Love Me Like You Do - Cap. 8

Capítulo 8
Boarding school

-¿U-un qué?

-Un beso.

-¿Por qué?

-No lo sé, sólo quiero darte un beso.

El chino tomó aire.

-Bien, pero rápido.

Sehun asintió y se sentó a su lado; lo tomó de las mejillas y se acercó lentamente a su rostro; primero rozó sus labios y luego, le besó con hambre. Tao se sorprendió al principio, pero terminó correspondiendo y siguiendo el ritmo feroz que marcaba el adolescente. Se separaron agitados.

-Eso fue intenso – exclamó Sehun.

-Casi me dejas sin aire… - dijo Tao –Será mejor que me vaya.

-¿Doryoung te espera?

-Sí, iremos al supermercado.

-Ah… - exclamó el menor –Adiós, entonces.

-Adiós.

Sehun no pudo evitar sus impulsos; sujetó a Tao de la muñeca, lo atrajo a su cuerpo y volvió a besarlo.

-Adiós – susurró sobre los labios del chino.

Tao le empujó y salió de la mansión. Sehun suspiró algo desganado.

{-}

{Meses después}

Tao continuó yendo a la mansión sólo para llevar a los gemelos; Sehun intentaba evitar verlo, pero no podía hacerlo, casi siempre le tocaba recibirle. Platicaban de cosas banales; no volvieron a tocar el tema de lo que había pasado entre ellos, mucho menos el de Donghae y Tao.

Sera ya tenía casi 6 meses de embarazo; pero eso no le impedía trabajar; Donghae estaba al pendiente de ella; le cumplía todos sus caprichos y antojos.

Sehun había terminado lo que tenía con BoA, pues la chica había logrado embarazarse de su marido y ahora estaba muy ocupada y estresada con la nueva campaña de ropa.

{-}

El día en el que Sehun se iría al internado había llegado.

-¿Seguro que no quieres que te llevemos? – preguntó Sera.

-Seguro. Además, necesito el coche – respondió el adolescente.

-Cuídate mucho, Sehunnie y no olvides hablarnos.

-No lo olvidaré, lo prometo – abrazó a la chica –Cuídense mucho – le acarició el vientre.

-Tío, te hice esto – Hansol llegó con una dibujo de ellos cuatro –Te voy a extrañar mucho.

-No llores, debes ser fuerte y cuidar de tu mami y de tu hermanito, ¿sí? – dijo Sehun.

-Sí – el pequeño abrazó a su tío con fuerza.

-Sehun…. – habló Donghae.

El aludido se separó de su sobrino y encaró a su hermano.

-Cuídate y nada de hacer tonterías, ¿ok?

-Sí, sí…

Tras un silencio incómodo, ambos hermanos se abrazaron fuertemente.

-Adiós – dijo Sehun subiendo a su auto.

Donghae abrazó a una inconsolable Sera que tomaba la mano del pequeño Hansol, quien hacía lo posible para no llorar.

{-}

-Nombre – pidió el encargado de la puerta del internado.

-Oh Sehun.

-Un momento – el sujeto tecleó algunas cosas en su iPad –Adelante – abrió la reja, dejando ingresar al adolescente.

Sehun quedó maravillado con el lugar. No parecía un internado; parecía una especie de castillo de la Edad Media. Tras estacionar su auto, ingresó al edificio; un guía le mostró el lugar y luego de indicó su habitación.

-¿Tendré algún compañero?

-Sí.

-¿Puedo saber su nombre?

-Kim Jongin.

-¡¿Qué?!

-No levante la voz, joven Oh.

-Lo lamento… es que le conozco.

-Pues qué bien, así me evitara muchas peleas.

-¿Peleas?

-Está en un internado, ¿qué esperaba? Aquí vienen los “chicos malos” de las familias millonarias.

-Es cierto… - murmuró –Usted no es solamente un guía, ¿cierto?

-Correcto. Soy guía y prefecto. Mi nombre es Jun Jin.

-Ah… mucho gusto.

-Pase a su habitación y acomódese, su compañero no debe tardar en llegar.

Sehun asintió.

-Wow – exclamó apenas abrió la puerta –Está mejor que mi habitación…

Mientras acomodaba su ropa en el clóset, la puerta se abrió, dejando ver a un chico de tez morena, pantalón de cuadros negros y blancos, chaqueta y lentes negros; traía el aspecto de un chico malo.

-¿Kai?

-¿Sehun?

Ambos corrieron abrazarse.

-¿En dónde demonios te metiste? – preguntó Sehun apenas se separaron.

-Estuve un tiempo en Japón, modelando, obviamente. ¿Y tú, qué has hecho?

-Pendejadas… - respondió, haciendo que Kai lanzara una carcajada.

-Cuando no – depositó su maleta sobre la cama –¿Qué hiciste esta vez?

-Me metí con el amante de mi hermano.

-¿El? ¿Amante? ¿QUÉ?

-Tao.

-¡¿QUÉ?! – Kai tuvo que sentarse en la cama –No te creo.

-Pues hazlo.

-Demonios, Sehun, ahora entiendo por qué te mandaron aquí.

-Vine por mi cuenta. ¿Y tú qué haces aquí?

-Necesitaba un descanso… lo mío con Kyungsoo fue demasiado intenso, ¿sabes? Y ahora nos estamos tomando un break.

-¿Por qué?

-Creo que le amo demasiado pero lo demuestro poco.

-Vaya…

-¿Sigues con él? – interrumpió Jongin.

-¿Con quién?

-Tao.

-No.

-Sí que estás loco Sehun – exclamó el moreno -¿Verdad que hace buenos blowjobs?

Sehun le miró seriamente.

-Wow, tranquilo viejo, sólo decía.

-Sí, sí es bueno…

Kai soltó una risilla traviesa.

Ambos terminaron de desempacar y decidieron recorrer el lugar.

{-}

{Al día siguiente}

-¿Qué demonios? ¿4 de la mañana? – exclamó Sehun tras escuchar el sonido de una trompeta a punto de reventarle los tímpanos.

-No es cierto… - exclamó Kai.

-¿Qué?

-El entrenamiento.

-¿Entrenamiento?

-¿Pensabas que todo era miel sobre hojuelas?

-Me lleva…

Ambos se vistieron con lo primero que vieron y salieron al campo. Estuvieron ahí hasta las 7 AM y luego fueron a desayunar.

-Por todos los demonios, siento que voy a morir. Me duelen los huesos… - se quejaba Sehun.

-No aguantas nada.

-No estoy acostumbrado.

-Claro porque Sera te consentía demasiado.

-Jódete, Jongin.

-H-hola…

Ambos se giraron tras escuchar aquella tímida voz de mujer.

-Am… yo… ¿puedo sentarme con ustedes? Es que no hay más lugar.

Kai y Sehun se miraron durante un par de segundos.

-Claro – respondió Sehun.

-¿Cómo te llamas? – preguntó Kai.

-Son Na Eun.

-¿Y qué haces aquí? No pareces ser una “chica mala” – preguntó Sehun.

-Traficaba drogas.

Ambos chicos se quedaron boquiabiertos; la chica irradiaba inocencia pura.

-Vaya… - exclamó Sehun –No sabía que el internado era mixto. No vi chicas en el entrenamiento.

-Es que aquí hay dos edificios, uno para mujeres y otro para hombres; sólo nos juntamos a la hora de las comidas.

Los tres continuaron desayunando; Kai y Sehun se despidieron de la chica, quien prácticamente ya era su amiga.

-Es bonita – dijo Sehun.

-No empieces, harás que te expulsen.

-¿Ah?

-No chicas en los dormitorios, ¿que no leíste el reglamento?

-¿Había reglamento?

-Jódete, Sehun.

Ambos entraron a la habitación.

-¿Y ahora qué hacemos? – preguntó Oh.

-Esperar a que vuelvan a llamarnos.

-¿Para qué?

-Para limpiar el edificio.

-No…

-Sí. Dormiré un rato.

Sehun asintió.

-¿En qué me he metido? – exclamó lanzándose a su cama. No podía sacarse de la cabeza a Na Eun.

Continuará…