3. Pijama
-¿Qué demonios hiciste? – preguntó
Jaehyun tras abrir la puerta de su departamento para dejar que Johnny
ingresara.
-Doyoung me armó un escándalo por
haber subido el vídeo y pidió que nos diéramos un tiempo.
-¿En serio? – exclamó Jaehyun con
un deje de esperanza en sus palabras.
-Sí, qué tontería. No es para tanto
– respondió el más alto.
-Quizá para él sí – comentó el
menor.
-Cuando se tranquilice, hablaré con
él y le pediré perdón. No es la primera vez que me echa de la casa – bufó.
Jaehyun le miró sorprendido. Para
él, Johnny y Doyoung eran la pareja perfecta, pero al parecer, se había
equivocado.
-¿Por qué te ha echado antes? – preguntó
a su amigo.
-La primera vez fue porque llegué
borracho, quise tener relaciones con él y no le gustó la idea, así que me echó
por dos días. La segunda vez… - suspiró, tratando de recordar -Fue porque
manché con salsa de tomate uno de sus diseños. Es demasiado dramático – agregó.
-O a lo mejor tú eres demasiado
despreocupado.
-¿De qué lado estás? – reclamó Johnny.
Jaehyun se dio cuenta de lo obvio
que estaba siendo. Aclaró la garganta, buscando sonar seguro.
-De ninguno. Esto es algo que deben
tratar ustedes dos solamente – le entregó un par de sábanas y una almohada a su
amigo -Dormirás en el sofá, ¿ok?
-Sí, sí. Estoy acostumbrado – bufó.
-No sabía que tenían tantos
problemas.
-Siempre los hemos tenido, pero
logramos resolverlos teniendo sexo.
-Suena algo enfermo – Jaehyun
ofreció una lata de cerveza a Johnny, el cual la tomó y bebió de inmediato.
-Nah, no te dejes convencer por la
cara de inocente que tiene Doyoung, es todo un animal.
Jaehyun no pudo evitar recordar
aquel pasional encuentro con el novio de su amigo.
-¿Cuánto tiempo te quedarás? -
preguntó, tratando de despejar su mente.
-Nunca lo había visto tan alterado
así que… creo que dos semanas. Hasta que se le pase el enojo. Ah, por cierto,
la fiesta se cancela, lo siento.
-Ya veo – respondió desanimado; sin
embargo, eso no le detendría, entregaría el regalo sí o sí pues necesitaba cualquier
excusa para ver a Doyoung -Bueno, que descanses. Estás en tu casa.
-Gracias – dijo Johnny,
acomodándose en el sillón, dispuesto a dormir -¿Cómo demonios encontró el vídeo
Doyoung? – suspiró tras analizar lo que había pasado -No importa ya – bufó.
🍑 🐇
x Días después x
Doyoung acaba de recoger el regalo,
lo había mandado a envolver en un exclusivo y costoso lugar de Seúl. Con mucho
nerviosismo, condujo hacia la casa del mayor; Johnny no sabía sobre eso, se
había quedado viendo una serie en Netflix, así que Jaehyun aprovechó la oportunidad
para salir con el pretexto de que tenía que realizar algunos pagos y compras
urgentes.
-Jaehyun – murmuró con sorpresa
Doyoung tras abrir la puerta.
-Hola – respondió agitado. La sola
presencia del mayor le volvía loco -Sé que no es buen momento, pero ya lo había
comprado – le extendió el regalo -Feliz cumpleaños… supongo – sonrió.
En el rostro de Doyoung se dibujó
una suave sonrisa; sus ojos estaban hinchados y su piel más pálida de lo
normal, se notaba que la separación le había golpeado fuerte.
-Pasa – pidió Doyoung -No quiero
ser grosero y dejarte afuera con este frío.
Ambos se sentaron en la sala.
Doyoung comenzó a abrir el regalo, Jaehyun le observaba atentamente, tratando
de capturar cada instante y expresión del otro.
-Está muy linda, gracias – sonrió
mientras analizaba el pijama.
-¿Por qué no te la pruebas? Para
asegurar que compré la talla adecuada – propuso Jaehyun.
-Tienes razón, ya regreso – se
levantó del sillón y caminó hacia el baño.
Al parecer, Doyoung no se había
percatado de hacia dónde Jaehyun intentaba llevar todo. A los pocos minutos,
Doyoung salió del baño con el pijama puesto; el menor sintió latir su
entrepierna.
-¿Qué tal? – preguntó Doyoung.
Jaehyun no respondió, sólo mordía
su labio inferior mientras lo miraba de pies a cabeza.
-¿Jaehyun? – llamó el mayor.
El aludido se puso de pie intempestivamente
y estampó a Doyoung contra la pared. Ambos se miraban fijamente, tenían la
respiración agitada y el corazón latiendo con fuerza. El menor lo tomó de ambas
piernas, poniéndolas alrededor de su cintura. Lo besó con hambre.
La mesa de lo
cocina era lo más cercano, así que lo puso sobre esta mientras le abría la
camisa del pijama y besaba y mordía uno de sus hombros.
-No me mires así – amenazó Jaehyun
tras percatarse de la expresión de Doyoung -Lo deseas tanto como yo.
Doyoung no dijo nada, sólo desvió
la mirada.
-N-no… - respondió luego de algunos
segundos.
-Si no lo hicieras, no estarías tan
excitado – Jaehyun puso una mano sobre la creciente erección del otro.
-Cállate.
Jaehyun sonrió, lo tomó de la
barbilla y lo besó ferozmente.
-Eres hermoso, Doyoung – susurró
mientras le mordía el cuello.
-Ah… demonios – jadeaba el mayor
debido a los tortuosos movimientos de la mano de Jaehyun en su pene.
El menor bajó a Doyoung de la mesa
y le dio la media vuelta y lo recostó sobre esta.
-No lo hagas – exigió Doyoung.
-No quieres que me detenga, deja de
negarlo – lo besó y mientras lo hacía se introducía en su cuerpo. Doyoung le
mordió con fuerza el labio -¡¿Por—
-Lo mereces – bufó el mayor,
apretando con fuerza los puños, debido a que no se había preparado con
anterioridad, la intromisión de Jaehyun le estaba resultando algo dolorosa.
-Perdón, lo haré más despacio –
dijo el otro.
Doyoung asintió y se acomodó mejor,
para que Jaehyun terminara de entrar, pero este no le dio tiempo suficiente
para acostumbrarse y comenzó a mover las caderas.
-Jae… hyun – gimió Doyoung,
enterrando las uñas en la palma de sus manos.
-Lo siento, pero no imaginas cuánto
he deseado este momento– le dijo con voz ronca al oído.
Jaehyun continuó embistiendo al
otro, con tal fuerza que el florero sobre la mesa cayó y rodó hasta romperse en
pedazos tras chocar contra el suelo. Ambos terminaron al mismo tiempo. Doyoung
pensó que eso sería todo, pero Jaehyun tenía otros planes.
-N-no… ah… espera – pedía Doyoung,
puesto que el menor lo había recostado nuevamente en la mesa y comenzaba a
rozar su miembro contra su entrada.
-Quiero más— no, quiero todo de ti,
Doyoung – dijo en su oído, provocando escalofríos y una rápida erección en el
aludido.
Esta vez, Doyoung buscó los labios
de Jaehyun. Introdujo su lengua en la cavidad del menor, haciendo que la saliva
escurriera por el mentón de ambos. Sus cuerpos estaban bañados en sudor y sus
pieles erizadas. El clímax estaba cerca.
-Yoon Oh – gimió Doyoung para luego
venirse.
El aludido sintió cómo la
electricidad se disparaba por cuerpo; no pudo contenerlo más y acabó nuevamente
en el interior el otro. Luego de aquel acto, el abrumador silencio hizo su
presencia.
-Vete – ordenó Doyoung, mientras se
subía los pantalones del pijama.
Estas palabras rompieron la burbuja de
felicidad en la que se encontraba Jaehyun.
-P-pero—
-¡Fuera! – gritó el mayor.
Jaehyun asintió, abrochó sus
pantalones y salió a toda prisa del departamento. Muy en su interior se
arrepentía de haber tomado ventaja de lo vulnerable que se encontraba Doyoung;
se había dejado llevar por su entrepierna y no por su razón, causando que lo
poco que había avanzado con el mayor, se fuera el demonio por no haber sido
capaz de contener sus impulsos.
Tras regresar a casa, encontró a
Johnny dormido en el sofá, la televisión seguía encendida; la apagó y cubrió a
su amigo con la manta que había caído al suelo. Fue a darse un baño. Aún podía
sentir el olor de Doyoung en su piel, recordaba sus suaves labios, sus gemidos,
todo.
Doyoung sería suyo tarde o
temprano.
Continuará…
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