18 de noviembre de 2018

Rabbit Season - Parte 3




3. Pijama


-¿Qué demonios hiciste? – preguntó Jaehyun tras abrir la puerta de su departamento para dejar que Johnny ingresara.

-Doyoung me armó un escándalo por haber subido el vídeo y pidió que nos diéramos un tiempo.

-¿En serio? – exclamó Jaehyun con un deje de esperanza en sus palabras.

-Sí, qué tontería. No es para tanto – respondió el más alto.

-Quizá para él sí – comentó el menor.

-Cuando se tranquilice, hablaré con él y le pediré perdón. No es la primera vez que me echa de la casa – bufó.

Jaehyun le miró sorprendido. Para él, Johnny y Doyoung eran la pareja perfecta, pero al parecer, se había equivocado.

-¿Por qué te ha echado antes? – preguntó a su amigo.

-La primera vez fue porque llegué borracho, quise tener relaciones con él y no le gustó la idea, así que me echó por dos días. La segunda vez… - suspiró, tratando de recordar -Fue porque manché con salsa de tomate uno de sus diseños. Es demasiado dramático – agregó.

-O a lo mejor tú eres demasiado despreocupado.

-¿De qué lado estás? – reclamó Johnny.

Jaehyun se dio cuenta de lo obvio que estaba siendo. Aclaró la garganta, buscando sonar seguro.

-De ninguno. Esto es algo que deben tratar ustedes dos solamente – le entregó un par de sábanas y una almohada a su amigo -Dormirás en el sofá, ¿ok?

-Sí, sí. Estoy acostumbrado – bufó.

-No sabía que tenían tantos problemas.

-Siempre los hemos tenido, pero logramos resolverlos teniendo sexo.

-Suena algo enfermo – Jaehyun ofreció una lata de cerveza a Johnny, el cual la tomó y bebió de inmediato.

-Nah, no te dejes convencer por la cara de inocente que tiene Doyoung, es todo un animal.

Jaehyun no pudo evitar recordar aquel pasional encuentro con el novio de su amigo.

-¿Cuánto tiempo te quedarás? - preguntó, tratando de despejar su mente.

-Nunca lo había visto tan alterado así que… creo que dos semanas. Hasta que se le pase el enojo. Ah, por cierto, la fiesta se cancela, lo siento.

-Ya veo – respondió desanimado; sin embargo, eso no le detendría, entregaría el regalo sí o sí pues necesitaba cualquier excusa para ver a Doyoung -Bueno, que descanses. Estás en tu casa.

-Gracias – dijo Johnny, acomodándose en el sillón, dispuesto a dormir -¿Cómo demonios encontró el vídeo Doyoung? – suspiró tras analizar lo que había pasado -No importa ya – bufó.








🍑 🐇







x Días después x

Doyoung acaba de recoger el regalo, lo había mandado a envolver en un exclusivo y costoso lugar de Seúl. Con mucho nerviosismo, condujo hacia la casa del mayor; Johnny no sabía sobre eso, se había quedado viendo una serie en Netflix, así que Jaehyun aprovechó la oportunidad para salir con el pretexto de que tenía que realizar algunos pagos y compras urgentes.

-Jaehyun – murmuró con sorpresa Doyoung tras abrir la puerta.

-Hola – respondió agitado. La sola presencia del mayor le volvía loco -Sé que no es buen momento, pero ya lo había comprado – le extendió el regalo -Feliz cumpleaños… supongo – sonrió.

En el rostro de Doyoung se dibujó una suave sonrisa; sus ojos estaban hinchados y su piel más pálida de lo normal, se notaba que la separación le había golpeado fuerte.

-Pasa – pidió Doyoung -No quiero ser grosero y dejarte afuera con este frío.

Ambos se sentaron en la sala. Doyoung comenzó a abrir el regalo, Jaehyun le observaba atentamente, tratando de capturar cada instante y expresión del otro.

-Está muy linda, gracias – sonrió mientras analizaba el pijama.

-¿Por qué no te la pruebas? Para asegurar que compré la talla adecuada – propuso Jaehyun.

-Tienes razón, ya regreso – se levantó del sillón y caminó hacia el baño.

Al parecer, Doyoung no se había percatado de hacia dónde Jaehyun intentaba llevar todo. A los pocos minutos, Doyoung salió del baño con el pijama puesto; el menor sintió latir su entrepierna.

-¿Qué tal? – preguntó Doyoung.

Jaehyun no respondió, sólo mordía su labio inferior mientras lo miraba de pies a cabeza.

-¿Jaehyun? – llamó el mayor.

El aludido se puso de pie intempestivamente y estampó a Doyoung contra la pared. Ambos se miraban fijamente, tenían la respiración agitada y el corazón latiendo con fuerza. El menor lo tomó de ambas piernas, poniéndolas alrededor de su cintura. Lo besó con hambre. 

La mesa de lo cocina era lo más cercano, así que lo puso sobre esta mientras le abría la camisa del pijama y besaba y mordía uno de sus hombros.

-No me mires así – amenazó Jaehyun tras percatarse de la expresión de Doyoung -Lo deseas tanto como yo.

Doyoung no dijo nada, sólo desvió la mirada.

-N-no… - respondió luego de algunos segundos.

-Si no lo hicieras, no estarías tan excitado – Jaehyun puso una mano sobre la creciente erección del otro.

-Cállate.

Jaehyun sonrió, lo tomó de la barbilla y lo besó ferozmente.

-Eres hermoso, Doyoung – susurró mientras le mordía el cuello.

-Ah… demonios – jadeaba el mayor debido a los tortuosos movimientos de la mano de Jaehyun en su pene.

El menor bajó a Doyoung de la mesa y le dio la media vuelta y lo recostó sobre esta.

-No lo hagas – exigió Doyoung.

-No quieres que me detenga, deja de negarlo – lo besó y mientras lo hacía se introducía en su cuerpo. Doyoung le mordió con fuerza el labio -¡¿Por—

-Lo mereces – bufó el mayor, apretando con fuerza los puños, debido a que no se había preparado con anterioridad, la intromisión de Jaehyun le estaba resultando algo dolorosa.

-Perdón, lo haré más despacio – dijo el otro.

Doyoung asintió y se acomodó mejor, para que Jaehyun terminara de entrar, pero este no le dio tiempo suficiente para acostumbrarse y comenzó a mover las caderas.

-Jae… hyun – gimió Doyoung, enterrando las uñas en la palma de sus manos.

-Lo siento, pero no imaginas cuánto he deseado este momento– le dijo con voz ronca al oído.

Jaehyun continuó embistiendo al otro, con tal fuerza que el florero sobre la mesa cayó y rodó hasta romperse en pedazos tras chocar contra el suelo. Ambos terminaron al mismo tiempo. Doyoung pensó que eso sería todo, pero Jaehyun tenía otros planes.

-N-no… ah… espera – pedía Doyoung, puesto que el menor lo había recostado nuevamente en la mesa y comenzaba a rozar su miembro contra su entrada.

-Quiero más— no, quiero todo de ti, Doyoung – dijo en su oído, provocando escalofríos y una rápida erección en el aludido.

Esta vez, Doyoung buscó los labios de Jaehyun. Introdujo su lengua en la cavidad del menor, haciendo que la saliva escurriera por el mentón de ambos. Sus cuerpos estaban bañados en sudor y sus pieles erizadas. El clímax estaba cerca.

-Yoon Oh – gimió Doyoung para luego venirse.

El aludido sintió cómo la electricidad se disparaba por cuerpo; no pudo contenerlo más y acabó nuevamente en el interior el otro. Luego de aquel acto, el abrumador silencio hizo su presencia.

-Vete – ordenó Doyoung, mientras se subía los pantalones del pijama.

 Estas palabras rompieron la burbuja de felicidad en la que se encontraba Jaehyun.

-P-pero—

-¡Fuera! – gritó el mayor.

Jaehyun asintió, abrochó sus pantalones y salió a toda prisa del departamento. Muy en su interior se arrepentía de haber tomado ventaja de lo vulnerable que se encontraba Doyoung; se había dejado llevar por su entrepierna y no por su razón, causando que lo poco que había avanzado con el mayor, se fuera el demonio por no haber sido capaz de contener sus impulsos.

Tras regresar a casa, encontró a Johnny dormido en el sofá, la televisión seguía encendida; la apagó y cubrió a su amigo con la manta que había caído al suelo. Fue a darse un baño. Aún podía sentir el olor de Doyoung en su piel, recordaba sus suaves labios, sus gemidos, todo.

Doyoung sería suyo tarde o temprano.




Continuará…

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