Autora: Kang
Grupo: NCT
Pareja: JaeDo
Clasificación: +18
Advertencias: AU, drama, angustia, extorsión, drogas,
uso de armas, muerte, smut
Resumen:
El temido y cruel detective
Doyoung, será capaz de cualquier cosa con tal de desmembrar aquel grupo de
hackers y encerrar a su líder, un sujeto bajo el alias “Black Mamba”, pero su
tenacidad temblará ante la verdadera identidad de su enemigo.
Nota: esta es una historia paralela a
Trigger. No es necesaria su lectura previa.
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Black Mamba
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La mamba negra es una criatura
veloz, inquieta y letalmente venenosa que, cuando se siente amenazada, puede
resultar muy agresiva.
Si el rival persiste, la mamba no ataca una vez, sino muchas, inyectando en cada ocasión grandes cantidades de una potente toxina que afecta al sistema nervioso y al corazón.
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Capítulo 1: Siseo
“Saqueo millonario al Banco de
Corea.
Se rumora que los atacantes son un grupo de hackers llamado Dendroaspis o Mambas dedicado al robo de
información y extorsión.
El Centro de Inteligencia de Corea
ha publicado un comunicado en donde menciona que ha abierto una carpeta de
investigación para dar con los responsables y hacerlos pagar con todo el peso
de la ley.”
-Dicen que es el mejor para este
trabajo.
-Sí, también dicen
que lleva años detrás de ese grupo.
-¿Cómo se llama? Es
guapísimo.
-Kim
Doyoung.
La voz del
mencionado hizo que todos aquellos murmuros se detuvieran.
-Atrapemos
a esos malnacidos – agregó con una sonrisa cargada de orgullo.
༺♡༻
Había
pasado dos meses y a pesar del enorme esfuerzo del Centro de Inteligencia, no
habían logrado dar con algo concreto. Las empresas y gente de poder de todo
Corea, además de la prensa, no dejaban de presionar al Centro, lo cual
entorpecía la investigación.
Doyoung
estaba ante uno de los rompecabezas más difíciles de su carrera.
-Jefe, ya
tenemos una ubicación.
Doyoung
estuvo a punto de escupir su café apenas escuchó aquello.
-La junta
se suspende. Con permiso – indicó, saliendo a toda prisa de la sala de junta,
dirigiéndose a su oficina -Dime todo lo que sepas – ordenó a su asistente,
encendiendo un cigarrillo; buscando no perder los estribos.
-El líder
de este grupo se apoda Black Mamba, se desconoce su identidad; sin embargo,
encontramos un eslabón suelto. Su nombre es Jisung. Es nuevo en el grupo, pero
probablemente podamos obtener información valiosa de él – explicó el asistente.
-Perfecto.
¿Tienen listo al equipo?
-Todo
listo, jefe. Es cuestión de que usted de la orden.
-Adelante.
Hagámoslo – exhaló el humo de su cigarrillo.
༺♡༻
En una
vieja fábrica abandonada y con una ubicación incierta, se encontraba el grupo
de Doyoung, el cual, tras haber dado con la dirección de Jisung, lo sustrajeron
a la fuerza y lo llevaron hasta ahí con el objetivo de recolectar información.
Todos
sabían sobre los crueles métodos que el jefe de la investigación utilizaba,
también sabían que estos estaban respaldados por el Centro, así que nadie se
atrevía a contradecirlo.
Apenas
ingresaron a aquella fábrica, amarraron a Jisung a una silla. El equipo de
tortura de Doyoung ya estaba instalado y listo para ser utilizado.
-Ya… les
dije que no sé nada. Por favor… - suplicaba Jisung, bañado en sangre tras las torturas de Doyoung.
-No te
estoy pidiendo mucho, sólo un nombre – dijo Doyoung.
-No sé
quién es Black Mamba en realidad. Soy de un rango bajo.
Doyoung
chasqueó la lengua y caminó hacia la mesa con las herramientas de tortura.
Ajustó sus guantes de cuero y sonrió.
-No— por
favor – suplicó Jisung bañado en llanto.
Doyoung
presionó un botón y calibró la potencia de aquella máquina de toques.
-El dolor seguirá aumentando si no hablas.
Así es,
Doyoung estaba electrocutando al pobre chico, el cual gritaba casi al punto de
desgarrarse la garganta.
-¿Recordaste
algo? – preguntó Doyoung tras bajar la potencia a cero.
-Un…una
dirección… - murmuró con dificultad.
Doyoung
sonrió de oreja a oreja.
༺♡༻
-¡Por una
mierda! – gritó Doyoung, lanzando todo lo que estaba sobre la mesa de tortura
para luego tomar fuertemente de la camisa a Jisung -¡Eres un maldito mentiroso!
Black Mamba no estaba ahí, solamente ellos – señaló al grupo de chicos, el cual
estaba en el suelo, amordazado y con los ojos vendados.
-D-debería
estar ahí – contestó Jisung.
-A menos
que… le hayas avisado – amenazó Doyoung.
-Nonono,
yo no—
-¡Basta de
mentiras! Ahora gracias a ti el resto de tus compañeros sufrirá.
-No, por
favor… - el chico comenzó a llorar.
-Llévenselos
– ordenó Doyoung.
-¿A dónde
se los llevan? – preguntó Jisung al borde de la desesperación.
-Tú cállate
– le dio una fuerte cachetada que le dejó inconsciente -Debilucho – bufó.
-¿Qué
hacemos con él, jefe? – preguntó Taeyong, uno de los subordinados de Doyoung.
-Enciérrenlo.
Veamos cuánto tarda Black Mamba en dar su próximo golpe, todos sabemos que los
caracteriza la hermandad y protección que hay entre los miembros del grupo –
explicó Doyoung, para después ingresar a la van negra que le llevaría de
regreso al Centro de Inteligencia.
༺♡༻
[2:35 AM]
Doyoung se
encontraba en el estacionamiento del Centro, caminaba rumbo a su auto cuando se
detuvo en seco tras ver una nota en el parabrisas de este. Miró hacia ambos
lados al mismo tiempo que llevaba su mano derecha a su arma. Soltó un suspiro y
tomó la nota; estaba escrita en código; sin pensarlo dos veces, llamó a uno de
sus colegas, el cual se encargaba de descifrar mensajes.
“Siseo.”
Era la
traducción de aquella nota.
Doyoung respiró
profundo tratando de disipar las ideas que comenzaban a formarse en su cabeza.
Ingresó a su auto y condujo rumbo a su casa. Estuvo tenso durante todo el
camino, no lo quería aceptar, pero el temor amenazaba con jugar con su sentido
común.
-Hola,
papi – saludó con voz adormilada su única hija, la razón por la que su corazón
temblaba cada vez que iniciaba una investigación; era su todo.
-¿Qué
haces despierta a estas horas? Ve a dormir, que es día de escuela.
-Ay vamos,
papi. Ya soy grande, tengo 9— no, casi 10.
-Sí, lo
que digas – le dio un beso en la cabeza y le revolvió, aún más, el cabello.
La niña le
dio un beso en la mejilla y luego camino hacia su habitación.
-Gracias
por cuidarla, Seulgi – agradeció a su compañera; una policía que se encargaba
de cuidar a los hijos de investigadores. Era la mejor en su área.
-No hay de
qué, sabes que lo hago con gusto – dijo la chica -¿Quieres que venga mañana
también?
-No hace
falta, mañana pasaré la tarde con ella – comentó Doyoung mientras acariciaba a
Bastet*, su adorada gata negra.
En
realidad, Doyoung tenía un mal presentimiento. ¿Quién mejor para proteger a su
hija que él?
༺♡༻
El fuerte
maullido y las pisadas de Bastet en el estómago de Doyoung fue lo que le
despertó de golpe.
-3:14 AM…
no es hora de que vayas al baño – dijo Doyoung a su gata, la cual volvió a
maullar -Espera, ¿qué es ese olor?
Tras
percatarse, salió a toda prisa de la cama y corrió a la habitación de su hija.
La niña dormía plácidamente.
-Cariño,
despierta.
-¿Qué
pasa, pá?
-Llama a
Johnny y dile que envíe refuerzos.
-¿Por qué?
-¡Sólo
hazlo!
La niña
asintió y tomó el celular que su papá le estaba dando.
Doyoung se
dirigió a la cocina a la vez que se cubría la nariz y la boca; el sonido como
de un siseo fue lo que le recibió, además del fuerte olor. Alguien había abierto la llave del gas. Un poco más y sucedía una
tragedia.
Los
refuerzos no tardaron en llegar. Doyoung explicó lo sucedido y todos concluyeron
que aquello estaba relacionado con aquel mensaje en su auto.
-Es obvio
que es Black Mamba – finalizó Doyoung dando una calada a su cigarrillo.
-¿Qué
harás? Ya sabe dónde vives – preguntó Johnny.
-Primero
necesito ponerla fuera de peligro – dijo mientras miraba a su hija, la cual
estaba sentada en uno de los muebles de la sala a la vez que acariciaba a
Bastet.
-¿Ya sabes
dónde?
-Sí.
༺♡༻
Doyoung
había llevado a su hija a una casa que tenía oculta en una especie de zona
privada cercana a un bosque. El lugar estaba vigilado 24/7, pero aun así no se
confiaría. La niña se quedaría a cargo de su abuela; explicó a ambas lo
delicado de la situación y los pasos a seguir en caso de que se sintieran en
peligro.
-El búnker
tiene todo lo necesario para un mes y medio – indicó Doyoung.
-Hijo, ven
un momento – llamó su madre, alejándolo de la niña -¿Qué está pasando en
realidad?
-Un grupo,
mamá. Uno muy peligroso.
-¿Mambas?
Doyoung
negó.
-Ellos
sólo son la punta del iceberg. El verdadero monstruo es Elapidae. Son la red de
extorsión y secuestro más peligrosa de Asia.
Su madre
palideció.
-Necesito
apartarlas y mantenerlas a salvo. Yo estaré bien.
-¿Estás
seguro?
Doyoung
miró fijamente a su madre, luego la abrazó fuertemente.
-No lo sé,
mamá. Espero que sí.
La señora abrazó
con aún más fuerza a su hijo. Ella y su nieta eran las únicas personas que
conocían aquel lado del cruel y sanguinario detective.
Muy a su
pesar, Doyoung se despidió de su familia.
-Cuídalas,
Bastet – susurró a su gata.
La guerra
había comenzado. No descansaría hasta dar con la verdadera identidad de Black
Mamba.
Continuará…
*Bastet: diosa egipcia de los gatos.
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Gracias por leer ฅ^•ﻌ•^ฅ
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