n-no te muevas así.


La chica cortó la llamada y lanzó su celular haciendo que este golpeara contra la ventana y terminara cayendo al suelo causando que la pantalla se rompiera.

-¡Maldito hijo de puta! ¡Pero no lograrás quitármelo! ¡No! ¡No lo permitiré! ¡Antes te destruyo! – enfurecida salió de la cama y tomó su celular. Poco le importó cortarse los dedos debido a las astillas del cristal de la pantalla.


-Hola, princesa. ¿Qué pasa?


-Lo siento mi amor, pero necesitas saber que tu hijo sale con Yuta.


-¿Qué estás diciendo?


-Usaba a Lucas como fachada, incluso le pagaba por su silencio. No pude decírtelo porque Jungwoo me tenía amenazada. Perdóname, cariño. Lo siento mucho.


-No mi vida, no es tu culpa. Hablaré con él.


Tras finalizar la llamada, el señor salió hecho una fiera de su oficina.

-¡¿En dónde está mi hijo?! – preguntó al guardia de seguridad que vio.

El guardia contactó por su walkie talkie a sus compañeros.

-Su auto está en el estacionamiento, pero no ha ingresado a la empresa – informó -¿Está bien, señor?

-Lo estaré – bufó.






💘







Lucas embestía con fuerza el interior de Jungwoo mientras se basaban con hambre. Sus cuerpos se tensaron terminando al mismo tiempo.

Ambos descansaron en aquella posición, Lucas sentado en el mueble y Jungwoo en sus piernas.

-¡Jungwoo!

La voz del padre del aludido los trajo de vuelta a la realidad.

-¡Mi papá! ¡Mierda! – Jungwoo se bajó de las piernas del moreno y comenzó a vestirse.  Lucas hizo lo mismo.

Una vez que estuvieron presentables, Jungwoo salió del auto de Lucas.

-¡¿Es cierto?! – gritó el señor una vez que divisó a su hijo.

-¿Qué?

-¡¿Qué tienes una relación con Yuta?!

Jungwoo palideció y miró a Lucas.

-¡Vamos! ¡Dile! – era su madrastra.

-¿Princesa? – exclamó el señor, extrañado.

-¡Confiesa que tu novio es Yuta y no Lucas! – exigió la mujer.

Jungwoo no sabía qué hacer.

-Jungwoo, responde – ordenó su padre.

El aludido suspiró.

-Es una equivocación, señor – intervino Lucas -Su hijo y yo somos novios. Yuta y él sólo  tienen una relación de senior – junior.

La chica comenzó a llorar.

-¿Qué te pasa? – preguntó el padre de Jungwoo a su mujer.

-¡Nada! – Hyoyeon ingresó a la empresa.

Lucas tomó del brazo a su suegro, quien estaba a punto de ir tras la chica.

-Por favor, señor. No haga caso de los rumores, escuche a su hijo – pidió.

-Tienes razón, Lucas. Lo siento Jungwoo.

-E-está bien – respondió el otro.

-Iré a ver a Hyoyeon. Con permiso. Disculpen si interrumpí algo.

-Supongo que pedirás algo a cambio de tu silencio – murmuró Jungwoo.

-Todo fue un plan de tu madrastra para quedarse con más de la mitad de la empresa – confesó Lucas.

-¡¿Qué?!

-Prometió darme una parte una vez que estuvieras fuera del juego.

-Eres un—

De nuevo, Lucas logró evitar que Jungwoo le diera una cachetada.

-Si te lo estoy diciendo es para que la desenmascares frente a tu papá.

-¡Eres su cómplice! ¡Me sedujiste, te acostaste conmigo, inventaste que éramos novios! ¡Me grabaste!

-Ya no me interesa nada de ella. ¿Por qué crees que cambié el plan? ¿Crees que iba a arriesgar mi imagen?

-No pensabas publicarlo…

-Claro que no.

-¿Y el de Yuta y yo?

-Lo eliminé al instante, estaba cel— nada.

La expresión de Jungwoo cambió por completo apenas escuchó aquellas palabras.

-¿Celoso? – preguntó con una enorme sonrisa.

-No, nunca lo estaría de—

-¿Te gusto?

Lucas rodó los ojos y suspiró.

-El plan era hacer que te enamoraras de mí para después aprovecharme de tu confianza y manipularte, pero terminaste gustándome… para mi desgracia.

Jungwoo le dio un puñetazo.

-Te lo merecías, por imbécil – comenzó a caminar hacia la empresa.

-¿Eso es todo? ¿No dirás nada más?

-No, me tienes harto.

Lucas lo alcanzó y lo jaló hacia su cuerpo.

-Te espero en mi departamento a las 10 – se soltó y caminó hacia el elevador.

-¡Jungwoo, espera! – gritó, pero las puertas del elevador se cerraron -Eres un hijo de… ah… mierda - bufó.



Continuará…

Dynamite: Flammable - Capítulo 4



Capítulo 4: El momento


Lucas condujo a casa de Jungwoo. Antes de presionar el timbre, respiró profundo un par de veces.

-Hola – saludó Jungwoo.

-Hola.

Jungwoo le indicó que pasara.

-¿Quieres comer o beber algo?

-¿Tienes algo fuerte? – preguntó Lucas mientras se sentaba en uno de los muebles de la sala.

-No hay alcohol si eso es lo que buscas.

-Iré por un vino entonces – se puso de pie, pero Jungwoo le detuvo de la muñeca.

-No, odio el olor a alcohol y no quiero que me lo hagas estando ebrio.

-Qué aburrido eres – bufó -Entonces… ¿en dónde quieres que lo hagamos?

Jungwoo soltó un largo suspiro.

-En mi habitación.

Lucas no era de fijarse mucho en su alrededor, pero el departamento del mayor sí que había llamado su atención.

-¿Estudiaste diseño?

-Obvio, ¿por qué crees que he dirigido algunas campañas?

-Pensé que por ser hijo del dueño – explicó mientras se sentaba en la cama. Notó que sobre uno de los burós había una foto de Jungwoo y Yuta. Aprovechó la distracción del mayor para poner hacia abajo el portarretratos.

Jungwoo buscaba algunas cosas en su clóset.

-Hmmm… no me digas que sacarás un látigo, esposas y todo eso que le gusta a tu madrastra.

-Te prohíbo que la menciones aquí – ordenó Jungwoo mientras sacaba algunas velas aromáticas y aceites.

-Con que te gusta lo romántico.

-Obviamente. No soy como tú, que sólo busca sexo y ya – respondió mientras encendía las velas -Quítate la camisa – pidió mientras subía a la cama y se sentaba detrás del moreno.
Lucas lo hizo. Jungwoo sintió sus mejillas arder y su entrepierna despertar cuando vio aquella marcada espalda.

-Tienes… buen cuerpo – dijo.

-Soy modelo, vivo de él – respondió sínicamente.

Jungwoo puso algo de música y vertió un poco de aceite olor a fresas y chocolate en sus manos para comenzar el masaje.

-Lo haces bien – murmuró Lucas, dejando se envolver por la suavidad de las manos del otro.

-Gracias – susurró en su oído. Cuando sintió que Lucas estuvo lo suficientemente relajado, descendió una mano hacia su pantalón, lo desabrochó con delicadeza.

-Vaya forma que usas para hacer caer a los hombres – dijo el menor, ayudándolo a desabrochar el pantalón.

-Muchos como tú han caído – le lamió la oreja mientras comenzaba a acariciarle el pene.

-¿Como yo?

-Sí, heteros que juran que nunca estarán con un hombre, pero apenas prueban uno, enloquecen.

Lucas apartó la mano del mayor, se volteó y lo recostó en la cama.

-¿Quién enloquecería por ti? – preguntó, mirándolo fijamente.

-Muchos – dicho esto, Jungwoo lo atrajo a su cuerpo.

-Déjame recordarte que sí he estado con hombres y todos han regresado por más.

Ambos se besaron con hambre. Lucas le quitó la camisa para poder besarle el cuello sin interrupciones.

-¡Ah! – Jungwoo gimió cuando Lucas le mordió el cuello.

-Con que así te gusta.

-No – bufó el otro.

Lucas prácticamente le arrancó los shorts junto con la ropa interior.

Jungwoo tomó la mano derecha del moreno y se introdujo dos dedos a la boca, lamiéndolos y succionándolos mientras lo miraba con lascivia.

-Mételos – indicó.

Lucas sonrió y los introdujo a la vez que disfrutaba de las expresiones que Jungwoo hacía cada vez que los movía.

-Estás bastante mojado – indicó.

-C-cállate.

Lucas sonrió con burla y lo besó con lascivia dejando que su lengua saboreara la boca del otro.

-L-lucas… mnh— - rompió el beso cuando sintió que el mayor le masturbaba.

Lucas dejó de masturbarlo y lo miró fijamente.

-Ni creas que ya se me olvidó que me debes una mano – dijo mientras acariciaba los labios del otro e introducía el dedo pulgar en su boca.

Jungwoo asintió. Cambiaron de posiciones y ahora Lucas se encontraba sentado en la cama con la espalda recargada en la cabecera y las piernas extendidas y abiertas. El mayor se ubicó entre éstas. Tomó un poco más de aceite y comenzó a masajear las torneadas piernas del moreno, al igual que su vientre, disfrutando de cómo reaccionaba su miembro.
Lucas estiró la mano, lo tomó de la barbilla y le obligó a mirarlo a los ojos.

-Quiero venirme en tu boca.

Jungwoo sintió una punzada en su entrepierna. Asintió y se acomodó para comenzar a engullir el miembro del moreno, mientras que con su mano libre acariciaba sus testículos. Lucas comenzó a mover las caderas, penetrando la boca del otro.

-Mnh… ya— casi – jadeó Lucas embistiendo la boca de Jungwoo, terminando al poco tiempo.

El mayor tragó aquello, pues sabía que eso era lo que Lucas quería.

-Ahora, que comience la fiesta – dijo el menor, sonriendo con lascivia.

Volvieron a cambiar de posiciones, quedando Jungwoo debajo del cuerpo del moreno, quien tomó uno de los condones que había sobre el buró, lo abrió con los dientes y se lo puso.

-Abre bien las piernas – ordenó.

-Tienes que volver a prepararme – interrumpió Jungwoo.

Lucas bufó irritado, tomó uno de los frascos de aceite, mojó sus dedos con este y los introdujo en Jungwoo.

-¿Así?

El mayor guiaba los movimientos de la mano del otro.

-S-sí…

Lucas sonrió. Retiró sus dedos y comenzó a abrirse paso dentro del mayor. Jungwoo arqueó la espalda tras sentir la intromisión.

-Ah, estás muy apretado – jadeó Lucas. Gotas de sudor resbalaban por su pecho, haciéndolo todo aún más excitante.

-S-sólo cállate y muévete.

Lucas sonrió malévolamente. Sujetó con fuerza las caderas de Jungwoo, asegurándose que sus dedos se enterraran en su delicada piel y comenzó a embestirlo con fuerza.

-N-no… ¡ah! Lucas – Jungwoo no podía articular palabra, estaba extasiado.

El menor se acercó a su boca y lo besó, soltó las caderas del otro para tomarlo de ambas manos y ponerlas sobre su cabeza, Jungwoo enredó ambas piernas en la cintura de Lucas.

-L-lucas… más… quiero más – gemía el mayor.

El aludido podía sentir cómo el cuerpo del otro vibraba con cada embestida suya. No se arrepentía de haber cambiado un poco el plan. Jungwoo se había convertido en su tipo… delicado, pero sensual.

-Estoy— mn… ah… ya voy a acabar – gimió el mayor.

Lucas aumentó el ritmo de sus caderas, llegando ambos al orgasmo mientras se besaban con dedicación.

Tras descansar un par de minutos en aquella posición, Lucas salió de Jungwoo, se retiró el condón y lo tiró al bote de basura.

-Espero que con esto me dejes en paz – dijo Jungwoo.

-Lo dudo mucho – contestó Lucas mientras buscaba algo en su chaqueta.

-¿Ya te vas? – preguntó el mayor pues Lucas parecía muy ocupado con su celular.

El moreno ignoró las palabras del otro y le mostró la pantalla de su Iphone.

-Hagamos un trato.

Jungwoo abrió los ojos con sorpresa tras ver lo que había en la pantalla. El celular del menor estaba vinculado a una cámara escondida en alguna parte de su habitación.

-¡¿Qué mierda hiciste?! – gritó Jungwoo, tratando de arrebatarle el teléfono.

-Te lo dije, eres mi mina de oro.

Jungwoo tomó el control del aire acondicionado y se lo lanzó, pero Lucas lo esquivó. Comenzó a lanzarle todo lo que había a su paso, pero Lucas continuaba esquivándolo.

-¡Eres un hijo de puta! ¡Borra ese vídeo!

-Nope, a menos que aceptes mis términos.

Jungwoo comenzó a llorar debido a la impotencia que le producía el engaño del que había sido víctima. Lucas notó aquello y sonrió.

-Si no lo haces, me veré en la triste situación de tener que publicarlo.

-¿Qué quieres? – se limpió las lágrimas y tomó su albornoz de Versace para cubrirse.

-Que sedas tus acciones a Hyoyeon.

Jungwoo palideció ante aquellas palabras.

-¡¡Jamás!!

-Bueno, entonces proseguiré a—

-Déjame pensarlo.

Lucas le miró con sorpresa.

-Vaya, tu madrastra tenía razón. Eres un idiota.

-Sabía que se traían algo entre manos. Malditas víboras.

-Tienes 48 horas – Lucas guardó su celular y comenzó a vestirse -Si te sirve de algo, otro chico iba a hacer el trabajo por mí, pero decidí cambiar algunas cosas del plan para hacerlo más interesante – salió de la habitación de Jungwoo.

El mayor salió detrás de él.

-Ni piensas empujarme por las escaleras – advirtió Lucas.

-Leíste mi mente.

-Nos vemos en la empresa – salió del departamento.

Apenas la puerta de cerró detrás del moreno, Jungwoo se tiró al piso a llorar. Se odiaba por haber sido tan confiado, por haberse ilusionado de aquella manera tan estúpida.







💘







Lucas llegó a su casa. Mientras ingresaba por la puerta del garaje pudo ver cómo un chico bajaba a toda prisa por las escaleras. No era la primera vez que lo veía.

-Vaya, con que mi querido hermanito también anda metido en líos – dijo para sí mismo.

Subió a su habitación y se recostó en la cama. Cerró los ojos tratando de tranquilizarse.

-Jungwoo… - suspiró.

Su tranquilidad se vio interrumpida por la vibración de su celular.


-¿Lo conseguiste, cariño?


-Claro.


-¿Cuál fue su reacción cuando vio al chico?


-Muy… interesante.


-¡Aww! Me gustaría verla, pero estoy alistándome para una cena con mi marido.


-Te entiendo.


-Pero te prometo que voy a compensártelo, ya sabes cómo.

-Princesa, ¿ya estás lista?

-Sí, amor. Ya voy. Te dejo, tesoro. Bye.


-Bye.

Lucas cortó la llamada.

-Mierda – exclamó tras recordar que no había desvinculado su celular de la cámara en la habitación de Jungwoo. Ingresó a la aplicación y estuvo a nada de lanzar su Iphone por la ventana cuando vio al mayor y a Yuta teniendo relaciones en la cama.

Algo en su interior comenzó a arder. Apretó la mandíbula con fuerza. Desvinculó la cámara y bloqueó su celular.

-Me las vas a pagar – dijo para sí mismo para después ingresar al baño.




Continuará…

Dynamite: Flammable - Capítulo 3



Capítulo 3: Tómalo o déjalo


-¡¿Por qué no contestas mis llamadas?! ¡¿Tan bien te la pasas con esa zorra?! ¡¿Qué acaso te da más placer que yo?! – gritaba histérica la mujer mientras sacudía a Lucas.

-Basta, Hyoyeon - soltó bruscamente los brazos de la chica.

-¡Respóndeme, maldita sea! Si no lo haces, juro que—

-¿Le dirás a tu esposo? Hazlo, veamos a quién le va peor.

-¿Todo bien? – era el padre de Jungwoo.

-Buenos días, suegro.

-Buenos días, Lucas. Princesa, ¿estás bien? ¿Por qué lloras?

-Necesito un momento – la mujer salió de la sala de juntas.

-¿Qué le pasó?

-No sé, señor. Cuando entré a la sala ya estaba así, le estaba preguntando qué le había ocurrido y en eso llegó usted – explicó Lucas.

-Ya veo. Iré a verla – palmeó el hombro del chico.

A los pocos segundos, Jungwoo ingresó a la sala. Lucas soltó su celular apenas lo vio. El mayor iba a salir, pero Lucas se adelantó y cerró la puerta.

-Necesitamos hablar.

-No, no hay nada de qué hablar. Hoy mismo le diré a mi papá que lo de nosotros es falso. Estoy harto.

-¿Estás seguro de que es falso? – susurró en la nuca del más bajo.

La piel de Jungwoo se erizó apenas sintió aquel cálido aliento.

-Seguro.

-Me atraes, lo sabes – lentamente rodeó con sus brazos la cintura de Jungwoo -Y sé que yo a ti, ¿por qué lo sigues negando? ¿tanto miedo me tienes?

-No te tengo miedo, simplemente no quiero nada contigo.

-Pero yo sí – lo presionó contra la puerta de la sala de juntas -Déjame mostrarte lo que es placer de verdad. Lo que es estar con alguien como yo – bajó su mano hacia la entrepierna de Jungwoo, desabrochándole el pantalón.

-N-no…

-¿Ves? Ya estás duro – comenzó a acariciar su miembro.

-Lucas… basta…

El moreno lamía con suavidad la oreja izquierda del otro, mientras que con su mano derecha se dedicaba a masturbarlo.

-H-hay cámaras aquí…

-Claro que no, ¿sabes cuántas veces me cogí a tu madrastra en la mesa?

Con esas palabras, Jungwoo se tensó y comenzó a alejar a Lucas de su cuerpo, pero el moreno era bastante hábil y lo impidió.

-No te pongas celoso.

Jungwoo cerró sus manos hasta hacerlas puños, estaba por terminar. Lucas lo sabía, así que con fuerza lo tomó de la barbilla y lo besó. El mayor correspondió.

-Ahora… necesito que me regreses el favor – dijo Lucas mientras caminaba hacia la mesa por un pañuelo desechable para limpiarse la mano.

-Ni lo pienses – bufó Jungwoo abrochándose los pantalones.

Lucas chasqueó la lengua y aprovechó la distracción del otro para jalarlo de la muñeca y acercarlo a su cuerpo.

-¿Me dejarás así?

-Sí.

-Yo sé que no, mueres por comérmela – sus manos viajaron hacia el trasero del otro, masajeando sus glúteos.

Jungwoo tomó aire y suspiró.

-Esta noche, en mi departamento.

-¿Hablas en serio?

-Tómalo o déjalo. Espero que con eso me dejes en paz.

-Depende.

-¿De qué?

-De si me haces llegar al orgasmo. Tu madrastra es buena, pero ¿qué tal tú?

Jungwoo estuvo a punto de darle una cachetada, pero Lucas lo impidió.

-Te veo a las 12 – le dijo Lucas al oído para después soltarlo y salir de la sala de juntas, pues había escuchado voces afuera y eso sólo significaba que los tiburones de la empresa estaban a punto de ingresar.

Apenas salió, su mirada chocó con la de Hyoyeon. Se veía despampanante colgada del brazo de su esposo. Lucas le sonrió tanto a ella como a su suegro.

-Amor, ahora regreso – dijo la mujer.

-Claro, preciosa. No llegues tarde a la junta.

-No, mi amor.







💘







La puerta del baño de la oficina del padre de Jungwoo chocó con fuerza contra la pared, ingresando tras esta una pareja que se comía a besos sin parar. La chica se encontraba con el vestido levantado, mientras el chico con los pantalones y la ropa interior a medio bajar.

-Ah… Lucas… más… más fuerte.

-Hambrienta, como siempre.

-Me vuelves loca, maldito.

-Y tú a mí – la embistió con más fuerza hasta venirse.

Ambos prosiguieron a arreglar sus ropas.

-¿Cómo va todo?

-Jungwoo aceptó.

-Lo sabía, es una zorra. Dime que ya tienes todo listo.

-Por supuesto. El chico ya aceptó y tengo las cámaras instaladas y todo. Gracias por decirme en dónde estaba la llave de repuesto.

-De nada.

-Más de la mitad de la empresa será nuestra más pronto de lo que imaginas – besó la frente de la mujer.

-Así es – sonrió con malicia -Bueno, iré a la junta, que si no van a sospechar.







💘







-¿Hola?


-Se cancela el plan.


-¿Qué? ¿En serio?


-Sí. Dejaré que te quedes con el dinero siempre y cuando no le digas a Hyoyeon.


-Trato hecho. Demonios, sí quería cogérmelo.


-Lo haré yo de tu parte.


El chico del otro lado de la línea soltó una carcajada.


-Eres un hijo de puta. Que lo disfrutes.


-Thanks, man.


La llamada finalizó.



Continuará…

Dynamite: Flammable - Capítulo 2



Capítulo 2: Un reto


-Es inútil – suspiró Jungwoo tras ingresar a su oficina -No me cree.

-¿Qué?

Jungwoo dio un brinco cuando escuchó la voz de Lucas.

-¿Qué haces aquí?

-Tu papi me dio acceso ilimitado a ciertas zonas de la agencia por ser el novio de su hijo.

-No eres más que un parásito.

Lucas se levantó del sillón en el que estaba sentado y se acercó a Jungwoo.

-Soy más que eso y te lo puedo demostrar en cualquier momento – empujó suavemente al mayor, el cual chocó contra el escritorio -Estar con un abuelito te restó juventud.

-Por una mierda, suéltame.

-Deja de resistirte, sé que también quieres – le lamió la oreja lo cual ocasionó que el mayor dejara escapar un jadeo -Sabía que este era tu punto débil – repitió la acción.

Jungwoo comenzaba a agitarse y a dejar de intentar separar al moreno de su cuerpo.

-Qué fácil eres – Lucas lo tomó bruscamente de la barbilla y lo besó.

El beso se fue intensificando. Jungwoo ya se encontraba sentado en el escritorio mientras Lucas permanecía de pie, pero enfocado en su trabajo; justamente cuando estaba por levantar la camisa de Jungwoo, la puerta se abrió y fueron separados.

-¡No puedo creer lo zorra que eres! – gritó Hyoyeon a su hijastro.

-Pero yo no he—

Las palabras de Jungwoo fueron interrumpidas por una fuerte cachetada.

-No pienso compartir a Lucas contigo.

El aludido sólo observaba con diversión la escena.

-Pues intenta hacer entender a mi papá que no tengo nada con él.

-¿Nada? ¿Y lo que acabo de ver qué fue?

Jungwoo suspiró cansado.

- Hyoyeon, ¿por qué no vamos a relajarnos a otro lugar? – intervino Lucas tras que la discusión se intensificaba.

-Sí, aprovechen que mi papá está de viaje.

La mujer bufó, tomó a Lucas de la muñeca y lo arrastró fuera de ahí. Jungwoo se quedó un buen rato mirando hacia la puerta hasta que el sonido de su celular le sacó de sus pensamientos.

-Yuta – dijo para sí mismo.







💘






[Al día siguiente]

-¿Lograste calmarla?

-Obviamente. Toda la noche – contestó Lucas -Me sorprende que no hayas respondido a la cachetada que te dio. Debió doler.

-No voy a rebajarme a su nivel.

Jungwoo cerró su laptop y miró a Lucas.

-¿Cuánto quieres por dejarme en paz?

El moreno se sorprendió con aquella pregunta.

-No sólo quiero dinero, también quiero poder.

-Pues estás usando el camino incorrecto.

-Todos hemos hecho cosas ilegales alguna vez – dijo -Estar contigo me abre muchas puertas y calla los rumores sobre mi relación con tu madrastra.

-Eres increíblemente egoísta.

-No, sólo me adoro demasiado.

-Hemos tratado con gente de más poder, ¿por qué no escogiste a alguno de ellos o de sus hijos?

-Sabía que sería más fácil contigo porque soy tu tipo.

Jungwoo abrió los ojos de par en par.

-Lo supe desde la primera sesión de fotos, no me quitabas los ojos de encima.

-No es verdad.

-No estoy para discutir, tu mami me dejó cansado.

Jungwoo aporreó ambas manos en su escritorio al mismo tiempo que se ponía de pie.

-Nunca vuelvas a comparar a mi mamá con ella. Esa zorra jamás ocupará su lugar.

Lucas nunca lo había visto tan furioso; no sabía nada de la madre de Jungwoo pero aquella reacción le ayudó a descubrir el punto ciego del chico.

-¿Por qué estás sonriendo? – reclamó el mayor.

-Nada – contestó tranquilamente.

Su extraña discusión se vio interrumpida por la secretaria avisando que alguien había llegado a visitar a Jungwoo.

-Yuta – exclamó el chico apenas lo vio en el marco de la puerta -No te preocupes, Lucas ya se iba, ¿verdad?

El moreno asintió, pero no se movía, así que Jungwoo comenzó a empujarlo hacia la salida al mismo tiempo que Yuta ingresaba a la oficina.

-Qué necio eres – reclamó Jungwoo.

-No quiero dejarte solo con ese abuelito.

-Cállate.

-Te estaré esperando en el estacionamiento – sonrió y se alejó de ahí.

Jungwoo suspiró con cansancio e ingresó a su oficina.

-Lo siento – murmuró.

-¿En verdad tienes algo con él? – preguntó Yuta.

-Claro que no. Mi asquerosa madrastra inventó todo – explicó cansando.

-Pero… te mira diferente.

-Basta, Yuta. No quiero hablar del tema.

-De acuerdo – pausó -¿A dónde quieres ir a comer?

Jungwoo se acercó a él, rodeó su cuello con ambos brazos mientras que Yuta lo hizo con su cintura.

-A donde tú quieras – le dio un beso en los labios.

-Si fuera por mí te llevo muy pero muy lejos de aquí.

Jungwoo sonrió suavemente y ambos se sumieron en un apasionado beso que se vio interrumpido por alguien tocando con insistencia la puerta.  

-¿Qué demonios quieres? – contestó Jungwoo tras ver que se trataba de Lucas.

-Tu papi viene en camino.

Yuta y Jungwoo se miraron asustados, si el padre del segundo les veía, sólo lograrían reavivar sus sospechas.

-Iré a la sala de juntas – Yuta le dio un beso en la mejilla a Jungwoo y caminó hacia la salida, chocando miradas con Lucas antes de abandonar la oficina.

-Como que le caigo mal, ¿no crees? – preguntó Lucas.

Jungwoo rodó los ojos y suspiró.

-Vamos, démosle la bienvenida a mi suegrito – Lucas le extendió la mano a Jungwoo.

-Te odio – murmuró el mayor.

Lucas lo atrajo a su cuerpo, dejándolo a escasos centímetros de su boca.

-No lo haces – dijo el menor contra los labios del otro -Te gusto, deja de negarlo – dicho esto lo besó con hambre.

Jungwoo comenzó a corresponder con la misma intensidad hasta que el sonido de alguien aclarándose la garganta, rompió su burbuja de felicidad.

-Buenas… tardes, chicos – saludó el padre Jungwoo visiblemente apenado.

-Papá – exclamó Jungwoo empujando con fuerza a Lucas y arreglándose la ropa.

-¿Y Yuta? Lucas me dijo que estaba en tu oficina.

Jungwoo miró enfurecido al menor, quien tuvo el descaro de guiñarle un ojo.

-Está en la sala de juntas – respondió Jungwoo.

-Ya veo. Amm… pasen el resto de la tarde juntos, se nota que lo necesitan – dijo el señor antes de salir de la oficina.

-Gracias, suegrito – dijo Lucas.

-¡Mierda! Cómo puedes ser tan…

-¿Tan…? ¿Hermoso, encantador, bello?

-Estoy cansado, le diré a mi papá que todo esto es una maldita farsa y a quien en realidad te estás cogiendo es a mi madrastra – advirtió Jungwoo.

Lucas los tomó del brazo cuando iba camino a la salida.

-Es por eso, ¿no? Como no te he cogido, estás ardido.

Jungwoo le dio una sonora cachetada.

-Deja de pensar con tu otra cabeza por una puta vez en la vida.

Con algo de fuerza, Lucas lo acorraló entre la puerta y su cuerpo, haciendo que esta hiciera un fuerte ruido que llamó la atención de la secretaria.

-¿Todo bien, joven Jungwoo? – preguntó la mujer.

-S-sí, todo bien. No te preocupes – respondió el aludido mientras miraba con nerviosismo y algo de excitación al menor.

-Vaya, creo que el que necesita dejar de pensar con su otra cabeza es otro, ¿no crees? – con una pierna, Lucas comenzó a abrirse espacio entre las de Jungwoo.

-L-lucas… - jadeó el mayor.

-Disfrutemos del momento, ¿sí?

Dicho esto, ambos se sumieron en una guerra de hambrientos y delirantes besos que les siguió hasta llegar al escritorio, en donde Lucas recostó con brusquedad a Jungwoo, haciendo que todo lo que estuviera sobre esta, cayera al suelo.

-Hey, chica – Lucas llamó por teléfono a la secretaria.


-Dígame, joven.


-Vete a comer y tarda lo que necesites, que tu jefecito estará ocupado.


-¿S-seguro?


-Segurísimo. No hay problema.


-G-gracias.


Lucas bajó con desesperación sus pantalones, mientras Jungwoo hacía lo mismo.

-Ah… olvidé lo que era hacerlo con un chico – jadeó a la vez que rosaba su miembro contra la entrada del mayor.

Jungwoo le miró sorprendido.

-¿Qué? En la vida hay que probar de todo – comenzó a adentrarse en el otro, quien soltó un gemido ahogado.

 Jungwoo atrajo al moreno a su cuerpo. Ambos empezaban a entregarse al momento.

-Apuesto a que Yuta no te excita ni la mitad de lo que yo lo hago.

Y con estas palabras, la cordura regresó a Jungwoo haciendo que comenzara a empujar a Lucas para que se quitara de encima.

-¿Es enserio? – exclamó el menor.

-Déjame – pidió Jungwoo.

Lucas maldijo en voz baja y salió del mayor. Se metió al baño de la oficina para bajar su erección. Jungwoo se limpió un poco y arregló sus ropas.

-No sabía que de verdad le querías – comentó Lucas mientras salía del baño.

-Le tengo mucho cariño y lo que menos quiero es hacerle daño – aclaró.

Lucas rodó los ojos.

-Qué cursi eres – bufó -Pero aun así no desistiré. Estar contigo me da mucho poder – murmuró mientras abandonaba la oficina.






💘







Lucas se fue directo a su casa; tenía cerca de 20 llamadas perdidas e infinidad de mensajes de Hyoyeon. No quería hablar con ella; necesitaba pensar. Jamás había sido rechazado así por alguien. Al parecer, Jungwoo sí apreciaba a Yuta y eso sólo interfería con su plan.

Cortó la enésima llamada de Hyoyeon y decidió llamar a Jungwoo.


-¿Qué quieres?


-Pensé que no me contestarías.

-Habla rápido, estoy ocupado.


-¿Con Yuta?


-Sí, ¿algún problema?


-Sí. Soy tu novio.


-¡Es falso!


-Escúchame bien, no dejaré que arruines mis planes.


-Deja de decir estupideces.


-No juegues con fuego que vas a salir quemado – dijo Lucas y cortó la llamada -Mierda – bufó para sí mismo.

Por primera vez en su vida de casanova, se enfrentaba a un verdadero reto.




Continuará…