30 de marzo de 2015

Love Me Like You Do - Cap. 6

Capítulo 6
Cardiac

{Un mes después}

Sehun ya estaba completamente recuperado; Sera, por su parte, había estado demasiado ocupada como para preocuparse por Donghae; a penas y tenía tiempo de jugar con Hansol.

-Tío, ¿cuándo regresa mi papá de su viaje? – preguntó Hansol, mientras almorzaban.

-No sé, todavía falta – dijo Sehun.

-Tío…

-Dime.

-¿Por qué Tao ya no viene a jugar?

Sehun casi se atraganta.

-Porque se peleó con tu papá y ya no son amigos.

-¿En serio? – exclamó el menor.

-Sí.

Sera había “castigado” a Sehun poniéndolo al cuidado de Hansol; en resumen, Sehun era la nueva nana del pequeño.

-Qué mal; con razón ya no veo a Ren y a Minki – pausó -¿Se habrán cambiado de escuela? - murmuró el niño.

Sehun tiró su vaso con leche, tras escuchar aquello.

-¿Qué dijiste?

-¿Ah?

-¿Conoces a los hijos de Tao? – preguntó atónito.

-Sipi, son muy buenos y hablan inglés igual que yo.

-¿Desde cuándo?

-Tío, me estás asustando…

Sehun tomó aire.

-Es que…

-Estudian en la misma escuela que yo, pero son un año más grandes.

-Lo siento si te asusté, es que… bueno, tú sabes que no me llevo bien con Tao.

-Es porque le gusta los hombres, ¿verdad?

Sehun estuvo a punto del paro cardiaco con todo lo que salía de la “inocente” boca de su sobrino.

-Hansol, ¿cómo sabes todo eso?

-Observo mucho.

-Vaya… - exclamó Sehun –Termina de desayunar, te das un baño y haces la tarea, ¿ok?

-¿Vas a salir?

-Sí, le diré al guardia que te cuide.

Hansol asintió; el guardia, a pesar de ser un tipo enorme y con aspecto terrorífico, era mejor nana que Sehun y le tenía mucho cariño al niño.




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-¡Ah, Sehun! ¡Mnh! – jadeaba la chica, llegando al orgasmo.

Sehun salió de ella y se recostó a su lado.

-Demonios, Jiyeon, cada vez estás más buena, ¿qué tanto haces?

-Ejercicio – respondió la chica, acurrucándose en el regazo del chico –Sera no piensa contratarme de nuevo, ¿verdad?

-No lo creo – contestó el adolescente.

-Sabes, nunca te lo había preguntado, pero, ¿qué era lo que tenías con Tao?

Sehun se le quedó viendo con el ceño fruncido; se levantó de la cama.

-Nada.

-Pero si lo hicieron en…

-Nada he dicho.

-No te molestes.

-No me gustaba hablar de eso. Fue un error.

-Podrías demandarlo, ya sabes, tú eres mayor de edad y…

-¿Qué ganaría con eso? ¿Meterlo a la cárcel? ¿Para qué? Sus hijos se quedarían solos.

-¿Desde cuándo te preocupan sus hijos?

Sehun se dio cuenta de lo que había dicho.

-N-no es eso… - pausó –Me tengo que ir.

-Pero Sera aún no sale de trabajar. Quédate un rato más~

-No puedo. Sabes lo mucho que me arriesgo al venir a tu casa.

-Como quieras – bufó la chica.

-Perdón – Sehun le besó la frente; terminó de vestirse y salió de la casa.

Mientras manejaba, su celular sonó; en el primer alto que tuvo, abrió el mensaje y era una foto de Jiyeon.

-Vaya… - exclamó Sehun.

-¿Te gusta? Puedo mandarte más.

-Claro que me gustan ;)

Y la charla se volvió más pervertida. Sehun estaba más pendiente de lo que la chica le mandaba, que en fijarse de los semáforos.

Estaba escribiendo un mensaje a su novia, cuando, vio que alguien cruzaba la calle; frenó de golpe.

-¡Demonios! – exclamó.

-¡Qué te pasa, idiota! ¿Qué no ves que está en rojo? ¡Imbécil! – escuchaba los gritos del chico.

-¿Tao? – Sehun sacó la cabeza por la ventana.

-No puede ser… lo que me faltaba – exclamó el chino, comenzando a caminar para terminar de cruzar la calle y alejarse lo más rápido posible.

Sehun puso en marcha el auto y siguió al mayor.

-Tao, espera.

-No.

-¡Tao!

-Déjame en paz, maldición.

Sehun frenó de golpe; se bajó y alcanzó a Tao, tomándolo del brazo.

-¿Qué quieres?

-Hablar contigo.

-Tengo prisa.

-Sube, te llevo a donde vayas.

-No, puedo caminar.

-Te llevo – Sehun apretó con un poco más de fuerza el brazo del chino.

-Está bien – bufó Tao.

Ambos subieron.

-¿A dónde vas?

-A comer con alguien.

-¿Quién?

-Qué te importa.

-¿Nueva víctima? ¿Es casado?

-Qué te importa.

Sehun frenó de golpe otra vez.

-¿Cómo es que Hansol sabe de tus hijos?

-¿A qué viene eso?

-Responde.

-Se conocieron en la escuela.

-¿Por qué los mandas al mismo lugar que mi sobrino?

-Porque quiero.

-¿Qué buscabas con eso? ¿Ganártelo?

-Sehun, tu hermano y yo ya no tenemos nada. Déjame tranquilo.

El adolescente se dio cuenta de que estaba quedando paranoico.

-¿Qué restaurante es?

-Pink Apple.

-Ya sé dónde.

Sehun ya no dijo nada; sólo se dedicó a conducir.

-Gracias – dijo Tao, mientras se quitaba el cinturón de seguridad.

Sehun asintió. Tao se bajó. Sehun se quedó a ver con quién se encontraría Tao. Quedó perplejo cuando…

-¿Donghae?

Quiso bajarse y golpearlos a ambos, pero, no quería más discusiones, así que mejor regresó a la mansión.




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-¡Maldita sea! ¡Esto es el colmo! – gritaba el adolescente, mientras lanzaba las cosas de su habitación.

-¿Qué demonios te pasa? – preguntó Sera, entrando a la habitación.

-Sera…

-¿Estás quedando loco? Llego de trabajar y lo primero que escucho son tus malditos gritos.

-Lo siento, yo…

-Basta Sehun. Basta de mentir y ocultarme cosas.

-¿Qué? – el adolescente pensó que Sera ya sabía lo de Tao y su hermano.

-La madre de Jiyeon me dijo lo que han estado haciendo.

-No…

-Se ven a escondidas cuando te prohibí que la volvieras a ver.

-¡No puedes hacer eso!

-Sí, sí puedo. Eres menor de edad y te estás metiendo con esa chica de 20 años.

-¿Y Tao? ¿Por qué no hiciste nada cuando me viste con él? ¡¿Qué lo hace diferente de Jiyeon?!

-No podía mandar a Tao a la cárcel… sus hijos no tienen a nadie más.

Sehun se sentó en la cama; intentando organizar sus ideas.

-¿Tú también sabías de sus hijos?

-Claro, son amigos de Hansol.

-Quiero estar solo.

-¿Qué?

-Déjame solo.

Sera tomó aire y salió de la habitación.




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Días después, Sera se encontraba en el súper, cuando…

-¿Donghae?

-¿Sera?

-¿Qué te pasó? ¿Enfermaste? – preguntó preocupada; tras verlo pálido y más delgado.

-Les extraño…

-¿Por qué no nos llamaste?

-Porque pensé que no responderías y… - comenzó a llorar.

-Tranquilo, todo está bien.

-No, me arrepiento de lo que hice. De todo… tú, tú no merecías algo así. Soy un idiota.

-Vamos a hablar a otro lugar.

Donghae asintió.

Ambos fueron a un café cercano. Tras una buena plática, Sera terminó perdonando a Donghae. Luego de aquello, pasaron a un bar en el que tomaron un par de copas; Sera avisó que no llegaría a dormir y luego se fueron a un hotel en el que consumaron la  reconciliación.




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-¿Qué hace aquí? – preguntó Sehun, tras ver a su hermano entrar con Sera.

-¡Papi! ¡Regresaste! – Hansol corrió a abrazar a Donghae -¿Me trajiste algo?

-No pude, pequeño.

-Ash, ni modo.

-Lo siento, ¿jugamos un rato?

-Sí.

Apenas Donghae y Hansol se fueron, Sehun interrogó a Sera.

-¿Cómo que se reconciliaron?

-Sí. Las reconciliaciones siempre son las mejores. Así fue como hicimos a Hansol.

-Argh, qué asco.

-Bueno, iré a preparar la tina de tu hermano. Se merece un delicioso baño.

Sehun suspiró. Salió de la casa sin tan siquiera avisar que lo haría.




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-¿Doryoung?

-Hola, ¿quién eres?

-Sehun.

-Oh, el amante de BoA.

-Sí – bufó el otro.

-¿Qué quieres?

-Hablar con Tao.

-Pasa. Enseguida le llamo.

Sehun entró a la casa y se sentó en la sala.

-Amor, te buscan.

Sehun sintió un vacío en el estómago cuando escuchó aquello.

-¿Quién?

-Sehun.

-¡¿Qué?! Ya voy.

Tao se asomó.

-¿Dos al mismo tiempo?

-¿Ah?

-Mi hermano y él.

-No. No estoy con ninguno de los dos.

-No te creo.

-No me interesa – Tao se cruzó de brazos.

Sehun suspiró cansado.

-El otro día, en el restaurante… ¿por qué te encontraste con mi hermano?

-Quería saber por qué tú y yo…

-Entiendo. ¿Le contaste todo?

-La mayor parte.

-Sera y él regresaron – soltó de la nada.

Tao se sorprendió al principio, pero lo luego sonrió.

-Me alegro. ¿Y tú qué? ¿Sigues con la sirvienta?

-Sí. Eso creo.

-Tao, amor, Ren y Minki quieren ir por un helado – interrumpió Doryoung.

-Está bien.

Doryoung le dio un beso en los labios y se fue a la habitación de los pequeños.

-¿No que no estabas con él?

Tao rodó los ojos.

-Sí, sí tengo algo con él.

-Ya me voy – dijo el adolescente.

Tao parpadeó repetidas veces tras el cambio repentino de Sehun.

-Es bueno saber que ya no tienes nada con mi hermano, espero que no vuelvas a entrometerte.

-Nunca me entrometí – corrigió el chino.

-Como sea – bufó el menor y salió de la casa.

Tao cerró la puerta sin tomarle mayor importancia al mal humor del adolescente.

-Mierda – gruñó Sehun una vez fuera de la casa.




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{Días después}

-Miren a quién me encontré en la calle – exclamó Sera.

-¿A quién? – preguntó Donghae, asomándose a la puerta.

-Hola.

-Doryoung… - exclamó el mayor.

Sehun dejó de jugar el XBOX.

-¿Minki? ¿Ren?

El adolescente quedó helado.

-Hansol les invitó a la casa – explicó Sera.

-¿Y Tao? – preguntó Donghae.

-Está en el auto. Sólo pasé a dejar a los niños.

-Acaso… ¿regresaron? – preguntó Sera.

-Sí – respondió Doryoung.

Donghae se sintió algo irritado por aquello. Sehun bufó. Hubo un silencio algo incómodo hasta que…

-¡Mami! – gritó Hansol tras ver cómo su madre se desvanecía en el piso.

Todos se acercaron a socorrerla. En eso, la puerta principal se abrió, revelando a un pálido y tembloroso Tao.

-Tao, ¿estás bien? – preguntó Doryoung acercándose a su novio.

-Es… es Kris – murmuró –Quiere ver a los gemelos.

Tanto Sehun como Donghae escucharon aquello.

-Tenemos que ir al hospital – dijo Donghae, cortando aquel cardiaco momento.





Continuará...

23 de marzo de 2015

Love Me Like You Do - Cap. 5

Capítulo 5
I’m not gay


-Donghae, yo… - exclamó Sehun.

-¡Denme una explicación!

Ninguno de los dos habló.

-No lo puedo creer – murmuró Donghae; se dio la media vuelta y camino hacia el interior de la casa.

Sehun salió rápidamente de la piscina.

-Donghae, escucha…

El mencionado se volteó y le dio un puñetazo a su hermanito, el cual cayó al piso.

-¡¿Por qué él?! ¡¿Qué mierda te pasa por la cabeza?! – Donghae continuó golpeando a Sehun.

-¡Donghae, no! – se escuchó el grito de Sera -¡Sepárenlos! – pedía la chica.

Los guardias se acercaron con rapidez y los separaron antes de que Donghae matara a golpes al menor.

Tao observó toda la escena; estaba helado, perplejo.

-¡¿Qué demonios tienes?! ¡¿Estás loco?! – gritaba Sera –Sehun, Sehun… - se acercó a su sobrino, quien seguía en el piso, escupiendo sangre.

-Estoy bien… no te preocupes – murmuró el chico.

-¡Esto no te lo voy a perdonar Sehun! – gritó Donghae, antes de separarse del agarre de los guardias y salir de la mansión.

Sera no sabía qué hacer; estaba hecha un baño de lágrimas y apunto de tener un ataque de pánico.

-Ayúdenlo, por favor… - le pidió a las chicas del servicio.

Tao salió de su transe cuando se llevaron a Sehun.

-Sera…

-Tao, lamento que…

-No te preocupes – pausó –Sehun… ¿lo llevarán al hospital?

-Es lo más seguro. Donghae se volvió loco, no puedo creerlo, jamás había hecho algo así.

-Sera, Sera, tranquila – Tao se acercó a ella.

-Estás… mojado… - se limpió las lágrimas –Ven, necesitas cambiarte.

-Gracias – exclamó el chino. Se sentía terriblemente culpable.


  
{-}




-Bueno, estás bien, sólo fueron algunos golpes, pero nada de seriedad – dijo el médico.

Sera suspiró aliviada.

-Pero – agregó el doctor –Tendrá que tomar algunos medicamentos y aprovecharé para hacerle algunos exámenes.

-¿Exámenes de sangre? – preguntó Sehun.

-Sí.

-Pero…

-Sehun, no empieces – dijo Sera.

-S-sí, está bien.

-Acompáñame – indicó el doctor.

Sehun se bajó de la camilla y tanto él como Sera, siguieron al doctor; al salir del cuarto, vio a Tao pegado a la pared, con un vaso de café y la mirada perdida.

-Doc, ¿me da un minuto?

-Claro, pero no tardes mucho Рdijo el m̩dico.

Sehun asintió. Sera siguió al médico.

-¿Qué haces aquí? – preguntó el adolescente.

-Tenía que venir, yo… esto fue mi culpa – dijo el chino.

-No – Sehun tomó aire –Mira, yo fui quién te buscó y… bueno, hizo todas esas cosas.

-Lo lamento… - a Tao se le cortaba la voz.

-No, Tao, tranquilo.

-Donghae pudo haberte matado y todo porque…

El chino no pudo más y se echó a llorar; Sehun le abrazó, a pesar del intenso dolor que le causaba tan siquiera respirar.

-No importa – dijo el adolescente.

Tao le abrazó con mucho cuidado.

-Sehun.

Ambos se separaron al escuchar aquella voz.

-¿Qué quieres? ¿Golpearme de nuevo? – reclamó el menor.

-No, quiero hablar con Tao.

-¿Sólo para eso viniste?

-No, vine porque no debí haberte golpeado de esa manera.

-Hablemos en casa, tengo que ir al laboratorio. ¿Estás bien? – le preguntó a Tao.

El chino asintió.

Sehun se fue lentamente, pues le costaba caminar debido a un golpe que tenía en las costillas.

-Eres un idiota, ¿cómo pudiste haber hecho algo así? – Tao comenzó a reclamar.

Donghae le tomó del brazo y le alejó de ahí.

-¿No crees que el que debería reclamar aquí soy yo?

Tao cruzó los brazos.

-¿Mi hermanito? ¿Es enserio? Pensé que se había quitado lo puta después de…

Tao le lanzó una cachetada.

-¡No te atrevas a llamarme así!

-Eso es lo que eres – Donghae tomó aire –Siempre los has sido; te encanta engatusar a quien sea de ponga en tu camino.

-Jamás, escucha, jamás me acosté con alguien durante el tiempo que estuvimos juntos.

-¿Y el tipo del que habló Sehun?

Silencio.

-¿Ese no cuenta? – insistió Donghae.

Silencio.

-¿O acaso fue Sehun?

Tao levantó la mirada.

-¡¿Fue él?!

-Donghae, basta. No discutamos eso ahora, preocúpate por Sehun, o al menos finge hacerlo.

-Bien, pero tú y yo tenemos mucho de qué hablar.

-Sí lo que digas. Sabes, mejor me voy.

-Sí, eso es lo mejor.

Ambos tomaron caminos diferentes.




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{Días después}

Sehun ya se encontraba mejor. Ya podía moverse con más facilidad; sin embargo le costaba trabajo hacer algunas cosas.

Sera había sacado a Donghae de la mansión, por miedo a que volviera a golpear a Sehun. Todos habían acordado en decirle a Hansol que su tío se había sufrido un accidente en bicicleta.

-Hola.

-¡Tao! Qué bueno que viniste, pasa – pidió Sera.

-¿Cómo está?

-Mejor.

-Qué bueno.

Ambos subieron a la habitación del menor; Sera abrió la puerta sin golpear, encontrándose con Jiyeon sobre Sehun; ambos besándose como si no hubiera un mañana.

-¡¿Qué demonios?!

-L-lo lamento, señora…

-Fuera – ordenó la chica.

Jiyeon asintió, saliendo rápidamente.

-Sera…

-Demonios Sehun, no puedo creerlo.

-Es que…

-Ahórrate los pretextos. Tao vino a verte.

-Sí, ya me di cuenta.

-Creo que debería venir otro día – dijo el chino.

-No – cortó Sera –Los dejo – salió de la habitación, visiblemente molesta.

Tao tomó aire.

-¿Y bien…? Ahora te gustan las chicas otra vez, ¿no?

-Siempre me han gustado y nunca me he considerado gay – aclaró el menor.

-La sirvienta, ¿en serio?

-No le digas así.

-Wow, ¿desde cuándo Oh Sehun es tan sentimental? – dijo Tao con tono burlesco.

-¿Qué quieres?

-Sólo quería ver cómo estabas.

-¿Qué? ¿El cargo de conciencia no te deja vivir?

-Así es.

-Bueno, pues ya me viste. Ya puedes irte yendo.

-De casualidad, ¿Donghae no te golpeó la cabeza?

-Jódete.

-Eres insoportable.

Tao abrió la puerta.

-Espera – dijo Sehun, saliendo de la cama.

-¿Qué? – se volteó.

-Quiero dejarte en claro algo.

-Dime.

-No soy gay y lo que hice contigo fue un error; sólo estaba en una fase y…

-No hace falta que inventes cosas – interrumpió el chino.

Sehun quedó atónito. Cerró la puerta con fuerza, apenas Tao salió de la habitación.




{-}




-¡No puedes despedirla!

-Sí, sí puedo.

-Pero…

-Te dije que no te metieras con ella.

-Pero su mamá…

-Ya le dije.

-¡Sera!

-No me levantes la voz.

-Sera~ - Sehun endulzó su tono.

-Jiyeon se va y por la nana de Hansol, también.

-¿La echaste?

-No, renunció, gracias a ti.

-Lo lamento…

-Sehun, estoy cansado de escuchar “lo lamento”. No tienes idea de cuántas veces me lo ha dicho tu hermano.

Sehun se quedó en silencio.

-Ve a tu habitación.



Continuará…



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Intentaré actualizar cada lunes. Gracias por leer y tomarse el tiempo para comentar :).