10 de noviembre de 2020

Black Mamba - Cap铆tulo 3

 

Cap铆tulo 3: Veneno

 

Taeyong hab铆a despertado, a煤n estaba delicado, pero al menos ya se encontraba fuera de peligro.

-Lo siento, de verdad. No quer铆a meterte en esto – dijo Doyoung.

-Me lo advertiste y no hice caso. El 煤nico culpable soy yo – respondi贸 con dificultad Taeyong.

Ambos se miraron fijamente, Doyoung fue acortando la distancia, pero…

-Doyoung.

Aquella voz hizo que el aludido se separaba r谩pidamente.

-Jefe – exclamaron ambos.

-Necesito hablar contigo – indic贸 Yunho.

Doyoung sali贸 de la habitaci贸n.

-D铆game.

-La junta directiva ha decidido reubicar a Taeyong.

-¿Qu茅?

-No quieren arriesgar a un elemento tan h谩bil como 茅l.

-¿Es esa la 煤nica raz贸n o es porque—?

-Es mejor que lo escuches de m铆 antes que de ellos. Partir谩 ma帽ana – le palme贸 el hombro izquierdo y emprendi贸 su camino hacia la salida.

-Pero a煤n est谩 d茅bil.

-No hay nada que puedas hacer, hijo.

Doyoung no pudo m谩s y cay贸 sentado en aquella banca. Se sent铆a perdido, la investigaci贸n se estaba enfriando; ninguno de los capturados quer铆a revelar informaci贸n, a pesar de las crueles torturas a las que los hab铆a sometido. Sus pensamientos fueron interrumpidos por el timbre de su celular.

 

-Jefe, tenemos un problema.

 

-¿Qu茅 pasa?

 

-Black Mamba escap贸.

 

Y luego de aquella llamada, Doyoung vio todo en c谩mara lenta.

Un sujeto ingres贸 al piso del hospital con un arma en las manos. Los elementos del Centro lograron detenerlo antes de que ingresara a la habitaci贸n de Taeyong; sin embargo, hubo dos que salieron heridos y ahora eran auxiliados por personal m茅dico.

-Jefe… Jefe… ¡JEFE!

Apenas Doyoung reaccion贸, fue corriendo hacia afuera del hospital, en donde le esperaba una camioneta para llevarlo al Centro.

-No hay pistas, no hay grabaciones. ¡NADA! ¿Qu茅 acaso son una bola de in煤tiles o qu茅? ¿C贸mo es posible que siendo el Centro de Inteligencia no pudieran evitar un hackeo? – rega帽aba Doyoung al equipo de seguridad.

-Jefe, estos tipos saben lo que hace—

-Y al parecer, ustedes no. Imb茅ciles.

Doyoung sali贸 furioso del cuarto de seguridad. Regresar铆a al hospital para pasar la noche vigilando a Taeyong; ser铆an sus 煤ltimas horas con 茅l.

 

 

 

 

 

 

 

Doyoung comenz贸 a sentir los p谩rpados pesados.

-Ahora regreso, voy por un caf茅 – susurr贸 en el rostro de Taeyong, el cual dorm铆a pl谩cidamente.

Mientras serv铆a su caf茅, Doyoung se percat贸 de un extra帽o sujeto vestido de negro, el cual estaba de pie cerca de las escaleras. Doyoung choc贸 miradas con 茅l y este baj贸 las escaleras a toda prisa; Doyoung desenfund贸 su arma y se dispuso a seguirlo. De pronto, alguien le empuj贸, provocando que cayera por las escaleras; mientras intentaba incorporarse, recibi贸 una patada en la mano, haciendo que suelte el arma, luego sinti贸 que le tomaron con fuerza de la camisa para despu茅s ser estampado contra la pared.

-Black Mamba – exclam贸 con dificultad.

El aludido no dijo nada, s贸lo se baj贸 el cubrebocas y sin m谩s lo bes贸. Doyoung no abr铆a la boca, por lo que Jaehyun opt贸 por taparle la nariz, dejando al otro sin escapatoria. Doyoung sinti贸 la lengua del chico ingresar a su boca junto con algo extra帽o, pero no tuvo tiempo de percatarse pues inconscientemente termin贸 tragando aquello.

-¿Q-qu茅 hiciste? – pregunt贸 asustado.

-Te acabo de pasar una c谩psula con una toxina. No imagin茅 que fueras tan est煤pido como para tragarla.

Doyoung palideci贸.  

-Si quieres el ant铆doto, tendr谩s que soltar a mis chicos y desistir de esta persecuci贸n sin sentido.

Los inesperados pasos y murmullos de algunas personas interrumpieron el momento, por lo que Jaehyun se volvi贸 a poner el cubrebocas y escap贸 de ah铆.

Doyoung entr贸 en desesperaci贸n y corri贸 al ba帽o a vomitar, pero no logr贸 expulsar la c谩psula.

-¡Maldita sea! – golpe贸 con fuerza la pared del cub铆culo del ba帽o.

Nunca se hab铆a sentido tan impotente.

 

 

 

 

 

 

Doyoung no le hab铆a dicho a nadie sobre lo sucedido; sin embargo, hab铆a notado ciertos cambios en su cuerpo, ten铆a sudoraci贸n intensa, palpitaciones, mareos, las manos le temblaban, casi no com铆a ni dorm铆a. Estaba negado a hacerse un examen para averiguar si en verdad lo hab铆an envenenado. Tem铆a por su familia, por su hija.

-Jefe, ¿por qu茅 no se va a descansar? Lleva varios d铆as aqu铆 – pregunt贸 su asistente.

-Es verdad, est谩s muy p谩lido.

-J-jefe Yuhno – todos los presentes saludaron con una reverencia.

-Estoy bien – contest贸 Doyoung.

-Es una orden. T贸mate el fin de semana.

-Pero—

-Nada de peros. T煤 – habl贸 al asistente de Doyoung -Ve que lo lleven a casa.

-S铆, se帽or.

Apenas lleg贸 a su departamento, Doyoung prepar贸 la tina y se meti贸. Perdi贸 la cuenta del tiempo que llevaba ah铆. Su piel comenzaba a arrugarse, pero poco le importaba.

-Si tan s贸lo hubiera dicho que no a todo esto… - susurr贸 para s铆 mismo.

Un fuerte ruido interrumpi贸 sus pensamientos, provocando que saliera r谩pidamente de la tina. Se puso la bata de ba帽o, tom贸 su arma y se dirigi贸 hacia la sala.

-Hola.

Doyoung no pudo evitar dar un brinco cuando vio a Jaehyun sentado en uno de los sillones.

-Lamento haber roto el cenicero, pero ver谩s, no me trae buenos recuerdos – sonri贸 el menor.

-No puedo soltarlos. Me despedir铆an.

-As铆 que… lo has estado pensando.

-S贸lo dame una ubicaci贸n y ya.

-Las manos temblorosas… con que s铆 sirve – murmur贸 tras notar c贸mo se sacud铆a el arma entre las manos de Doyoung. Se puso de pie y camin贸 hacia 茅l.

-Al茅jate o disparo.

El aludido hizo caso omiso.

Doyoung comenz贸 a sentirse mareado. Jaehyun aprovech贸 esto para tomarlo de la cintura y acercarlo a su cuerpo.

-Tenaz y orgulloso, pero d茅bil.

Jaehyun lo bes贸 con hambre hasta lograr quitarle el arma y lanzarla al suelo.

-D-d茅jame.

-Niega que no lo quieres tanto como yo – susurr贸 en su o铆do, para despu茅s subirlo a la mesa en donde se encontraba la televisi贸n.

-No – contest贸 Doyoung.

Pero a pesar de aquella negativa, ambos terminaron desnud谩ndose con desesperaci贸n a la vez que se dirig铆an hacia el sill贸n m谩s grande.

-Quiero ver c贸mo te derrites en mis brazos – dec铆a mientras depositaba besos en su pecho.

-Jae—ah – jade贸 Doyoung cuando sinti贸 c贸mo la boca del menor envolv铆a su miembro.

Jaehyun subi贸 la mirada, encontr谩ndose al mayor con los ojos cerrados y mordi茅ndose los labios.

-Nada de venirse… a煤n – dijo sobre sus labios. Tom贸 un poco de la crema para manos que estaba sobre la mesa de centro.

-N-no… s谩calos – pidi贸 cuando sinti贸 los dedos de Jaehyun abri茅ndose paso en su interior -Se siente asque— - Doyoung cubri贸 su boca con ambas manos.

Jaehyun sonri贸 enormemente.

-Esto – volvi贸 a tocar aquel punto -Es lo que te har谩 gritar de placer, ¿o acaso ya lo olvidaste?

El menor no le dio tiempo de contestar, se lanz贸 a sus labios, los cuales bes贸 con lujuria y pasi贸n.

Doyoung estaba sorprendido de c贸mo un chico tan joven pod铆a darle tanto placer; sab铆a d贸nde tocar, el ritmo adecuado… era demasiado para su gusto. Enterr贸 las u帽as en aquella sudorosa y marcada espalda, dejando que el orgasmo invadiera su ser. Llevaba mucho tiempo sin tener sexo.

Jaehyun esper贸 a que Doyoung se durmiera y cuando lo hizo, se acerc贸 a su o铆do derecho.

-Eres mi presa favorita, Doyoung – murmur贸 -Desde que te vi, jur茅 que te har铆a m铆o sin importar que fueras el enemigo – dicho esto, le bes贸 el cuello y sali贸 cuidadosamente del departamento.

 

 

Continuar谩…

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