2 de octubre de 2022

Rock Me - Capítulo 9

 

Capítulo 9:
Coping*

 

[Dos días después]

 

 -¿Desde cuándo fumas? – cuestionó Jungwoo tras escuchar lo que se amigo había pedido al muchacho detrás de la caja registradora en la tienda de conveniencia.

-No es para mí, ¿encontraste lo que te pedí? – respondió.

Jungwoo rodó los ojos y asintió.

-Sí, aquí están – depositó un paquete de seis latas de cerveza sobre el mostrador de la caja.

-¿Sería todo? – cuestionó el cajero.

-Sí – contestó Donghyuck.

El moreno tomó la bolsa con la compra y salió de la tienda de conveniencia en compañía de su amigo.

-¿En qué andas metido? – preguntó Jungwoo.

-No puedo decirte, sólo… espérame aquí. Ya regreso – indicó e ingresó a su condominio.

Una vez que estuvo frente a la puerta de Mark, al cual no había visto ni escuchado en aquellos dos días, colgó la bolsa en el pomo de la puerta y se fue de ahí; se encontraba en pleno cierre de semestre, por lo que le llovían exámenes y proyectos, los últimos los prefería hacer en casa de Jungwoo para no desconcentrarse.

-Listo, vámonos – indicó Donghyuck tras salir del condominio.

-¿Tiene algo que ver con las marcas en tus muñecas y en tu cuello? – preguntó de la nada su amigo.

El moreno le miró asustado.

-Ok, no preguntaré más – suspiró Jungwoo -Sólo cuídate mucho, ¿de acuerdo?

-No te preocupes, todo es… - detuvo sus palabras tras notar que tenía toda la atención de su amigo -…nada, olvídalo.

Jungwoo asintió.

Cerca de 5 minutos después, llegó su Uber y sin más, partieron a la casa de Jungwoo.




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Mark se encontraba subiendo las escaleras hacia su departamento en compañía sus amigos. Había estado dos días escondido en casa de Renjun, esta vez para evitar a la Sr. Cho, ya que la fecha para pagar la renta, había llegado y el chico malo, nuevamente, no tenía dinero.

-¿Qué es esto? – cuestionó Jaemin apenas llegaron al piso correspondiente.

En el pomo de la puerta estaba colgada una bolsa.

-Vaya – exclamó Mark, retirando la bolsa, para después revisar su contenido.

Una enorme sonrisa se dibujó en el rostro del chico malo. Ahí estaba lo que había pedido, incluso más.

-Interesante – agregó; inconscientemente miró hacia la puerta de al lado.

Renjun observó con detenimiento el extraño comportamiento de su amigo. Su instinto rara vez se equivocaba.

-Bueno, ¿vamos a entrar o no? – comentó Jeno.

Mark salió de su burbuja y abrió el departamento.

La razón de aquella reunión era para planear la presentación que harían en un festival de bandas; aquella oportunidad había llegado por parte del dueño del nuevo bar donde tocaban. Al principio Mark se negó rotundamente, pues… le traía malos recuerdos; sin embargo, Renjun logró convencerlo, además de que la paga era bastante buena, así que terminó aceptando.

-Perfecto, entonces nos turnaremos los ensayos entre la casa de Renjun y aquí.

-¿No crees que se moleste tu vecino? – preguntó Jaemin; su tono insinuaba otra cosa.

-No importa – contestó Mark.

-¿Cómo es que lograste calmarlo, eh? – agregó Jeno.

-Quieres otro golpe, ¿verdad? – advirtió Mark, levantando el puño derecho.

-Basta – interrumpió Renjun -Ustedes dos, ¿tienen como irse?

-¿Por? ¿No se suponía que tú nos llevarías? – respondió Jeno.

-No, tengo algo que discutir con Mark.

-¿Entonces para que nos preguntas? – bufó Jaemin -Pediré un Uber.

Cerca de 20 minutos después, Jaemin y Jeno, ya no se habían ido.

-Entonces… ¿qué es ese algo? – cuestionó Mark, abriendo la primera lata de cerveza del paquete que había en la bolsa.

-¿Quién te dejó la bolsa? – cuestionó Renjun.

-No sé – dio otro sorbo a su bebida.

-Dime la verdad.

El chico malo suspiró con cansancio.

-Es quien estás pensando – contestó, mirando fijamente a su amigo.

-Lo tienes amenazado, ¿verdad?

-No.

-Claro que sí. Él dijo que fue consensuado, pero—

Mark abrió los ojos cuando escuchó aquella palabra.

-¿Eso fue lo que dijo? – interrumpió al otro.

Renjun parpadeó un par de veces, tratando de salir de su confusión.

-Bueno, entonces… ¿cuál es el problema?

-El problema es que estoy seguro de que abusaste de él. Te vi maltratar a los chicos cuando pasó aquello con ese hombre, pero nunca pensé que serías capaz de hacer lo que él intent—

Mark, quien estaba sentado en el único sofá de la sala, se puso de pie intempestivamente.

-¡Basta! No vuelvas a mencionar “eso”.

Renjun cayó en cuenta de lo que acababa de decir.

-Lo siento, pero—

-Basta, Renjun. Vete.

-Mark, si descubro que en verdad abusaste de ese chico, juro que voy a denunciarte.

El aludido quedó estático, pero rápidamente se recompuso.

-No tienes pruebas de lo que estás diciendo, es algo que te inventaste.

-¡Lo vi con marcas en el cuerpo!

-¿Y qué?

-Mark—

-Si no dejas por la paz ese tema, voy a cancelar nuestra presentación en el festival; sé lo que emocionados que están por participar, así que sería una pena que por tu culpa todo se fuera a la mierda, ¿no? -  advirtió -Una vez más, no soy gay y lo que pasó con ese chico fue un desliz, consensuado, del que NADIE más debe saber.

Renjun asintió.

-De acuerdo – contestó cabizbajo.

Una vez que Renjun se fue, Mark pateó el sofá de su sala. ¿Cómo se atrevía a amenazarle? Y peor aún, recordarle aquel suceso…

 

“Pero nunca pensé que serías capaz de hacer lo que él intentó…”

 

Renjun tenía razón; había abusado de Donghyuck. Se había convertido en aquel asqueroso sujeto.

Pero, ¿y lo que pasó un par de días atrás? Donghyuck no opuso resistencia, incluso había participado y pedido ser esposado.

 

¿Debía alejarse él?

¿Justo cuando acababa de encontrar alguien que le diera tanto placer?

¿Todo por no querer aceptar que es gay?

¿Era gay?

 


 

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Las semanas transcurrieron, Mark había regresado al de antes; aquel chico malo sumido en el alcohol, tabaco y drogas. Evitaba por todos los medios toparse con Donghyuck ya que le culpaba por hacerlo cuestionarse su sexualidad.

El día del festival había llegado, Mark, para variar, estaba alcoholizado y sus amigos estaban en crisis ya que no sabían si podrían presentarse debido al estado de su “líder”.

-¡Suéltenme! No necesito su ayuda – gritó, alejando a Jeno y Renjun, quienes le estaba ayudando a ponerse de pie luego que haberse caído en las escaleras que conducían al pasillo rumbo al escenario.

-Mierda, Mark, ¿qué rayos te pasa? ¿Por qué has estado así? – preguntó Jaemin.

-Qué demonios te importa, ¿en dónde está mi bajo? – cuestionó el aludido.

-Yo lo tengo – contestó Renjun -Esto va a ser un desastre – murmuró para sí mismo.

-¡Es culpa tuya! – gritó Mark.

-¿Qué? ¿Culpa de Renjun? – preguntó Jeno.

-Sí, todo es su maldita culpa – se quejó Mark.

Apenas llegaron al escenario, Renjun se acercó al organizador del evento.

-Pido disculpas de antemano por el comportamiento de mi amigo. Está pasando por un momento difícil y usa los excesos como escape – explicó al señor.

-Si daña algún equipo o algo, se descontará de su paga – se limitó a decir el organizador cuyo rostro reflejaba su molestia ante el comportamiento de Mark.

Si bien era común toparse con bandas cuyos miembros estuvieran bajo los efectos de alguna sustancia, pero muy pocas veces había tenido tantos problemas como con el líder de “Knives & Roses”, quien ya llevaba varias cosas rotas y también había amenazado a varias personas.

La culpa comía por dentro a Renjun; jamás imaginó que aquella conversación con Mark provocara dicho efecto en él.

 

¿Y si todo el tiempo dijo la verdad?

 

La presentación finalizó, Mark se equivocó varias veces e incluso se le olvidó una que otra parte de las dos canciones que presentaron; por suerte, Jeno era buena improvisando y le ayudó tocando su parte, mientras que Jaemin hacía “tiempo” con la batería y Renjun invitaba al público a “hacer ruido”.

-Tuvimos suerte que al menos ganamos algo – suspiró Renjun tras haber repartido lo correspondiente a cada miembro.

Todos se encontraban camino al estacionamiento, en donde Renjun había estacionado su van.

-$5 dólares cada uno, ¡¿es una broma?! – reclamó Jaemin, quien rápidamente se acercó a Mark, el cual se había quedado atrás pues se encontraba intentando encender un cigarrillo. Le lanzó un puñetazo -¡Todo por tu culpa!

Mark cayó al suelo tras recibir el impacto, estaba demasiado alcoholizado como para esquivar o incluso responder a aquel acto.

Jeno ayudó a su líder a ponerse de pie.

-Mark tiene razón – comentó Renjun, llamando la atención de Jeno y Jaemin -Es mi culpa que esté así.

-¿Por qué? – cuestionó Jaemin.

Jeno arrastró a Mark hacia la van; una vez que éste fue prácticamente lanzado a la parte de atrás, donde guardaban su equipo, caminó hacia donde se encontraban sus dos amigos.

Renjun esperó a que Jeno estuviera con ellos para poder explicarse.

-¿Recuerdan la bolsa que vimos en su puerta? – cuestionó.

Ambos chicos asintieron.

-Se la dejó Donghyuck, su vecino – tomó aire -Le pedí que me contara la verdad, pero como siempre, no lo hizo. Le dije que estaba seguro de que había abusado de él y que lo tenía amenazado para que no dijera nada, también le amenacé con denunciarlo si averiguaba la verdad e incluso toqué el tema de su intento de violación y… ahí fue donde supe que había hecho mal; no debí haberlo mencionado pues sé lo mucho que le afectó, pero es que… me sentía tan frustrado—

-¿Es por eso que está así o es algo más? – interrumpió Jaemin.

-No sé, ustedes son testigos de lo mucho que ha cambiado – respondió Renjun.

-Sí, es el Mark que conocí, el que no había ido a terapia ni rehabilitación – secundó Jeno -¿Será una recaída?

-Creo que… volveré a hablar con él, un día que lo encuentre sobrio – dijo Renjun.

Dieron por finalizada aquella conversación y subieron a la van rumbo a sus destinos.

 

 

Continuará…

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