Mojito - Capítulo 1

Autora: Kang

Grupo: NCT

Pareja: JaeDo (top!Jaehyun x bottom!Doyoung); leve TaeDo

Clasificación: +18

Advertencias: AU, drama, violencia, sumisión, smut, mención de asesinato

Resumen:

Doyoung le rechazó una vez, pero no una segunda; le haría pagar por toda la humillación que había recibido… y no precisamente con dinero.

Nota: esta historia es alterna a Cherry On Top. No es necesario leerla previamente.

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Mojito

Capítulo 1
Deuda

-¿Cómo que no renovarás el contrato? – exclamó Doyoung.

-El negocio de las cafeterías va muy bien, no puedo manchar mi reputación siendo socio de un club nocturno.

-Wonho… no puedes hacerme esto, pusimos juntos este negocio. No puedes abandonarme así.

-Lo siento, en verdad – suspiró el pelinegro -Pero tengo un amigo que podría estar dispuesto a ser tu socio.

-¿Quién? ¿Cómo se llama?

-Jeffrey Jung. Vivió cuatro años en Estados Unidos e hizo una enorme fortuna ahí. Hace unos días me encontré con él y me dijo que estaba interesado en poner un negocio aquí en Corea.

-No me vayas a meter en cosas raras – bufó el menor.

-Es un buen tipo, confía en mí. Te pasaré su número – Wonho sacó su celular del bolsillo de su chaqueta y comenzó a revisar sus contactos.

Doyoung suspiró cansado. Si ese tal Jeffrey no aceptaba ser su socio, perdería el club, el cual había sido cerrado por no haber pagado impuestos.

-Listo, ya te lo envié. Gracias por todo, Doyoung – Wonho se acomodó la chaqueta y le tendió una mano.

-No puedo creer que me estés dejando solo con este lío – Doyoung estrechó su mano con la del pelinegro.

-Yo no te metí en este lío, fue tu hermana.

-Deja a Jisoo en paz.

-Se gastó el dinero en comida y cosas raras.

-Ya, ya. Vete.

Wonho tomó aire. Nadie podía contradecir a Doyoung.

-Adiós y buena suerte – se despidió Wonho, entrando al taxi que recién acaba de llegar.

-Jódete – bufó el menor.

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Doyoung acababa de regresar a su casa.

-¿Cómo te fue? – preguntó Jisoo, mientras cargaba a su perrito.

-Mal – respondió el menor -Wonho no quiso renovar el contrato.

-No puedes perder Mojito, así como así. Trabajaste muy duro para poner ese club – dijo la chica con voz preocupada.

-Lo sé – suspiró Doyoung -Me dio el número de un tipo que supuestamente está interesado en poner un negocio.

-¿Y qué esperas para contactarlo?

-No confío mucho en los amigos de Wonho.

-Oh vamos, no pierdes nada con intentarlo.

Doyoung se quedó callado mirando al piso.

-¿Hiciste algo de cenar? – le preguntó a su hermana.

-Pedí una pizza, no tarda en llegar.

-¿Con qué dinero? Si te sacaron del trabajo por impuntual – reclamó el menor.

-Con el tuyo – dijo sonriente.

Doyoung contó hasta 10 y respiró profundo. Adoraba a su hermana, pero odiaba su manera de administrar el dinero.

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Luego de haber cenado, Doyoung se encerró en su habitación. Caminaba de un lado a otro con el celular entre las manos.

-Mierda, necesito el dinero – dijo para sí mismo y presionó “llamar”.

Luego de un par de timbres, le contestaron. Trató de tranquilizarse.

-Buenas noches, ¿podría comunicarme con Mr. Jung? – preguntó con nerviosismo.

-¿Tiene cita? – preguntó la mujer del otro lado de la línea.

-No – tomó aire -Mire, es la primera vez que hablo y no sé cómo funciona esto, pero me manda Wonho, Shin Hoseok.

-Espere un momento un momento, por favor.

Doyoung suspiró. Al menos el conocer a Wonho le había dejado algo bueno, ¿no?

-Su nombre, por favor.

-Doyoung.

-Doyoung, ¿qué?

-Kim Doyoung.

-Venga el viernes a las 7:00 PM.

-¿Cuál es la dirección?

-Se le enviará en un mensaje al finalizar esta llamada. Fue un gusto hablar con usted – la llamada de cortó.

Doyoung se quedó viendo su celular por casi un minuto, tratando de analizar lo que había pasado. ¿En qué demonios le había metido Wonho?

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Doyoung acaba de llegar al lugar indicado en el mensaje.

-No puedo creer que esté haciendo esto – suspiró bajando de su auto.

-Nombre – pidió el guardia que vigilaba la puerta.

-Kim Doyoung.

El guardia tocó el auricular que tenía en su oreja izquierda y luego se hizo a un lado. Doyoung continuó su camino. Una secretaria le guió hasta la oficina del tal Jeffrey, la cual era vigilada por otros dos guardias. Ambos se hicieron a un lado cuando la secretaria dijo una especie de código.

Doyoung entró con algo de lentitud, su vista se clavó en el sujeto que estaba de espaldas a él, mirando hacia el enorme ventanal.

-Sabía que el destino nos juntaría de nuevo, Doyoung-hyung.

El aludido abrió los ojos de par en par. Esa voz.

-Jaehyun – exclamó.

Continuará…