7 de octubre de 2017

Touch 2 - Capítulo 10

Capítulo 10
Teoría


-¡Rayos! – exclamó Doyoung tras entrar por la ventana y tirar la maseta que había en el alféizar de ésta.

Una vez que estuvo dentro de la habitación de Mark, vio a la pareja durmiendo tranquilamente.

-Vaya, afectuosos como siempre – murmuró luego de notar lo que había pasado -¡Tengo una idea!

Con mucho cuidado, sacó los anillos que traía en el bolsillo de su pantalón; se acercó a los muchachos y les puso la respectiva sortija en el dedo de la mano correspondiente.  

-Nos vemos pronto – sonrió con felicidad y alivio, pues al fin podría disfrutar del tiempo con Jaehyun, ya que su misión había sido completada.

Antes de salir, nuevamente por la ventana, ya que Heechul le había prohibido abrir portales cerca de los ex seres, chasqueó los dedos haciendo que la alarma que Mark había puesto, comenzara a sonar. Tras ver que Mark comenzaba a moverse, abandonó el lugar.

-Oh my god – exclamó Mark luego de apagar la alarma -¡Haechan! ¡Haechan! – comenzó a sacudir al menor.

-¿Qué? Espera, Haechan… ¡ese soy yo! – gritó incorporándose de golpe en la cama.

-Tenemos puesto los anillos, pero— ¿cómo? ¿Cuándo?

Donghyuck tomó de las mejillas a Mark.

-Eso no importa – dijo mirándolo fijamente -Lo que importa es que estamos de regreso – lo besó con calidez.

-Lo sé – Mark acarició suavemente la mejilla del moreno.

-Por cierto, tu mamá llega en un rato, ¿no?

-¡Es verdad! – Mark salió velozmente de la cama.

-Estoy todo sudado, necesito bañarme – murmuró Donghyuck.

-Puedes usar mi baño, no hay problema – contestó Mark, poniéndose la ropa.

Haechan rodó los ojos.

-Demonios, Mark. Qué lento eres – bufó, tomándolo de la mano y llevándolo con él al baño.

-¿No me digas qué…? – Mark le miró sumamente sorprendido.

-Sí – dijo Donghyuck con una sonrisa de oreja a oreja.

Aún tenían algo de tiempo para demostrarse cuánto se habían extrañado.









æ„›









-Ya está el almuerzo, cariño.

El adormilado muchacho pegó un respingo tras escuchar aquella voz.

-Jeno, despierta, mis papás ya llegaron.

-Nos es justo, quería quedarme más tiempo – murmuró Jeno, tallándose los ojos buscando despabilarse.

-¿Renjun? ¿Estás ahí?

-S-sí, ya voy – contestó el chico.

-Ok, no tardes. Compramos tu comida favorita.

-Un momento, ¿ese fue Chenle?

Renjun asintió.

-Pero Chenle estaba con Jisung y— ¡¿son tus papás?!

El mayor volvió a asentir. Jeno comenzó a reír escandalosamente.

-Cállate, idiota. Nos van a descubrir – regañó Renjun, cubriéndole la boca -Vístete – ordenó.

Jeno asintió y salió de la cama.

-Qué interesante lo que pasó contigo – dijo el ex demonio mientras se ponía los pantalones.

-Han sido muy buenos padres, gracias a ellos estoy haciendo lo que me gusta.

-¿Acostarte conmigo? – bromeó Jeno.

Renjun le lanzó una almohada.

-A todo esto, ¿cómo esperas que salga de aquí?

-Por el patio de atrás; hay una puerta al final del pasillo, mis papás no te verán.

-Ay, qué tierno sonaste – exclamó Jeno -Se nota que los quieres mucho.

-Y cómo no… - murmuró Renjun.

-Bueno, me voy.

Renjun acompañó a Jeno hasta la salida trasera.

-Nos vemos en la escuela – dijo el menor.

-Espera – exclamó el chino, tomándolo de la camisa para después besarlo posesivamente.

Jeno no pudo articular palabra tras terminar el beso, sólo se despidió con un vaivén de mano y abandonó el lugar sumamente acalorado.

-¿Tu novio? – preguntó Chenle apenas Renjun se sentó a la mesa.

El chico miró a su padre con los ojos bien abiertos.

-Dejó su chaqueta en la sala – agregó Jisung.

-Entonces, ¿es o no es? – insistió Chenle.

Renjun se mordió el labio inferior.

-Sí, sí es mi novio.

-¡Lo hubieras invitado a comer con nosotros! No hay necesidad de esconderlo – exclamó Chenle.

-Lo haré la próxima vez – dijo Renjun.

-Que sea el sábado y dile que no sea tan posesivo, ve cómo te dejó el cuello – dijo Chenle.

-¡P-papá! – exclamó Renjun, cubriéndose el lado equivocado.

-Deja al ni̱o en paz Рintervino Jisung.

-Gracias, papi – suspiró Renjun.

-Buu, arruinas la diversión – se quejó el chino.









æ„›








-¿J-johnny? – exclamó Ten tras abrir la puerta del departamento.

El ángel lo envolvió en sus brazos mientras llenaba su rostro de besos.

-¿En dónde estuviste todo este tiempo?

Johnny no respondió, estaba embobado viendo a Ten, el cual no había cambiado muy poco en casi 23 años; sólo tenía algunas arrugas a los costados de los ojos. No se arrepentía de haberle dado parte de su juventud angelical.

-Es una larga historia – contestó el mayor, volviendo a abrazarlo.

-No creo que tan larga como mi espera por ti – murmuró Ten.

-Lo siento mucho – dijo Johnny; lo besó suavemente.

-No te preocupes, sé que es parte de estar con un ángel.

Johnny limpió la lágrima que recorría la mejilla del menor.










æ„›










Taeyong esperaba a que la clase de baile de WinWin terminara; era el único momento del día en el que podía estar con él, pues Yuta acaparaba todo su tiempo.

-Sabes, creo que terminaré con él mañana – comentó WinWin mientras caminaban hacia la salida del campus.

-¿Cómo crees que lo tome? – preguntó Taeyong.

-Mal, obviamente; pero, ya no puedo seguirle mintiendo – murmuró con tristeza -No es justo ni para él ni para ti.

-Lo sé, verte besarlo me llena de ira.

WinWin soltó una risilla.

-¿Tanto me quieres? - le preguntó al mayor.

-Te amo – contestó, dándole un sonoro beso en la mejilla.

-¿Hasta cuándo crees que regresaremos? – preguntó viendo hacia la nada.

-Hasta que cumplamos nuestro ciclo de vida, aunque confieso que extraño a Johnny y a Taeil pero sobre todo a Leeteuk.

-Sí, Leeteuk en verdad es un ángel; no cualquier director permite que un demonio entre a su casa.

Taeyong abrazó a WinWin intempestivamente.

-¿Pasa algo malo?

-Yuta se acerca, ya escuché su moto.

-No te preocupes, sabes que mi corazón es sólo tuyo – dijo, separándose un poco de Taeyong.

-Lo sé – murmuró y luego lo besó.










æ„›









-A excepción de esos dos, todo va de maravilla – exclamó Heechul, quitándose del pozo en el que observaba a los chicos.

-Perfecto. Ahora nos falta convencer a Doyoung para que hable con ellos – dijo Leeteuk.

Heechul bufó.

-Doyoung está ocupado con su humano y Johnny también. Necesitamos a alguien más. Por cierto, no me explicaste eso de que el Consejo tiene vínculos con los humanos.

Leeteuk arrugó el ceño.

-Es una teoría nada más.

-Bueno, como sea, tú cuéntame – Heechul se acomodó en la silla frente a Leeteuk.

-Según lo que he investigado, uno de los miembros del Consejo tuvo un hijo con una humana y éste hijo fue descubierto por el gobierno, entonces se les ocurrió que sería un buen negocio comerciar con los ángeles.

-¿A qué te refieres con comerciar?

-Venderlos en el mercado negro como malditas piezas de colección además de aprovecharse de nuestros “poderes”  como ellos le llaman – explicó Leeteuk, visiblemente molesto.

-¿Y nosotros los demonios qué tenemos que ver en eso?

-En palabras sencillas, cuando un ángel y un demonio se aman despiden un poder inimaginable el cual mencionaron los idiotas del Consejo al gobierno.

-Pero, ¿por qué no le han hecho nada a los chicos?

-Porque estaban esperando a que nosotros les devolviéramos sus memorias y por ende sus poderes.

-A veces me pregunto quiénes son peores, los demonios o los ángeles – murmuró Heechul.




Continuará…

No hay comentarios.:

Publicar un comentario