15 de marzo de 2018

Mojito - Capítulo 4


Capítulo 4
Emociones ocultas


-¿En dónde estabas? – preguntó Jisoo tras abrir la puerta de la casa.

-Estaba con Jaehyun viendo cosas del bar – respondió, entrando con desgano a su hogar.

Jisoo le tomó de la muñeca, impidiéndole continuar caminando.

-¿Qué es esto? – exclamó la chica.

Doyoung se volteó y miró hacia su muñeca, en la cual se encontraba una extraña pulsera. No necesitó darle vueltas al asunto, sabía muy bien quién se la había puesto.

-No te preocupes, no es nada – mintió Doyoung para no preocupar a su hermana.

-¿Nada? Conozco esas cosas y vienen con un chip para rastrear.

Doyoung la miró con miedo.

-¿En qué andas metido? – preguntó Jisoo levantando una ceja, esperando una explicación por parte de su hermano menor.

-Está bien – cerró los ojos y suspiró -¿Recuerdas que Jaehyun me pidió algo a cambio por el dinero que me dio?

Jisoo asintió.

-¿Qué crees que pidió? – lanzó la pregunta a la chica, la cual apretó el agarre en la muñeca del otro.

-Dime que no aceptaste – suplicó Jisoo.

-De dónde crees que vengo.

La joven cubrió su boca con su mano libre, soltó a su hermano y fue a sentarse a uno de los sillones de la sala.

-¿Por qué lo hiciste?

-Necesitaba salvar Mojito pero no sabía que me pondría un chip como si fuera un perro.

Jisoo abrazó a su hermanito.

-¿Y si le devuelves el dinero?

-¿Cómo? Él es el socio mayoritario.

-Pero tú el dueño del bar.

-Técnicamente Jaehyun lo es, le pertenece la mayoría.

Luego de aquella plática, Doyoung se dio un baño y cayó dormido en la cama. Estaba demasiado cansado como para pensar en la dichosa pulsera.







🍇







-Hey, si sigues así, te electrocutarás – dijo Jaehyun tras ingresar a la oficina de Doyoung y verlo desesperado tratando de quitarse la pulsera.

-¡¿Por qué lo hiciste?! ¡¿Crees que soy un animal?! – gritó caminando molesto hacia Jaehyun.

-Necesito mantenerte vigilado.

-¡¿Vigilado de qué?! ¡No estoy haciendo nada ilegal!

-¿Seguro? – Jaehyun levantó una ceja -¿Yoo Kihyun no te parece algo ilegal?

Doyoung abrió los ojos con sorpresa y terror. Jaehyun le tomó fuertemente del cuello y lo pegó a la pared.

-¿Creíste que nunca lo descubriría, eh? ¡No me creas estúpido! – Jaehyun le dio una cachetada, pero no soltó el agarre en su cuello.

-N-no– intentaba decir Doyoung al mismo tiempo que buscaba escapar del menor.

-Estás haciendo negocios con el bastardo que asesinó a Ten – dijo Jaehyun apretándolo con más fuerza.

Doyoung comenzó a ver borroso, sus intentos por escapar eran débiles y torpes, Jaehyun notó aquello y le soltó de inmediato.

-Te quiero en el hotel a las 2 de la madrugada – ordenó el menor y luego salió de la oficina.

Doyoung tardó unos minutos más en recuperarse; aquellas marcas en su cuello no desaparecerían con facilidad. Necesitaba hablar con Kihyun, ¿qué esperaba ese idiota para matar a Wonho?

-Necesito quitarme esta cosa – dijo para sí mismo, mirando con odio la pulsera.

Por suerte, pudo localizar a un viejo amigo que se especializaba en asuntos tecnológicos; éste le ayudó a liberarse de la pulsera. Por suerte el chip no fue desactivado así que Doyoung podría fingir seguir en el bar mientras arreglaba sus asuntos con Kihyun.







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-Vamos, hyung, déjame escucharte – susurró jadeante Jaehyun en el oído de Doyoung.

Apenas pisó el hotel, recordó que había dejado la pulsera en Mojito, pero ya no valía la pena regresar, puesto que Jaehyun estaba frente a él con cara de pocos amigos. Había sido prácticamente arrastrado a la habitación y una vez que estuvo en esta, el menor desgarró sus ropas y lo lanzó a la cama.

Su cuerpo había sido usado para el placer de Jaehyun tres veces seguidas esa madrugada y el menor parecía no tener planes de parar. Doyoung apretó las sábanas con fuerza, dejando que el orgasmo recorriera su ser.

-Excelente, así me gusta – dijo Jaehyun para luego besarle la frente -Imaginé que algún día te quitarías la pulsera, pero no pensé que fuera tan pronto.

Doyoung dejó de respirar por un segundo.

-Me costó más de lo que cuesta tu mugroso prostíbulo – se puso sobre el mayor -Pero tranquilo, te conseguiré otra – dicho esto, lo besó.

-Jae… - gimió Doyoung entre posesivos besos -Ya no puedo más – suplicó.

-¿Acaso te pedí permiso? – amenazó el menor.

-Por favor – Doyoung tuvo que hacer a un lado todo su orgullo si quería regresar a casa con su hermana.

Jaehyun cerró los ojos y gruñó.

-Está bien – salió de la cama -Pero necesito que mañana me dejes libre la sala de juntas.

-¿Para qué? – preguntó Doyoung, incorporándose con lentitud.

-Me visitará un viejo amigo – guiñó un ojo; un escalofrío recorrió la columna de Doyoung -Ya puedes irte.







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-¿Por qué no me dijiste que tu “viejo amigo” era Taeyong? – reclamó Doyoung quien había visto al mencionado entrar con su novia y sus guardaespaldas al bar.

-¿Por qué estás tan nervioso? – respondió Jaehyun levantando una ceja -¿Acaso son los recuerdos del pasado los que atormentan tu mente?

Doyoung puso sobre la barra la caja con bolsas de frituras que traía cargando.

-No pasó nada – cortó molestó y entró a su oficina.

Jaehyun sonrió triunfante y se dirigió hacia la sección VIP del bar, en la cual se encontraba su quiero invitado.

-¿En dónde está Taeyong? – preguntó Jaehyun tras ingresar al lugar y percatarse de la ausencia de éste.

-Fue al baño – respondió Jennie, novia de Taeyong.

-Pero si aquí hay uno – señaló Jaehyun hacia las puertas con símbolos de sanitario.

-Seguramente fue a inspeccionar el lugar, ya sabes cómo es – agregó la chica como si nada y después le dio un sorbo a su martini.

Jaehyun apretó los puños con fuerza, algo no estaba bien ahí. Salió molesto de la zona VIP y caminó directo a la oficina de Doyoung, entró sin tocar la puerta y no lo encontró ahí. Furioso se dirigió a los baños de la sección general; escuchó la voz de Taeyong, por lo que decidió no abrir la puerta.

-Pensé que odiabas a Jaehyun – dijo Taeyong.


-Y lo sigo haciendo, pero es mi socio y debo aguantarme.


-Qué triste que hayas terminado así, en un lugar tan horrendo.


-Estoy orgulloso de mi club.


-Es un prostíbulo.


-Si viniste sólo para eso, será mejor que te vayas.



-¿Le dijiste sobre lo que pasó en la graduación?



-Él sacó sus propias conclusiones.


-Juramos que nadie diría nada.


-Y lo cumplí.



Jaehyun dejó que las emociones se apoderaran de su razón y tocó la puerta con algo de fuerza.

-Taeyong, ¿estás ahí?

-Sí, ya salgo.

Cuando el mayor salió del sanitario, se topó con la mirada cargada de enojo de Jaehyun.

-¿Qué? ¿Te molesta que haya venido a hacer mis necesidades hasta aquí?

-Vámonos – ordenó Jaehyun, ignorando la pregunta de Taeyong. Sabía perfectamente que Doyoung no saldría hasta que ambos se hubieran alejado y eso le enfurecía aún más.



Continuará…

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