Capítulo 4
Emociones ocultas
Emociones ocultas
-¿En dónde
estabas? – preguntó Jisoo tras abrir la puerta de la casa.
-Estaba
con Jaehyun viendo cosas del bar – respondió, entrando con desgano a su hogar.
Jisoo le
tomó de la muñeca, impidiéndole continuar caminando.
-¿Qué es
esto? – exclamó la chica.
Doyoung se
volteó y miró hacia su muñeca, en la cual se encontraba una extraña pulsera. No
necesitó darle vueltas al asunto, sabía muy bien quién se la había puesto.
-No te
preocupes, no es nada – mintió Doyoung para no preocupar a su hermana.
-¿Nada?
Conozco esas cosas y vienen con un chip para rastrear.
Doyoung la
miró con miedo.
-¿En qué
andas metido? – preguntó Jisoo levantando una ceja, esperando una explicación
por parte de su hermano menor.
-Está bien
– cerró los ojos y suspiró -¿Recuerdas que Jaehyun me pidió algo a cambio por
el dinero que me dio?
Jisoo
asintió.
-¿Qué
crees que pidió? – lanzó la pregunta a la chica, la cual apretó el agarre en la
muñeca del otro.
-Dime que
no aceptaste – suplicó Jisoo.
-De dónde
crees que vengo.
La joven
cubrió su boca con su mano libre, soltó a su hermano y fue a sentarse a uno de
los sillones de la sala.
-¿Por qué
lo hiciste?
-Necesitaba
salvar Mojito pero no sabía que me pondría un chip como si fuera un perro.
Jisoo
abrazó a su hermanito.
-¿Y si le
devuelves el dinero?
-¿Cómo? Él
es el socio mayoritario.
-Pero tú
el dueño del bar.
-Técnicamente
Jaehyun lo es, le pertenece la mayoría.
Luego de
aquella plática, Doyoung se dio un baño y cayó dormido en la cama. Estaba
demasiado cansado como para pensar en la dichosa pulsera.
🍇
-Hey, si
sigues así, te electrocutarás – dijo Jaehyun tras ingresar a la oficina de
Doyoung y verlo desesperado tratando de quitarse la pulsera.
-¡¿Por qué
lo hiciste?! ¡¿Crees que soy un animal?! – gritó caminando molesto hacia
Jaehyun.
-Necesito
mantenerte vigilado.
-¡¿Vigilado
de qué?! ¡No estoy haciendo nada ilegal!
-¿Seguro?
– Jaehyun levantó una ceja -¿Yoo Kihyun no te parece algo ilegal?
Doyoung
abrió los ojos con sorpresa y terror. Jaehyun le tomó fuertemente del cuello y
lo pegó a la pared.
-¿Creíste
que nunca lo descubriría, eh? ¡No me creas estúpido! – Jaehyun le dio una
cachetada, pero no soltó el agarre en su cuello.
-N-no–
intentaba decir Doyoung al mismo tiempo que buscaba escapar del menor.
-Estás
haciendo negocios con el bastardo que asesinó a Ten – dijo Jaehyun apretándolo
con más fuerza.
Doyoung
comenzó a ver borroso, sus intentos por escapar eran débiles y torpes, Jaehyun
notó aquello y le soltó de inmediato.
-Te quiero
en el hotel a las 2 de la madrugada – ordenó el menor y luego salió de la
oficina.
Doyoung
tardó unos minutos más en recuperarse; aquellas marcas en su cuello no
desaparecerían con facilidad. Necesitaba hablar con Kihyun, ¿qué esperaba ese
idiota para matar a Wonho?
-Necesito
quitarme esta cosa – dijo para sí mismo, mirando con odio la pulsera.
Por
suerte, pudo localizar a un viejo amigo que se especializaba en asuntos
tecnológicos; éste le ayudó a liberarse de la pulsera. Por suerte el chip no
fue desactivado así que Doyoung podría fingir seguir en el bar mientras arreglaba
sus asuntos con Kihyun.
🍇
-Vamos, hyung, déjame escucharte – susurró
jadeante Jaehyun en el oído de Doyoung.
Apenas
pisó el hotel, recordó que había dejado la pulsera en Mojito, pero ya no valía
la pena regresar, puesto que Jaehyun estaba frente a él con cara de pocos
amigos. Había sido prácticamente arrastrado a la habitación y una vez que
estuvo en esta, el menor desgarró sus ropas y lo lanzó a la cama.
Su cuerpo
había sido usado para el placer de Jaehyun tres veces seguidas esa madrugada y el
menor parecía no tener planes de parar. Doyoung apretó las sábanas con fuerza,
dejando que el orgasmo recorriera su ser.
-Excelente,
así me gusta – dijo Jaehyun para luego besarle la frente -Imaginé que algún día
te quitarías la pulsera, pero no pensé que fuera tan pronto.
Doyoung
dejó de respirar por un segundo.
-Me costó
más de lo que cuesta tu mugroso prostíbulo – se puso sobre el mayor -Pero
tranquilo, te conseguiré otra – dicho esto, lo besó.
-Jae… -
gimió Doyoung entre posesivos besos -Ya no puedo más – suplicó.
-¿Acaso te
pedí permiso? – amenazó el menor.
-Por favor
– Doyoung tuvo que hacer a un lado todo su orgullo si quería regresar a casa
con su hermana.
Jaehyun
cerró los ojos y gruñó.
-Está bien
– salió de la cama -Pero necesito que mañana me dejes libre la sala de juntas.
-¿Para
qué? – preguntó Doyoung, incorporándose con lentitud.
-Me
visitará un viejo amigo – guiñó un ojo; un escalofrío recorrió la columna de
Doyoung -Ya puedes irte.
🍇
-¿Por qué
no me dijiste que tu “viejo amigo” era Taeyong? – reclamó Doyoung quien había
visto al mencionado entrar con su novia y sus guardaespaldas al bar.
-¿Por qué
estás tan nervioso? – respondió Jaehyun levantando una ceja -¿Acaso son los
recuerdos del pasado los que atormentan tu mente?
Doyoung puso
sobre la barra la caja con bolsas de frituras que traía cargando.
-No pasó
nada – cortó molestó y entró a su oficina.
Jaehyun
sonrió triunfante y se dirigió hacia la sección VIP del bar, en la cual se
encontraba su quiero invitado.
-¿En dónde
está Taeyong? – preguntó Jaehyun tras ingresar al lugar y percatarse de la
ausencia de éste.
-Fue al
baño – respondió Jennie, novia de Taeyong.
-Pero si
aquí hay uno – señaló Jaehyun hacia las puertas con símbolos de sanitario.
-Seguramente
fue a inspeccionar el lugar, ya sabes cómo es – agregó la chica como si nada y
después le dio un sorbo a su martini.
Jaehyun
apretó los puños con fuerza, algo no estaba bien ahí. Salió molesto de la zona
VIP y caminó directo a la oficina de Doyoung, entró sin tocar la puerta y no lo
encontró ahí. Furioso se dirigió a los baños de la sección general; escuchó la
voz de Taeyong, por lo que decidió no abrir la puerta.
-Pensé que
odiabas a Jaehyun – dijo Taeyong.
-Y lo sigo haciendo, pero es mi socio y debo
aguantarme.
-Qué triste
que hayas terminado así, en un lugar tan horrendo.
-Estoy orgulloso de mi club.
-Es un
prostíbulo.
-Si viniste sólo para eso, será mejor que te vayas.
-¿Le
dijiste sobre lo que pasó en la graduación?
-Él sacó sus propias conclusiones.
-Juramos
que nadie diría nada.
-Y lo cumplí.
Jaehyun
dejó que las emociones se apoderaran de su razón y tocó la puerta con algo de
fuerza.
-Taeyong,
¿estás ahí?
-Sí, ya
salgo.
Cuando el
mayor salió del sanitario, se topó con la mirada cargada de enojo de Jaehyun.
-¿Qué? ¿Te
molesta que haya venido a hacer mis necesidades hasta aquí?
-Vámonos –
ordenó Jaehyun, ignorando la pregunta de Taeyong. Sabía perfectamente que
Doyoung no saldría hasta que ambos se hubieran alejado y eso le enfurecía aún
más.
Continuará…
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