16 de septiembre de 2022

Rock Me - Capítulo 6


Capítulo 6:
Pánico

 

“Knives & Roses” como Mark había nombrado a su banda acababan de terminar de tocar en un bar diferente al de siempre, Renjun había movido sus contactos para que les hicieran un espacio.

Los cuatro chicos se encontraban descansando en la habitación que el bar utilizaba como camerino para las bandas.

-Hablen – exigió Mark, tomando una botella de agua del frigobar que había en la habitación.

Jeno y Jaemin se miraron. El primero estaba recargado en una de las paredes de la pieza, mientras que el segundo se encontraba sentado en una silla.

-¿Sobre qué? – preguntó Renjun sin tener la más mínima idea de lo que estaba pasando.

-Sé que están ocultando algo, han estado actuando más raro de lo normal – explicó Mark, sentándose en el sofá de cuero negro que había en la habitación.

-Creo que esa frase aplica más para ti, ¿no crees? – contraatacó Jaemin, levantando una ceja.

-¿A dónde quieres llegar? – Mark apretó la botella con agua.

-¿Qué hiciste anoche? – agregó Jeno.

Mark abrió los ojos de par en par.

-¿Cómo se enteraron? – cuestionó, depositando la botella de agua sobre la mesa que había frente a sofá; sacó la cajetilla de cigarros de uno de los bolsillos de su pantalón mientras tanteaba los demás en busca del encendedor.

Jeno suspiró y se acercó para prestarle el suyo.

-Fuimos a tu casa en la mañana, la puerta estaba entre abierta, pensamos que algo había pasado así que entramos – pausó -Luego fuimos a tu habitación y lo vimos – explicó Jaemin.

-¿A quién vieron? – preguntó Renjun.

-A su vecino – contestó Jaemin, mirando fijamente a Mark, el cual se encontraba pálido; su pierna derecha no dejaba de moverse, haciendo obvia su ansiedad.

Renjun giró la cabeza, mirando al chico que se encontraba su lado.

-¿Qué hiciste, Mark? – cuestionó.

-Nada – respondió Mark sin dejar de mirar a Jaemin.

-¿Nada? TU vecino estaba desnudo, durmiendo en TU cama – explicó Jeno.

La ira se disparó en Mark, el cual no lo pensó dos veces, se levantó del sofá y lanzó un puñetazo a Jeno. Jaemin y Renjun los separaron lo más rápido que pudieron.

-¡¿Qué mierda, Mark?! ¡¿Qué te pasa?! – gritó Renjun. Mark nunca había actuado así con ninguno de ellos, a pesar de ser imprudente e impulsivo, siempre les había respetado.

Mark no dijo más, tomó su bajo y la mochila con la que siempre andaba y salió de ahí echo una fiera.

-¿Están seguros que era SU vecino? – preguntó Renjun.

-Tan seguros como que a Mark le gustan los hombres – contestó Jeno, sobándose la mandíbula -Y eso que es “homofóbico”.

-No entiendo nada, ¿por qué volvió a molestar a ese chico? – se quejó Renjun.

-Dudo que Mark quiera contestar algo así – dijo Jaemin -A todo esto, ¿por qué es homofóbico? ¿Qué tiene de malo que a un hombre le guste otro?

Renjun suspiró. Era el que más años tenía de amistad con Mark y había ciertas cosas que éste le había contado y hecho prometer que nunca platicaría con nadie.

-Voy a romper mi promesa con él por el bien de esta amistad y por la banda, ¿ok? – indicó.

Ambos chicos, que ahora se encontraban sentados en el sofá, asintieron al mismo tiempo.

-Cuando estábamos en la banda anterior, después de una presentación, se acercó a nosotros un señor de unos 50 años. Se presentó como empresario y nos dijo que le gustó nuestra música y que le gustaría que hacernos un casting, así que pidió hablar con el líder; o sea, Mark – pausó, tratando de recordar con precisión aquel suceso -Ambos se fueron a la parte de atrás del bar, donde estaba el estacionamiento y había más silencio. Mark regresó cerca de 20 minutos después, estaba pálido, tembloroso, incluso tenía los ojos llorosos. Jamás lo había visto así. Lo llevé a los baños y le pregunté qué había paso, me dijo que aquel sujeto le había golpeado e intento violar en el estacionamiento. Desde eso odia a los homosexuales. Al principio pensé que estaba bromeando, pero cuando lo vi golpear y humillar a chicos gays, supe que estaba hablando enserio.

-Pero, ¿qué tiene que ver el vecino en todo esto? – preguntó Jeno.

-Que es gay, simple – contestó Jaemin.

Su conversación se vio interrumpida por el dueño del bar, el cual había llegado con el pago por la presentación.

-¿Quién lleva el dinero a nuestro querido amigo? – cuestionó Jaemin.

-Yo lo hago – contestó Renjun -Pero esperaré unos días hasta que se le baje el enojo. Ha de estar que asesina a la primera persona que vea. Además, necesito hablar con él sobre lo que ustedes vieron, porque… si le hizo algo malo a ese chico, Mark estará metido en pura mierda.

 

 


 

(:̲̅:̲̅:̲̅[̲̅:︎:]̲̅:̲̅:̲̅:̲̅)

 

 

 

 

-Estuviste increíble, como siempre – exclamó el chico que le había visitado la noche anterior.

-¿Te gustaron los nuevos juguetes?

-¡Me encantaron! – exclamó feliz, acariciando el pecho desnudo de Mark, el cual se limitó a asentir con la cabeza y darle una calada a su cigarrillo -¿Qué pasó con el chico del otro día?

Mark tuvo que ahogar la tos tras sentir cómo el humo del cigarrillo se atoraba en su garganta.

-¿Cuál? – preguntó con la voz temblorosa.

El chico rodó los ojos y bufó.

-El de anoche.

Mark separó al joven de su cuerpo y salió de la cama.

-¿Tuviste sexo con él? – cuestionó el chico con interés, incorporándose en la cama -Pero si no es tu tipo, según yo te gustan traviesos, pero delicados, como yo – sonrió con orgullo.

-Vete – Mark ordenó.

-Hmm… yo creo que sí pasó algo – dijo con malicia -Cambiaste las sábanas de la cama, no son las negras que usualmente utilizas; estas son rojas – agregó, acariciando las sábanas debajo de su cuerpo.

Mark se acercó a el chico, lo tomó fuertemente del cabello y lo acercó a su rostro, sacándole un gemido con aquel acto.

-Cuidado con lo que dices.

El chico sonrió enormemente.

-Ok, tomaré eso como un “no”.

Mark lo soltó.

-Pero prométeme que volverás a llamarme – pidió.

-Después de lo que acabas de decir—

-Vamos, Mark~ prometo que me portaré bien.

El aludido sonrió.

-De acuerdo, pero vete ya.

El chico asintió.

Una vez que el muchacho terminó de vestirse, Mark lo acompañó a la puerta.

-Hasta la próxima, bebé – se despidió el chico.

Mark estaba por cerrar la puerta cuando escuchó que la de al lado se abría. Giró la cabeza y su mirada chocó con la de Donghyuck, el cual rápidamente dio un portazo y pasó el pestillo.

Una risilla escapó de la boca del chico malo.

 

 

 



(:̲̅:̲̅:̲̅[̲̅:︎:]̲̅:̲̅:̲̅:̲̅)

 



 

 

Donghyuck tenía la espalda recargada contra la puerta de su departamento; su corazón latía con fuerza y su respiración se encontraba acelerada.

Había decido ir a la universidad luego de dos días de no dar señales de vida, pero luego de toparse nuevamente con su vecino, aquel pequeño avance que había hecho, se fue a la mierda.

-¿Estás bien? – preguntó Johnny, quien acaba de salir de su habitación.

-S-sí – respondió, alejándose de la puerta.

-¿Ya no irás a la universidad? – cuestionó el mayor.

-N-no.

Johnny suspiró y detuvo del brazo a su hermano menor tras ver cómo tenía intenciones de huir de ahí y esconderse en su habitación.

-¿Qué pasa, Donghyuck?

El moreno bajó la cabeza, tratando de ocultar su rostro.

-Llevas un par de días actuando muy extraño. Te veo triste, perdido, pero a la vez alarmado. ¿Hay algo que quieras contarme?

Donghyuck mordió su labio inferior. Claro que había algo, pero no se lo contaría, no quería ser cuestionado, humillado, regañado…

-N-no, estoy bien – se soltó del agarre de su hermano -S-sólo es… una decepción amorosa.

-¿En serio?

-Sí, eso – aseguró, seguía dándole la espalda a Johnny.

-Pues muy mal por él, entonces.

-Sí, muy mal por él – secundó -Voy a mi habitación.

-Está bien, pero no olvides que aquí estoy para lo que necesites.

Donghyuck asintió, sintiendo cómo las lágrimas se acumulaban en sus ojos; su hermano siempre encontraba las palabras correctas para tranquilizarle el alma.

 

 

 


(:̲̅:̲̅:̲̅[̲̅:︎:]̲̅:̲̅:̲̅:̲̅)

 

 

 


-¿Qué quieres? – preguntó con fastidio Mark tras abrir la puerta y encontrarse a Renjun.

-Vine a traer tu parte de la paga.

Mark rodó los ojos y estiró la mano. Renjun bufó y sin más le empujó para ingresar al departamento.

-¿Pero qué—

-También necesito hablar contigo – agregó, sentándose en el sofá.

-Oh no, si es sobre la estupidez que dijeron eso dos… - Mark cerró la puerta y se acercó a su amigo, quedando de pie frente a éste.

-Oh sí. ¿Qué pasó, Mark? Tú nunca habías reaccionado así con ninguno de nosotros.

-Tengo un límite, Renjun. Y esos dos lo rebasaron.

-Dime la verdad – pidió -Sabes que yo no voy a juzgarte.

-¿Juzgarme? ¿Por qué? – se cruzó de brazos.

Renjun suspiró.

-¿Te gustan los hombres?

Y aquella frase le hizo recordar todo lo que había pasado con Donghyuck. Sus muñecas esposadas, sus cejas arrugadas por el dolor, la suavidad de su piel, sus tímidos, pero desesperados gemidos… maldición, si seguía pensando en eso, su pene seguramente despertaría frente a su amigo.

-No – cortó.

-Ok, entonces… ¿por qué estaba tu vecino desnudo en tu cama? ¿Invitaron a alguna chica e hicieron un trío?

-No.

-¡Maldición, Mark! ¡Habla de una vez! – gritó Renjun, perdieron la paciencia.

-¡Está bien! ¡Sí! Sí, me acosté con él, pero fue consensuado.

Renjun abrió los ojos de par en par.

-No soy un depravado – agregó.

-Si le pregunto directamente a Donghyuck – pausó -¿Me dirá lo mismo?

Mark le miró con pánico.

 

 

Continuará…

No hay comentarios.:

Publicar un comentario