strawberry (serie: apple)

 

Autora: Kang

Grupo: EXO

Pareja: ChanTao (Top!Chanyeol)

Clasificación: +18

Advertencias: AU, lenguaje obsceno, lemon

Nota: Segunda parte de apple (el cual se convirtió en serie (?)).

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strawberry

Habían pasado semanas después de aquella maravillosa tarde. Sehun no regresó, pues al parecer, ese había sido su último día trabajando para los Huang.

-Mhn… rayos… ah… más fuerte… - jadeaba Tao -¡Ah! – gimió viniéndose en la mano, manchando sus sábanas.

Había estado masturbándose constantemente, ya que el recuerdo de Sehun poseyendo su cuerpo, no le dejaba tranquilo.

Se levantó de la cama; se dio un baño rápido y bajó a buscar algún snack en la cocina. Tras abrir el refrigerador, encontró un bowl con fresas frescas, las sacó, lavó y desinfectó debidamente; les puso un poco de chocolate y algo de crema.

-Debería ser chef – dijo para sí mismo, mordiendo una. El chocolate escurrió por su barbilla, y, confiando en que sus padres estaban trabajando, comenzó a jugar con una de las fresas, como si intentara seducir a alguien, pero, en una de esas, su mirada se dirigió al jardín y vio a su madre hablando con un chico; se limpió la boca y salió de prisa.

-Tao, pensé que dormías – dijo su madre -Bueno, él será nuestro nuevo jardinero.

-Un gusto, Park Chanyeol – saludó el muchacho.

Tao sintió como si algo en su interior se removiera tras escuchar aquella profunda voz.

-T-Tao – respondió algo atolondrado.

-Channie, te espero mañana a las 7 de la mañana, ¿ok?

-OK, señora Huang. Bye bye~ - se despidió.

Tao sintió sobre su cuerpo la pesada mirada de aquel gigante; su madre, por el contrario, parecía maravillada con él.

-Má, ¿qué pasó con Sehun? – preguntó el rubio, sacando a su madre de su mundo de colores.

-¿Sehun? Ah, renunció.

-¿Qué? P-pero yo pensé que…

-Qué pena, hacía muy buen trabajo; aunque espero mucho más de Channie.

-¿Channie? ¿Por qué le dices así?

-Es que parece un niño gigante, ¡es tan tierno! – chilló la señora.

-Mamá…

-Tengo que regresar a trabajar, la hora del almuerzo termina en 5 minutos. Adiós tesoro – la señora le dio un sonoro beso en la mejilla a su hijo.

-Ajá – “respondió” Tao.

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-¿Renunció? ¿Por qué? – se preguntaba el chino, recostado en su cama, observando el techo  -Pensé que todo estaría bien después de… - tomó aire y comenzó a recorrer su cuerpo con su mano derecha -Maldito Sehun, te odio; me calientas aun sin verte – metió la mano dentro de su short. Su miembro se encontraba semi-erecto. Se levantó la camisa y comenzó a jugar con uno de sus pezones –Mmm… sí…

Cuando sintió que estaba por venirse, detuvo todos sus movimientos y rodó en su cama para sacar del buró un vibrador que había comprado con sus ahorros.

Lo bañó en lubricante y lo introdujo lentamente en su cuerpo; apenas presionó el interruptor para que comenzara a vibrar, se vino.

Continuó “jugando” por el resto de la tarde, hasta que cayó rendido y decidió dormir un rato, no sin antes programar su alarma media hora antes de que sus padres llegaran para limpiar todo el desastre que había hecho.

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-Tao, hijo, levántate…

-N-no, cinco minutos más – se quejaba el rubio.

-Necesito que cuides la casa, Channie no debe tardar en venir; tu padre y yo ya casi nos vamos a trabajar.

-No quiero, no me cae bien ese tipo – decía aplastando su cara contra la almohada.

-ZiTao – su madre engrosó la voz.

El chino sabía que aquello era preámbulo para que la tempestad llegara.

-Está bien, está bien. Ya voy – bufó, sentándose en la cama.

-Bueno. Sé amable con él. No te preocupes por la paga, yo se la daré – sonrió juguetonamente.

-Mamá, no pensarás en llevártelo a la cama.

-¿Por qué no? Tu padre nunca lo sabrá.

-Ugh. Ya sal de mi habitación, necesito darme un baño.

-Claro, cariño. Ah, a tus sábanas ya les urge una buena lavada.

Tao entendió la indirecta de su madre y no pudo evitar sonrojarse por ello.

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-Estúpido gigante con sonrisa de bobo – se quejaba mientras bajaba las escaleras para ir a abrirle la puerta al nuevo jardinero.

-Hola, buen día – saludó animadamente Chanyeol.

-Sí, lo que sea. Pasa – bufó molesto –Todo lo que necesites lo encontrarás en la bodega de ahí – señaló.

-Oye, ¿por qué me tratas así? No he hecho nada – preguntó Park.

-Porque eres muy raro – entró a la casa, dejando boquiabierto al gigante.

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Tao veía televisión en la sala, mientras Chanyeol hacía su trabajo; de pronto, escuchó que alguien corriera la puerta de la cocina.

-Disculpa, ¿me darías un poco de agua? Muero de sed – dijo Park.

-¡¿Quién demonios te dio permiso para entrar a mi casa?!

-Tu madre; dijo que si necesitaba algo, entrara con toda confianza.

-Pues no, no puedes. Y no, no te daré agua. Ve a comprarla a la tienda – dijo el chino.

-¡¿Cuál es tu maldito problema?! Mierda, necesitas que te cojan.

Tao quedó perplejo con aquello.

-¿Q-qué?

-De haber sabido que iba a tener que soportar a un puto frustrado sexualmente, no hubiera aceptado el trabajo – Chanyeol seguía quejándose. De pronto, sintió algo golpear su mejilla -¡¿Qué demonios?! – gritó. Tao le había lanzado el control de la televisión.

-¡Respétame!

Chanyeol enfureció y se acercó a zancadas al chino. Lo tomó de ambas muñecas y lo acorraló entre la puerta corrediza que daba hacia el jardín y su cuerpo.

-Suéltame, bobo.

Park no hizo caso, le volteó, dejándole el rostro pegado al cristal de la puerta.

-Te voy a coger hasta que supliques por más – le dijo suavemente al oído.

Tao comenzó a moverse, asustado, pero a la vez deseoso de lo que podría pasar.

-No, no… estás sucio. Aléjate.

Chanyeol comenzó a presionar su miembro contra el trasero del chino.

-Chan…yeol – jadeó Tao, tras sentir cómo el coreano le metía dos dedos a la boca y jugaba con su lengua -Basta… - hilos de saliva chorreaban por las comisuras de su boca.

-Sabes que lo quieres – susurró, bajándole los pantalones, junto con la ropa interior -Mmm… ya estás mojado – se relamió los labios tras ver cómo de la punta del miembro de Tao, salía un poco de pre-semen.

-¡Chanyeol, no! No toques… - Tao no podía aguantar sus gemidos.

El gigante comenzó a masturbarle con algo de rapidez; siguió jugando con la boca de Tao hasta que éste no pudo contenerlo más y se vino manchando el cristal.

-Qué asco – bufó Chanyeol, en tono de burla.

Tao se deslizó hasta caer sentado en el piso, intentado recuperar el aliento. De pronto, Chanyeol le tomó de los cabellos, levantándole la cabeza, metiéndole el miembro a  su boca.

El rubio se sorprendió en demasía, pero no se negó, al contrario, se acomodó mejor para poder complacer a Chanyeol.

-Trágalo – ordenó el coreano luego de haberse venido en la boca del chino.

Tao obedeció. Chanyeol sacó violetamente su miembro, levantó a Tao y lo recostó sobre la mesa de la cocina.

-No, aquí no… aquí…

-Cállate – bufó Park, bombeando su miembro un par de veces, para poder entrar.

-Espera, no estoy… ¡ah! – Chanyeol introdujo un dedo, sin avisar -¿Por qué eres tan violento?

-Porque no mereces gentileza luego de haberme lanzado el control remoto.

-¡Ahn! – Tao jadeaba con fuerza pues Chanyeol se había puesto a jugar con su entrada -Para… entra, por favor, hazlo, entra ya.

-No me des órdenes – dijo con molestia. Lo volteó, dejándole con el trasero al aire y entró en él de una sola estocada.

-¡Chanyeol! – gritó Tao, viniéndose.

-¿Otra vez?

-Es que… golpeaste mi próstata, imbécil.

Chanyeol no hizo caso y comenzó a moverse con fuerza, dando de nuevo en aquel punto que enloquecía al chino. Tao arrugaba el mantel de la mesa, mientras se masturbaba con la mano libre.

-Demonios, ya voy a terminar… - jadeó Park.

-No lo hagas adentro – pidió el chino, pero fue demasiado tarde, ya que tan pronto como terminó de decir la frase, Chanyeol se vino en su interior.

Park salió de su interior en silencio. De pronto, el sonido de una cámara trajo a Tao al planeta tierra.

-¡¿Qué demonios acabas de hacer?! – gritó el chino.

-La vista aquí es muy buena… - sonrió con malicia.

-Ugh, qué asco. Tu maldito semen está escurriendo por mis piernas – se quejaba Huang.

-¿Por qué crees que tomé la foto?

-¿Acaso tienes una especie de fetiche? – preguntó, mientras se limpiaba con algunas servilletas de papel.

-No, pero creo que tú acabas de crearme uno – Chanyeol lo jaló hacia su cuerpo y lo besó con hambre -Sabes a fresas con chocolate.

-Eso estaba comiendo antes de que entraras sin permiso.

-Ayer te vi comiéndolas y desde ese momento quise cogerte – confesó el gigante.

-¡¿Ah?!

-¿Quieres otra ronda? – preguntó levantando un ceja.

Tao sonrió pícaramente.

F I N