Capítulo 6:
Pánico
“Knives &
Roses” como Mark había nombrado a su banda acababan de terminar de tocar en un
bar diferente al de siempre, Renjun había movido sus contactos para que les
hicieran un espacio.
Los cuatro
chicos se encontraban descansando en la habitación que el bar utilizaba como
camerino para las bandas.
-Hablen –
exigió Mark, tomando una botella de agua del frigobar que había en la
habitación.
Jeno y Jaemin
se miraron. El primero estaba recargado en una de las paredes de la pieza,
mientras que el segundo se encontraba sentado en una silla.
-¿Sobre qué?
– preguntó Renjun sin tener la más mínima idea de lo que estaba pasando.
-Sé que están
ocultando algo, han estado actuando más raro de lo normal – explicó Mark, sentándose
en el sofá de cuero negro que había en la habitación.
-Creo que esa
frase aplica más para ti, ¿no crees? – contraatacó Jaemin, levantando una ceja.
-¿A dónde
quieres llegar? – Mark apretó la botella con agua.
-¿Qué hiciste
anoche? – agregó Jeno.
Mark abrió
los ojos de par en par.
-¿Cómo se
enteraron? – cuestionó, depositando la botella de agua sobre la mesa que había
frente a sofá; sacó la cajetilla de cigarros de uno de los bolsillos de su
pantalón mientras tanteaba los demás en busca del encendedor.
Jeno suspiró
y se acercó para prestarle el suyo.
-Fuimos a tu
casa en la mañana, la puerta estaba entre abierta, pensamos que algo había
pasado así que entramos – pausó -Luego fuimos a tu habitación y lo vimos – explicó Jaemin.
-¿A quién
vieron? – preguntó Renjun.
-A su vecino
– contestó Jaemin, mirando fijamente a Mark, el cual se encontraba pálido; su
pierna derecha no dejaba de moverse, haciendo obvia su ansiedad.
Renjun giró
la cabeza, mirando al chico que se encontraba su lado.
-¿Qué
hiciste, Mark? – cuestionó.
-Nada –
respondió Mark sin dejar de mirar a Jaemin.
-¿Nada? TU vecino
estaba desnudo, durmiendo en TU cama – explicó Jeno.
La ira se
disparó en Mark, el cual no lo pensó dos veces, se levantó del sofá y lanzó un
puñetazo a Jeno. Jaemin y Renjun los separaron lo más rápido que pudieron.
-¡¿Qué
mierda, Mark?! ¡¿Qué te pasa?! – gritó Renjun. Mark nunca había actuado así con
ninguno de ellos, a pesar de ser imprudente e impulsivo, siempre les había
respetado.
Mark no dijo
más, tomó su bajo y la mochila con la que siempre andaba y salió de ahí echo
una fiera.
-¿Están
seguros que era SU vecino? – preguntó Renjun.
-Tan seguros
como que a Mark le gustan los hombres – contestó Jeno, sobándose la mandíbula
-Y eso que es “homofóbico”.
-No entiendo
nada, ¿por qué volvió a molestar a ese chico? – se quejó Renjun.
-Dudo que
Mark quiera contestar algo así – dijo Jaemin -A todo esto, ¿por qué es
homofóbico? ¿Qué tiene de malo que a un hombre le guste otro?
Renjun
suspiró. Era el que más años tenía de amistad con Mark y había ciertas cosas que éste le había contado y hecho
prometer que nunca platicaría con nadie.
-Voy a romper
mi promesa con él por el bien de esta amistad y por la banda, ¿ok? – indicó.
Ambos chicos,
que ahora se encontraban sentados en el sofá, asintieron al mismo tiempo.
-Cuando
estábamos en la banda anterior, después de una presentación, se acercó a
nosotros un señor de unos 50 años. Se presentó como empresario y nos dijo que
le gustó nuestra música y que le gustaría que hacernos un casting, así que
pidió hablar con el líder; o sea, Mark – pausó, tratando de recordar con
precisión aquel suceso -Ambos se fueron a la parte de atrás del bar, donde
estaba el estacionamiento y había más silencio. Mark regresó cerca de 20 minutos
después, estaba pálido, tembloroso, incluso tenía los ojos llorosos. Jamás lo
había visto así. Lo llevé a los baños y le pregunté qué había paso, me dijo que
aquel sujeto le había golpeado e intento violar en el estacionamiento. Desde
eso odia a los homosexuales. Al principio pensé que estaba bromeando, pero
cuando lo vi golpear y humillar a chicos gays, supe que estaba hablando
enserio.
-Pero, ¿qué
tiene que ver el vecino en todo esto? – preguntó Jeno.
-Que es gay,
simple – contestó Jaemin.
Su conversación
se vio interrumpida por el dueño del bar, el cual había llegado con el pago por
la presentación.
-¿Quién lleva
el dinero a nuestro querido amigo? – cuestionó Jaemin.
-Yo lo hago –
contestó Renjun -Pero esperaré unos días hasta que se le baje el enojo. Ha de
estar que asesina a la primera persona que vea. Además, necesito hablar con él
sobre lo que ustedes vieron, porque… si le hizo algo malo a ese chico, Mark
estará metido en pura mierda.
⊹ (:̲̅:̲̅:̲̅[̲̅:♥︎:]̲̅:̲̅:̲̅:̲̅) ⊹
-Estuviste
increíble, como siempre – exclamó el chico que le había visitado la noche
anterior.
-¿Te gustaron
los nuevos juguetes?
-¡Me
encantaron! – exclamó feliz, acariciando el pecho desnudo de Mark, el cual se
limitó a asentir con la cabeza y darle una calada a su cigarrillo -¿Qué pasó
con el chico del otro día?
Mark tuvo que
ahogar la tos tras sentir cómo el humo del cigarrillo se atoraba en su
garganta.
-¿Cuál? –
preguntó con la voz temblorosa.
El chico rodó
los ojos y bufó.
-El de
anoche.
Mark separó al
joven de su cuerpo y salió de la cama.
-¿Tuviste
sexo con él? – cuestionó el chico con interés, incorporándose en la cama -Pero
si no es tu tipo, según yo te gustan traviesos, pero delicados, como yo – sonrió con
orgullo.
-Vete – Mark
ordenó.
-Hmm… yo creo
que sí pasó algo – dijo con malicia -Cambiaste las sábanas de la cama, no son
las negras que usualmente utilizas; estas son rojas – agregó, acariciando las
sábanas debajo de su cuerpo.
Mark se
acercó a el chico, lo tomó fuertemente del cabello y lo acercó a su rostro,
sacándole un gemido con aquel acto.
-Cuidado con
lo que dices.
El chico
sonrió enormemente.
-Ok, tomaré
eso como un “no”.
Mark lo
soltó.
-Pero
prométeme que volverás a llamarme – pidió.
-Después de
lo que acabas de decir—
-Vamos, Mark~
prometo que me portaré bien.
El aludido
sonrió.
-De acuerdo,
pero vete ya.
El chico
asintió.
Una vez que
el muchacho terminó de vestirse, Mark lo acompañó a la puerta.
-Hasta la
próxima, bebé – se despidió el chico.
Mark estaba
por cerrar la puerta cuando escuchó que la de al lado se abría. Giró la cabeza
y su mirada chocó con la de Donghyuck, el cual rápidamente dio un portazo y
pasó el pestillo.
Una risilla
escapó de la boca del chico malo.
⊹ (:̲̅:̲̅:̲̅[̲̅:♥︎:]̲̅:̲̅:̲̅:̲̅) ⊹
Donghyuck
tenía la espalda recargada contra la puerta de su departamento; su corazón
latía con fuerza y su respiración se encontraba acelerada.
Había decido
ir a la universidad luego de dos días de no dar señales de vida, pero luego de toparse
nuevamente con su vecino, aquel pequeño avance que había hecho, se fue a la
mierda.
-¿Estás bien?
– preguntó Johnny, quien acaba de salir de su habitación.
-S-sí –
respondió, alejándose de la puerta.
-¿Ya no irás
a la universidad? – cuestionó el mayor.
-N-no.
Johnny
suspiró y detuvo del brazo a su hermano menor tras ver cómo tenía intenciones
de huir de ahí y esconderse en su habitación.
-¿Qué pasa,
Donghyuck?
El moreno
bajó la cabeza, tratando de ocultar su rostro.
-Llevas un
par de días actuando muy extraño. Te veo triste, perdido, pero a la vez
alarmado. ¿Hay algo que quieras contarme?
Donghyuck
mordió su labio inferior. Claro que había algo,
pero no se lo contaría, no quería ser cuestionado, humillado, regañado…
-N-no, estoy
bien – se soltó del agarre de su hermano -S-sólo es… una decepción amorosa.
-¿En serio?
-Sí, eso –
aseguró, seguía dándole la espalda a Johnny.
-Pues muy mal
por él, entonces.
-Sí, muy mal
por él – secundó -Voy a mi habitación.
-Está bien,
pero no olvides que aquí estoy para lo que necesites.
Donghyuck
asintió, sintiendo cómo las lágrimas se acumulaban en sus ojos; su hermano
siempre encontraba las palabras correctas para tranquilizarle el alma.
⊹ (:̲̅:̲̅:̲̅[̲̅:♥︎:]̲̅:̲̅:̲̅:̲̅) ⊹
-¿Qué
quieres? – preguntó con fastidio Mark tras abrir la puerta y encontrarse a
Renjun.
-Vine a traer
tu parte de la paga.
Mark rodó los
ojos y estiró la mano. Renjun bufó y sin más le empujó para ingresar al
departamento.
-¿Pero qué—
-También
necesito hablar contigo – agregó, sentándose en el sofá.
-Oh no, si es
sobre la estupidez que dijeron eso dos… - Mark cerró la puerta y se acercó a su
amigo, quedando de pie frente a éste.
-Oh sí. ¿Qué
pasó, Mark? Tú nunca habías reaccionado así con ninguno de nosotros.
-Tengo un
límite, Renjun. Y esos dos lo rebasaron.
-Dime la
verdad – pidió -Sabes que yo no voy a juzgarte.
-¿Juzgarme?
¿Por qué? – se cruzó de brazos.
Renjun
suspiró.
-¿Te gustan
los hombres?
Y aquella
frase le hizo recordar todo lo que
había pasado con Donghyuck. Sus muñecas esposadas, sus cejas arrugadas por el
dolor, la suavidad de su piel, sus tímidos, pero desesperados gemidos… maldición,
si seguía pensando en eso, su pene seguramente despertaría frente a su amigo.
-No – cortó.
-Ok,
entonces… ¿por qué estaba tu vecino desnudo en tu cama? ¿Invitaron a alguna
chica e hicieron un trío?
-No.
-¡Maldición,
Mark! ¡Habla de una vez! – gritó Renjun, perdieron la paciencia.
-¡Está bien!
¡Sí! Sí, me acosté con él, pero fue consensuado.
Renjun abrió
los ojos de par en par.
-No soy un
depravado – agregó.
-Si le pregunto
directamente a Donghyuck – pausó -¿Me dirá lo mismo?
Mark le miró
con pánico.
Continuará…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario